p r o l o g u e

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Con los ojos inyectados en sangre, las lágrimas caen por su rostro. Los ve pelear y matarse entre ellos; todo por ese estúpido amuleto que solo le había traído desgracias.

Su pecho subía y bajaba frenéticamente, el sentimiento y la punzada aún seguían ahí, volviéndose más insoportables cada segundo que pasaba.

Sollozó otra vez, buscando desesperadamente algo que le convenciera de quedarse en ese mundo; algo que le obligara a plasmar otra vez esa sonrisa característica en sí mismo, pues ya no le veía sentido a nada.

Gritaba en su mente, sus pensamientos desorientados y nublados, buscando a alguien.

Alguien que le dijera que debía hacer ahora.

Su corazón bombeó y miró al rededor una vez más.

Mientras eso pasaba, de pronto un pensamiento llegó de la nada, recordando una de las lecciones que Lan Qiren le había podido enseñar antes de botarlo de la clase. Le resultó curioso que esas lecciones a las cuales nunca le dio importancia, le dieron la mejor idea del mundo.

Recordó a Fusu (扶蘇), primogénito del autoproclamado gran "primer emperador", al cual engañaron para que se quitara la vida.

A él no tenían que engañarlo.

Vagos recuerdos de él bostezando mientras Qiren le fulminaba con la mirada llegaron también. Mientras su mente divagaba en los temas en los que menos creyó que pensaría mientras se acercaba paso a paso, lentamente hacia su escape, alejó todas las memorias de él.

Porque si él comenzaba a apoderarse de su cabeza, entonces no podría escapar.

Y él necesitaba parar todo. Necesitaba arrancar de raíz la hierba mala que todos parecían ver en él, necesitaba quemar su existencia, para que el mundo volviera a girar en la dirección correcta.

Necesitaba desaparecer.

Necesitaba que Wei Ying, el Patriarca de Yilling, desterrado de la secta YunmengJiang, desapareciera. Porque solo así la felicidad volvería a las vidas que destrozó, porque solo así arrancaría la culpa que le devoraba por dentro.

El intenso calor de la lava bajo el acantilado le acarició la nuca.

Se obligó a sí mismo a no pensar en todas las muertes que ocurrieron mientras él respiraba; esperaba que descanzaran en paz. Tampoco quiso pensar en los que aún si podían respirar, en los que le guardaban un odio tan grande, que podía sentir y oír las maldiciones en su nombre.

Y cayó.

Pero no se encontró con el ardiente suelo, en cambio una mano se aferró a la suya con fuerza, un liquido rojo cayó por su hombro.

─Lan Zhan.

¿Por qué tenía que ser él? Era lo que quería evitar. Esa mirada de determinación en su rostro; la determinación de salvarlo.

Pero él ya no encontraría ninguna salvación.

Pudo ver el esfuerzo que hacía por retenerlo, y dejó que la suave sonrisa saliera, porque por Lan Zhan, él podía hacer lo imposible.

─Suéltame.

El de blanco negó rápidamente.

─No. . . te dejaré. . . solo. . .

No. No lo soltaría. No lo dejaría ir. No sin él.

Pero para donde iba, Wei Ying no necesitaba compañía.

─Déjame caer.

Otra negación más fuerte.

─No.

Él solo deseaba una cosa, y era que Lan Zhan siguiera viviendo; porque no hay persona ni corazón más puro y más merecedor del aliento de la vida que él; el hombre que amaba.

Así que cuando Jiang Chen se acercó y lo maldijo una vez más, y espetó su espada en la roca, y ésta se agrietó sintió el miedo abrazador rasgar su pecho.

No. No. No. ¡No! ¡Tenía que hacer algo! ¡Lan Zhan no podía morir también!

Pero fue muy tarde.

Lan Zhan se abrazó a él con fuerza y él se abrazó aún más.

Aferrándose frenéticamente a ese ser que le dio sentido a su vida.

No. Esto no podía estar pasándole. ¿Cuánto odio le tenían los cielos y la tierra, como para hacerle causar la muerte de la persona a la que quería desesperadamente proteger?

Así que se aferró a las palabras de su madre al último segundo.

"Si estás en un aprieto, clama y se te escuchará."

Wei Ying.

Susurró juntando sus frentes; el anhelo en su voz, fuerte y sin miedo.

Ambos se miraron fijamente, sus rostros húmedos y juntaron sus labios justo en el momento donde Wei Ying clamó con su último aliento, su última pizca de energía espiritual;

¡Déjalo vivir!

Y todo se puso negro.

Well, esto salió de la nada. Después de verme The Untamed tres veces seguidas sin dormir y sin hacer mis tareas de la uni xd y después de leer la novela y el manhua y el donghua, me quedé sin motivo para vivir, y decidí escribir esto :D
no sé que saldrá de aquí, pero espero llamarla atención de algunos de ustedes con este prólogo que no es por nada but me quedó así de sexy a la primera :D
Yo acostumbro a hacer capítulos largos, pero me tardo mucho más en actualizar, así que probablemente vean uno que otro capitulo corto. Quizá todos sean así idk♡☆

𝓼𝓸𝓾𝓵𝓶𝓪𝓽𝓮𝓼; 𝔀𝓪𝓷𝓰𝔁𝓲𝓪𝓷 [ 𝓜𝓸 𝓭𝓪𝓸 𝔃𝓾 𝔃𝓱𝓲] 𝔂𝓲𝔃𝓱𝓪𝓷Donde viven las historias. Descúbrelo ahora