Contra Los Dioses: Rojo - Color de la Calamidad

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Capitulo 59 : ¿¡Cuñado!?

“Sin embargo, si el Estimado Cliente está determinado en venderlo, sería mejor ir a nuestra sucursal del Gremio Mercante Luna Negra ubicado en la Ciudad Imperial Viento Azul. Definitivamente serán capaces de ofrecerle un precio que está a su satisfacción”, dijo Pu He como agarró cuidadosamente el núcleo de Dragón Profundo Emperador y lo colocó frente a Yun Che.

Yun Che en silencio tomó de nuevo el núcleo profundo sin el más ligero cambio en expresión facial. No se retiró enseguida, de repente preguntó: “¿Qué clase de persona es Sikong Han?”

Esta pregunta sorprendió a Pu He, pero él cortésmente respondió: “En Ciudad Luna Nueva, este Pu sólo sabe de uno llamado Sikong Han. Él es el Gran Dignatario del Palacio Profundo de Luna Nueva designado aquí por la Familia Imperial; él es un individuo honrado con una posición muy alta en Ciudad Luna Nueva. ¿Hay algún tipo de relación entre el Estimado Cliente y Sikong Han?”

“¡Hmph!”

Yun Che resopló sin siquiera una respuesta, se volteó y comenzó a marcharse... En este momento, Jazmín de repente se expresó mentalmente: “¡No te vayas! ¡Esta princesa quiere que ese uno rojo, cómpralo cómpralo cómpralo!”

Yun Che se detuvo, se dio la vuelta y miró en la dirección de lo que Jazmín había señalado. Hacia la cima izquierda del enorme estante lleno de artículos, él vio un vestido de rojo oscuro. Era uno pequeño, pero exquisito vestido que claramente estaba hecho para una jovencita. Señaló al vestido y preguntó con los ojos oblicuos: “¿Cuánto?”

Yun Che deteniéndose y de repente regresando sorprendió a Pu He; él rápidamente miró al vestido y cortésmente respondió: “Estimado Cliente, puede usted no saber esto, pero este ‘Vestido de Hada Roja Humeante’ está hecha para las niñas menores de catorce años de edad. Mejor dicho es pequeño y puede no ser adecuado para su esposa.”

Yun Che aplanó sus ojos y fríamente respondió: “Hija.”

Jazmín: “!~ # ¥%......”

Pu He explicó rápidamente: “Este Vestido de Hada Roja Humeante fue hecho con gasa de seda celestial y bordado con ochenta y un borlas del cristal rojo sangre; no es sólo su impresionante realce, puede alejar a los malos espíritus y es bastante delicado al tacto. En toda la Ciudad Luna Nueva, este es el único disponible; por lo tanto, es algo costosamente valorado en quinientas profundas monedas púrpura.”

“......” La apariencia externa de Yun Che permaneció bastante tranquila, pero su corazón se sentía como si acabara de ser pisoteado por miles de caballos galopantes.

Por supuesto que Yun Che sabía qué eran los cristales rojos sangre. No sólo eran su color radiante, cuando se llevaba en el cuerpo, podría ayudar a regular el flujo sanguíneo y alejar los malos espíritus; por lo tanto, ello era bastante costoso. ¡Pero esto Vestido de Hada tenía líneas de borlas brillantes, y todos ellos eran cristales rojos de sangre! ¡Todos los ochenta y uno de ellos! ¡Y su valor, fue inesperadamente valorado tan alto como quinientas profundas monedas púrpura!

Al principio, consiguiendo poseer trescientas profundas monedas púrpura era como hacerse rico noche a la mañana para Yun Che, y él ni siquiera había pensado sobre cómo lo gastaría. ¡¡Quién iba a pensar que él ni siquiera podía permitirse comprar un simple vestido para una niña!! ¡Este astuto Gremio Mercante Luna Negra; cuando se trataba de vender, definitivamente no estaban jugando alrededor!

Antes de llegar a Ciudad Luna Nueva, ya le había prometido a Jazmín varias veces que le compraría la ropa más fina, pero la primera pieza que le llamó la atención fue esta...

Viendo el predicamento de Yun Che, Pu He ni siquiera dudó a medida que él alcanzó el Vestido de Hada Roja Humeante, lo colocó en frente un Yun Che y dijo mientras sonreía: “Cuando el Estimado Cliente trajo el núcleo de Dragón Profunda Emperador aquí, ya había sido bastante considerado de nosotros, pero los pequeños depósitos financieros de este Pu fueron realmente carentes y lo he incomodado. Este Vestido de Hada Roja Humeante, por favor acepte este regalo como una disculpa y...”