tres

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C  A  L  L  I  O  P  E—Stanley Barber—

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C  A  L  L  I  O  P  E
—Stanley Barber—

[CAPÍTULO TRES: “BARROS”]
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—Syd… ¿Estás bien? —pregunté acercándome a ella.

Sydney se giró y me vio, la sangre en su cuerpo ya se había secado completamente por haber estado corriendo.
En su mirada podía notar lo asustada que estaba al igual que yo.

Querido, diario… necesito gustarle a Stan.

Caminé por los pasillos de la escuela, nadie posaba su mirada en mí, ya que ese día, por alguna extraña razón, había decidido ir vestido con ropa que cubriera todo mi cuerpo, hacía mucho frío, sí, esa era la razón.

Quizás si me vestía menos provocativa, Stanley fijaría su mirada en mí por primera vez, pero no pasó. Suspiré frustrada y cerré mi casillero de un portazo.

Tocó el timbre indicando que era salida, fui por el camino rápido hacia mi casa, no soportaba estar usando tanta ropa, necesitaba mostrarme, además, tenía demasiado calor.

Llegué rápido a mi casa y me cambié inmediatamente. Poco después de haber conocido a Stanley, descubrí que él trabajaba en el boliche, así que un día a la semana, iba a ese lugar, y pretendía saber jugar, aunque no fuera cierto, ya que pretendía ser buena usando mis poderes.

Me puse mis botines negros y mi collar de perlas, éste último me lo regaló mamá un día antes de que la policía la encontrara muerta.

Tomé las llaves de mi casa y caminé hacia el boliche, al llegar, caminé con mucha confianza hacia el mostrador para pedir unos zapatos, Stanley estaba ahí, limpiándolos.

—Hola, Stan —saludé mostrando una sonrisa.

Él sonrió al verme.

—Hola, Callie —sonreí al oírlo decir mi nombre—. ¿Vienes sola?

—Sí, como siempre. Creo que es obvio que necesito nuevos amigos —dije al ver cómo mis viejos amigos entraban al establecimiento, qué casualidad de la vida.

—Yo podría ser tu amigo —dijo de pronto, yo me volteé a verlo, ¿Acaso el chico del cual estaba enamorada me había dicho que quería ser mi amigo?—. Claro, si tú quieres.

Yo sonreí.

—Sí, seremos amigos —dije mirándolo, tomé los zapatos sobre el mostrador y me los puse, le entregué mis botines después de haberlo hecho.

Tomé una bola y miré fijamente a mi objetivo, sabía que iba a fallar, ya que siempre he sido mala en este juego, pero gracias a mis poderes, ahora era buena.

CALLIOPE ━ stanley barberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora