Después de la misión de los cien años; Llegó la respuesta.

1.- Tras la misión, una decisión.

Narrador: Pasó muchos años donde gray-sama y juvia estuvieron separados. Juvia lo pasó inmensamente mal esperando a que su amor volviera, de vez en cuando se dejaba ver por el gremio y juvia disfrutaba de su compañía... pero cuando era la hora de la despedida, su corazón quedaba destruido y en una profunda soledad que solamente ella sentía. *

¿Por qué gray-sama me dejó sola para irse con el grupo?

No podía dejar de pensar en aquello mientras los demás compañeros del gremio que no habían ido a esa misión, me intentaron animar.

Juvia –Dijo cana acercándose a ella colocando su brazo sobre su hombro para acercarla- Vamos a beber para celebrar que terminamos nuestra misión hoy.

Juvia no debería beber –Respondí con una leve sonrisa- tal vez en otra ocasión.

Vamos juvia anímate a tomar una conmigo –Rebatió mi respuesta mientras me dirigía a la barra donde estaba atendiendo Mirajane- Mira, pon por aquí dos jarras de cerveza.

¡Voy! –respondió dejandole una jarra a su hermano elfman que nos miraba sonriendo.

¡Así deben ser los hombres! – Gritó levantando un pulgar.

Juvia no es hombre... - Contesté con una gotita de sudor por mi rostro.

Mirajane nos dejó dos jarras de cerveza en la barra y empecé a beber con Cana para celebrar la última misión que llevamos a cabo con éxito. El beber me serviría para olvidar a

Gray-sama por un momento pero no eternamente.

Llevaba ya dos jarras y ya estaba algo ebria, sin embargo Cana parecía estar perfectamente, el alcohol no afectaba a su delgado cuerpo.

¿Por qué Gray-sama se fue abandonando a Juvia? –Empecé a balbucear entre gimoteos y llantos- Gray-sama es idiota, nunca cuenta con Juvia...

Ju-Juvia, creo que te has pasado bebiendo –Respondió cana viendo preocupada a mirajane que negaba con la cabeza.

Juvia lo comprende, Gray-sama no Ama a juvia... -lloraba sin parar, ¿a consecuencia del alcohol? No... sabía bien la respuesta a su distanciamiento, me había abandonado en aquel gremio sin pensar en lo sola que me podía sentir sin él y no le importó, me había pedido que esperara pero... ¿cuanto más pretendía que le esperase? Había comenzado a cansarme de esperar.

Cana había decidido acompañarme a mi habitación en la residencia femenina del gremio, caminando por las frías calles de magnolia... la nieve comenzó a caer y a derretirse en mi cálida piel, alcé la vista al cielo dejando una lágrima caer.

Gray-sama... -Susurré imaginándole en el cielo cuando oí unos pasos que se paraban frente a mi.

Dime Juvia –Me sorprendí al oír aquella voz, baje la mirada sorprendida y le vi mirándome fijamente con una leve sonrisa, su pelo estaba indudablemente mas largo y estaba más atlético que antes, era gray-sama después de tantos años el que estaba ahora frente a mi- Déjame con ella Cana.

Cana asintió y me dejo con él, los dos nos sentamos en un banco que había frente a un lago en magnolia. No podía creer que Gray-sama hubiera vuelto, le miraba de reojo y no me lo creía.

Lo siento Juvia... - Comenzó a decirme- Te dejé sola durante mucho tiempo porque tenía que volverme mas fuerte, mas fuerte para protegerte, mas fuerte para cuidar de ti, mas fuerte para responderte...

Gray...sama... -Susurré sin poder evitar derramar unas cuantas lágrimas.

He tomado una decisión Juvia –Empezó diciendo- Tras esta misión he comprendido lo que significas para mi y eso ha llevado a que toma una decisión importante al respecto.

Me quedé en silencio escuchándole, estaba nerviosa, sentía miedo... pero necesitaba oír aquellas palabras y sobre todo, oír lo que tanto deseaba, aunque siempre tuve el miedo de que Gray decidiera no seguir al lado de juvia.

Primero quiero decirte que he sentido mucho tu ausencia Juvia –Continuó diciendo y me cogió de la mano- También quiero decirte que yo... -se hizo el silencio y repentinamente las mejillas de Gray-sama se tiñeron de un color rojizo que le hizo ver tan lindo- Yo...a juvia... esto...

Gray-sama ¿que pasa? –Pregunté sonrojándome y poniéndome más nerviosa.