Emergencia

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CAPÍTULO l

5 de Agosto, 2010.

Tenía turno de doce a seis de la mañana, eran pasadas las tres de la mañana cuando escucho que gritan mi nombre.

El sonido venía del pasillo de la sala de urgencias, cuando llegué encontré a una muchacha siendo llevada en una camilla y una mujer mayor acompañándola.

-Sus signos vitales no responden, su presión es baja- Dijo mi compañero David.

-Déjamela a mí- Le dije y con rapidez la conduje hasta el cuarto de emergencias.

Pasaron quince minutos de incontables intentos de poder despertarla pero no reaccionaba.

Se agotaba mi paciencia, siempre daba lo mejor de mí, pero esta chica me lo hacía imposible. Los signos en la pantalla daban a entender que mi paciente se estaba yendo, así que tuve que optar por cortar su bonita camisa de Metallica y comenzar con el proceso de reanimación. Los choques no estaban funcionando, pero no iba a rendirme.

-Rixon déjala… se está yendo- me decía Caroline, una enfermera y amiga de toda la vida-

Sería mi último intento, cuando en uno de los choques abrió los ojos, su respiración estaba agitada y no paraba de sudar.

Las enfermeras con rapidez le colocaron una máscara de oxígeno, su respiración poco a poco empezó a bajar hasta volverse normal.

Salí al pasillo en dirección a la señora que acompañaba a la joven.

-Mi nombres Rixon Clarck, el médico que atendió a la señorita que trajo al hospital; mucho gusto- Le estiré mi mano, ella la estrecho al instante- Le traigo buenas noticias, la paciente está viva y estable- Le sonreí.

-Gracias a Dios- Se veía como la calma volvía a ella- Y gracias a usted Doctor, por salvarle la vida-

-Está bien señora, es mi trabajo; y dígame- Me senté a su lado -¿Es usted familiar de la señorita?-

-No Doctor, es mi vecina-

-Entiendo, ¿Podría contarme cómo fue que termino aquí?-

*****

Horas Antes.

-Mama, se que será tu cumpleaños pero, ¿Podrías volver temprano?-

-Si hija; saldré con Ryan, dice que es una sorpresa- susurró- Per estaré aquí antes de las doce, lo prometo-

Cuando escuche la puerta cerrarse, puse mi plan en marcha. Mi Madre me dijo que no quería nada para su cumpleaños pero es imposible no hacerle nada, ha sido la mejor Mama del mundo, siempre tan comprensiva y cariñosa; mañana será su cumpleaños número cuarenta y uno.

Le haré un pastel, como le gusta a ella, casero; adornaré la casa y empacaré su regalo.

Puse los ingredientes del pastel en la mesa de la cocina; me coloqué el delantal; puse mi CD de Def Leppard y empecé a “bailar” al ritmo de Rock of Ages mientras aplastaba la mantequilla.

Al terminar, lo coloqué en el horno y dejé que hiciera su trabajo mientras inflaba las bombas, colgaba las serpentinas y empacaba su regalo.  

Le compré una tarjeta con un valor en específico para que compre lo que quiera en su tienda de ropa favorita, le compré un perfume, un esmalte, un labial, un vaso de adorno y unos pendientes, si, ahorre demasiado. Mi Padre me envía dinero cada dos semanas, ya que no vivo con él.

Al terminar miré el reloj, iban a hacer las diez de la noche, había pasado un poco más de una hora. Saqué el pastel del horno, lo puse en la mesa y lo adorné con una botella de vino, su nombre era Dubonet, la favorita de mi Mama.

Pasé más o menos una hora y media viendo televisión, me empezaba a aburrir, pero no tendría que esperar mucho, faltaba media hora para que mi Madre y Ryan volvieran.

Ryan; pues Ryan es un buen hombre, pero no es que me caiga de lo mejor, me lo aguanto por mi Madre. Se casaron hace dos años, vivíamos con mis abuelos paternos, mi Tio y una Prima. Su matrimonio hizo que se fueran de la ciudad; al poco tiempo mi Madre me obligó a irme con ella, por causa de haber perdido noveno grado. Fue la cosa más estúpida que he hecho en mi corta vida, me dedique a desobedecer a mis abuelos y a salirme con la mía, y ahora me arrepiento como nunca, pero como siempre he superado las cosas y he salido a delante.

Repetí noveno aquí en Boston y ahora curso décimo, mis calificaciones han mejorado y h conseguido buenas amistades; o bueno, eso creo. Es verdad que no me guste mucho esta ciudad, pero este cambio ha hecho que mi Mama y yo estemos más unidas y seamos las mejores amigas.

Pasé más de media hora reflexionando, ya eran más de las doce; me imagino la cara de mi Mama cuando entre y vea lo que hice.

Me asomé a la ventana a tomar aire fresco; el cielo estaba hermosamente estrellado. Me quede un buen rato así, hasta que me dio frío; lo cual es muy raro en esta época, y cerré la ventana.

Fui a la cocina y abrí la nevera, vi la otra botella que compre para usarla más tarde, Dios se ve tan deliciosa; si, me encanta beber, pero no tampoco soy una alcohólica. Algo extraño pasa cada vez que lo hago, mi corazón empieza a latir más de lo común y comienzo a marearme. Mi Madre insiste en llevarme al médico, pero no creo que sea de mucha importancia.

-Mmm, solo será un trago- Saqué la botella y la descorche, serví un poco en una copa y lo bebí.

No era suposición, estaba delicioso.

Tomé tres copas más y miré el reloj, eran la una y cuarto, marque el teléfono de mi Madre y se fue a buzón de voz, no quise ser fastidiosa y dejé el celular a mi lado.

La cabeza me dolía empezando por un simple dolor hasta convertirse en una migraña. Me levanté a buscar una pastilla y cuando lo hice me maree tanto que volví a sentarme.

Algo andaba mal en mi sistema; eso era obvio, pero empecé a alterarme aún más cuando sentía mi corazón latir más de lo normal.

-Bien, eso no es normal, no es como si James Franco estuviese enfrente mío-

Okay, ahora es cuando debo pedir ayuda.

Cogí las llaves y como pude salí de casa, vi la luz encendida de la casa de mi vecina, entonces toqué la puerta.

-Niña porque tocas a esta hora, ¿estás bien?-

-Disculpe, es que me siento muy mal y estoy sola en casa-

Me dejó pasar y le conté lo sucedido.

-Dios Andrea como se te ocurre beber sabiendo que no puedes y más estando sola- Me regaño.

-Fue muy estúpido de mi parte lo sé-

-Siéntate, te traeré una pastilla-

Cuando la ví desaparecer por el pasillo, sentí una gran molestia en mi pecho, mis piernas empezaron a temblar y después mi vista oscureció. 

Just ApologiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora