one shots - Maylor

Hasta Pronto

Roger sufría de depresión
Brian sólo buscaba ayudarlo
Roger no quería morir
Brian quería salvarlo.

-Lo perdí todo-

-yo sigo aquí. -

-todavía eres tan pequeño, tan capaz de todo. Te queda mucho por vivir roggie, y yo quiero estar ahí para cuidarte y verte lograr todo lo que te proponías de niño-
decía entre lágrimas

-ya no puedo Bri. -
-Esnifó-
-no puedo seguir con esta farsa
no puedo seguir aparentando que estoy feliz, cuando todo lo que deseo es nunca haber nacido-

Eran las únicas frases que se dijeron uno al otro.

Y fueron los recuerdos que cruzaron por la mente del rizado.
Brian sostenía con fuerza el cuerpo de Roger, el cual se encontraba mojado, debido a que nuevamente había intentado suicidarse pero en la bañera, con la única diferencia de que esta vez sí le había funcionado.

aquella cálida sonrisa se había esfumado junto con su color, su aura y su vida. El cuerpo de Roger yacía entre los brazos de Brian, quien lloraba sin consuelo alguno mientras pensaba;
"Traté de hacerte sentir bien, ¿en qué fallé?
¿Por qué me dejaste solo?
Estábamos juntos en esto."

Se culpaba mientras recorría con la mirada el helado cuerpo de Roger, desde su torso, sus brazos llenos de cortadas y su pecho moretoneado, hasta llegar a su rostro.
besó una última vez sus fríos labios, lamentándose una y otra vez
para luego encontrarse con los profundos y apagados ojos azules de Roger, mirándolo fijamente como si fuera la primera vez, como si hubiesen vuelto a hablar una vez más, como si estuviera ahí con él.

varios años habían pasado ya desde lo sucedido, Brian visitaba el cementerio en donde descansaba su dulce Roggie, se sentó frente a su foto y comenzó a hablarle de su día, como hacía cuando Roger estaba con él.

"Sabes, espero que estés bien allí. Sé que siempre digo esto, pero te extraño demasiado, al igual que también sé, algún día volveremos a encontrarnos.
pero hasta que ese día llegue, siempre tendré presente que estarás conmigo hasta el final.
Aquel día,

También me mataste, Roger."

Se despidió acariciando su foto, se veía tan feliz en esta.
Se levantó de su lugar y se dio la vuelta, dirigiéndose a la salida de aquel Pacífico lugar.
El viento soplaba y jugaba con sus rizos blancos como la nieve, tal y como Roger lo hacía.
Se dio una última vuelta antes de perder de vista su solitaria tumba, con su habitual Rosa seca a su lado, pero en vez de un eso, se topó con un chico sentado en esta, sosteniendo aquella Rosa. Se notaba que era algo bajo, Rubio y que a pesar de la distancia, notaba como sus ojos hacían juego con el paisaje.
Sus brazos estaban llenos de cicatrices, pero sin embargo en su rostro, reinaba una sonrisa.

fin.