Emily Winchester, adoptada por los Winchester y Castiel a los 9 años.
Desde entonces su vida se volvió sobrenatural, con sacrificios, muertes y misterios.
Dado a los recién peligros y la preocupación por el bienestar de Emily y también por su educac...
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Trato de mantener una expresión de tranquilidad en mi rostro mientras camino por los pasillos del instituto, hace unos días que tengo el extraño presentimiento de que algo malo pasara, y eso a sembrado poco a poco un sentimiento de preocupación en mí, y es cada vez peor cuando llamo a Castiel y no responde, y cuando le pregunto a los chicos evaden el tema.
Una mano toca mi hombro logrando que, de un pequeño salto en mi lugar, al voltearme me encuentro con los ojos de Scott, el cual me inspecciona lentamente con la mirada, como si buscara alguna herida o quisiera comprobar que en realidad se trata de mí, reconocería esa mirada en cualquier lado, es la misma que me daban los chicos cada vez que íbamos de cacería.
— ¿Tengo algo? — Le pregunto con una sonrisa en mi rostro.
— No, estas perfecta — Me responde con una sonrisa nerviosa mientras quita lentamente su mano de mi hombro — No te había visto en todo el día.
Muevo mi cabeza mientras cierro un ojo — Creo que hoy no tenemos clases juntos — Le comento mientras acomodo la mochila en mi hombro — Hola Stiles — Él nombrado me da una sonrisa.
Comienzo a caminar siendo seguida por ambos chicos, paro en mi casillero donde comienzo a guardas y sacar cosas.
— ¿Qué hiciste el sábado en la noche? — Hace una pausa — No te vi luego del partido, y tampoco durante de él.
— Yo si te vi, no alcance a ver el juego, llegue muy tarde.
Veo a ambos asentir lentamente, como si estuvieran procesando mis palabras, tocan en timbre y rápidamente beso la mejilla de cada uno y me dirijo a mi siguiente clase.
Mi mente se encuentra en cualquier lado menos en colocar atención a las clases, la preocupación me consume poco a poco, mayormente porque preferiría estar con los chicos, saber que están bien, y de esta forma estar segura de que no me ocultan nada.
Son tanto los pensamientos que pasan por mi cabeza que ni cuenta me doy cuando me encuentro sentada en una mesa junto a varios de mis amigos, hago un leve movimiento con mi cabeza y saco mi celular el cual acaba de vibrar.
"Han pasado unas cosas, no queremos preocuparte, en unos días estaremos en Beacon Hills
-Sammy"
— ¿Emily? — Dejo de mirar mi celular para poner mi atención en Lydia — ¿Quieres ir con nosotros? — Siento la mirada de todos sobre mí, frunzo levemente el ceño al no saber de lo que habla la rubia fresa.
— ¿Adonde? — Pregunto confusión, la veo soltar un suspiro.
— A jugar bolos — Comenta con obviedad.
— Me encantaría, pero tengo algo que hacer.
Rápidamente todos dejan de prestarme atención y se vuelven a concentrar en otra cosa.
