4.- visitas inesperadas

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- no te preocupes papi, todo estará bien, simplemente será un tiempo. Todo es por ambos, para que podamos tener un mejor futuro, quiero que estés bien y es la única forma.
- pero Amber, tú... no puedes sacrificarte por mi. Quiero que seas feliz con alguien en verdad no por compromiso.
- solo déjalo, esto terminará pronto y te prometo que con lo que gane trabajando aparte nos iremos de viaje a New York, donde siempre has querido.
- te amo mi amor, cuídate y no hagas cosas que no quieras.
- te lo prometo padre, eres lo más importante de mi vida y quiero que estés bien.

Termino de platicar con mi padre y salgo al pasillo del hospital donde rompo a llorar, ver a mi padre así me pone mal pero evito llorar frente a él.
- oye, tranquila, ven que te ayudo- unos brazos me levantan de donde estoy llorando y me abraza, aún en sus brazos sigo llorando- no llores bonita, todo irá bien ya verás.
Me separo de él y me volteo para limpiarme la cara, volteo y lo miro, es un hombre muy apuesto y su sonrisa deslumbra, trae puesta una bata de doctor.
- Gracias, lamentó haber arruinado tu bata- señaló la marca de rímel que quedó en su bata- y haberte quitado el tiempo.
-oye no te preocupes y esto quedará como que una mujer hermosa me abrazo.
Sonreí.
- sonreíste, mi misión esta echa, quieres ir a tomar un café?
- vamos.
Caminamos hasta donde está la cafeteria del hospital y nos sentamos.
- dime, a quíen tienes aquí.
- mi padre, fue trasladado esta tarde para ser operado mañana temprano, fue difícil obtener un lugar aquí.
- si, es un hospital muy prestigioso y dime cuál es tu nombre o prefieres que te llame Bonita.
- Norah, puedes llamarme Norah y debo irme, tengo que trabajar.
- claro, yo me llamo Louis y me agrado conocerte, espero que nos encontremos en otra ocasión- le entrego una servilleta y salgo de la cafetería, los guardias que Ethan me puso estaban buscandome y si me veían con otro hombre, seguro que le decían.
- estoy aquí- los gorillas voltean y se acercan a mi, comienzo a caminar y estos me siguen.
- el jefe ha dicho que después del hospital fuera a su casa a acomodar sus cosas ya que se tiene que mudar hoy mismo.
- Gracias.
Al instante recibo un mensaje en mi teléfono, lo saco de mi bolsa y reviso.
Número desconocido
    Espero verte pronto.
  -Louis
Sonrió a la pantalla y bloqueó el celular cuando me doy cuenta que estamos llegando al auto, subo en la parte trasera y el auto se pone en marcha no tardamos nada en movimiento cuando el auto se detiene.
- señorita, debe cambiar de auto, El señor Ethan la espera en el automóvil que está en frente.
Uno de los muchachos me abre la puerta y me ayuda a bajar, este camina a mi lado hasta llegar al auto de Ethan, un Mercedes color rojo.
- hagan lo que les pedí y nos vemos en la casa.
La puerta es cerrada y yo me coloco el cinturón y nos ponemos en marcha.
- a donde vamos?
- es una sorpresa.
Miro por la ventana y nos empezamos a meter a la zona residencial, la zona de las personas con dinero, donde las casas son impresionantes y cada una tiene su propio estilo y dinero invertido.
- bienvenida a tu nueva casa- dice- el lugar donde vivirás conmigo desde ahora.
En frente había una hermosa casa, una casa que se diferenciaba de las otras por su arquitectura y porque era la única que tenía la piscina en la parte delantera, era una casa estilo playera y una casa muy hermosa.
- vamos que te llevo a tu habitación.
- dime que puedo elegir o al menos que es una en la parte baja.
- si, tú habitación es en la parte baja, las de arriba son para los huéspedes.
- ooh, tu casa es enorme y muy hermosa.
- lo sé.
Ruedo los ojos y decido caminar, esto es enorme y me encanta, me enamore de la casa, al entrar me enamoro más, la casa es rústica por dentro, toques de madera, los vidrio que tienen vista a la piscina, cada uno de los adornos y diseños son espectaculares.
Trato de no mostrar más mi impresión por la casa y sigo al cubito: si, he decidido llamarlo así ya que el es igual de frío que un cubo. Muy imaginativo.
- este será tu cuarto, el fin de semana mis padres vendrán a una comida con unos amigos y mis hermanos también vienen. Así que mamá propuso un fin de semana juntos.
- vale.
- no te instales por completo aquí, el fin de semana deberás dormir conmigo, debo irme a trabajar. Te quedas en tu casa-este me guiña un ojo y yo ruedo ambos.

Por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora