Proyecto 17 [[CountryHumans]]

•Capítulo V•

"——¡Ya, ya, ya! ¡Rápido! ¡El ejército francés está desprevenido!

——¡París ha sido invadido!

——Vamos, ahora ustedes están bajo mi poder, arrodíllense y supliquen por clemencia"

Un joven francés lloraba a todo pulmón, sintiendo pequeñas rajas en su pecho, justo en su corazón. De su boca brotaban escurridizos hilos de sangre y sus ojos se opacaban a tal punto de chamuscarse en negro nocturno.

La tarde caía gloriosa en el horizonte, tiñendo las lágrimas negras y charcos de sangre en salpiques bizarros repletos de brillos naranjas que cubrían el suelo de lisa piedra y provocaban pánico en las cuidadoras y preocupación en las demás representaciones.

—— Ils l'ont fait ... ils l'ont fait [[Lo lograron... lo lograron]] —— murmullaba temeroso, con la voz ahogada y en quebradizos jirones de sonido, con la sangre escurriendo de sus blancos dientes y bajando por su barbilla de igual color, transformándose el líquido carmesí en frenéticas gotas que terminaban en el suelo.

Lejos de ahí, se encontraba un pequeño niño de piel roja y círculo blanco pintado en su cara, encerrando así un símbolo negro que a muchos les generaba terror. Él tan solo miraba con malicia la escena, divertido. Había sido encerrado dentro de una jaula de barrotes de fuertes metales y químicos, impidiendo su libre movimiento por aquella enorme habitación (que más que habitación parecía bodega), .

Allyson tomó a la pequeña criatura, arrullándola en sus brazos, e impidiendo que se autolesionara. Era macabro, pues sangre chorreaba, casi a borbotones, de su carne tierna, y los llantos de un niño pequeño, inocente, golpeteaban las paredes.

—— Hey, hey, vamos, tranquilo, por favor —— Alexa corrió hacia ellos, ordenando a las militares que se encargaran de los crecientes llantos. Gran Bretaña parecía adolorido, aterrado, casi en pánico. Rusia observaba inexpresivo, Alemania reía, Japón e Italia miraban nerviosos. Y los demás europeos, euroasiáticos y algunos americanos lucían incómodos, asustados y muy inquietos.

—— ¿Saben que sucede? ¿Le hemos dado algo mal? ¡¿Alguien puede responderme, coño?! — Ally golpeó, sin medir su fuerza, la barra de metal que constituía la cama, y sin prestar atención al dolor, ignoró completamente la forma extraña que había distorsionado su mano y la sangre que brotaba.

—— ¡Mierda Ally! ¡Ten cuidado, mierda! Soyez prudent bébé s'il vous plaît, nous savions que cela pouvait arriver! [[¡Ten cuidado, nena, por favor, sabíamos que esto podría suceder!]]  —— sin soltar al francés, intentó calmar a Ally, pero la chica solo se estresaba cada vez más.

La alarma de crisis comenzó a sonar, pitando sus sirenas y, ahora sí, logrando que cada bebé llorara sin ninguna restricción. Pocos minutos después, muchísimas personas uniformadas llegaron al lugar, confundidas por no saber qué hacer.

Dios, ¿Quién sabría qué hacer en esa situación?, bueno, quizás la canadiense tuviera una idea.

—— Ally, tranquila, shh —— volvió a intentar, casi sin resultados. Tantos llantos, tanto estrés, paralizaron a una chica que solo era una simple niñera, una nena que estudiaba psicología y sacaba tesis en infantes abusados ——, ¡atención a todos! —— sacando todo el aire de sus pulmones, comenzó a ladrar órdenes —— ¡Curen a cada bebé herido, hagan evaluaciones completas físicas y mentales! ¡Quiero noticias, ya, ya, ya, ya! ¡Calmen a cada bebé, y si alguno tiene una crisis retírese de inmediato! —— una vez cada soldado parecía acatar sus órdenes, tomó a la recién adulta en brazos, arrastrándolas a sus habitaciones.