Parte 3-Final

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La angustia y pesar en las fechas siguientes no pintaban a tener ninguna intención de mejorar a bien, por el contrario, empeoraban constantemente. Llevándolo a esforzarse más y más con la única finalidad de realizar su día a día con normalidad sin levantar sospecha alguna. Especialmente cuando se trataba en ir a caza nocturna con los jóvenes de la secta. Cada vez le demandaba esfuerzo extra para realizarlas con éxito, pero la cantidad de veces que salía se volvía menos. Por fin llego a un punto en que el cansancio y el dolor de su cuerpo no le permitió acompañar a los Juniors acompañarlos, se sentía tan inquieto al preguntarse si algún día podría volver a acompañarlos, no se imaginaba vivir con semejante dolor y cansancio el resto de su vida.

Los problemas claramente no querían terminar todo lo contrario, las cosas no terminaban ahí, importante o no su humor trasmutaba rápidamente a diferentes estados siendo el más dominante la ira, su enojo se volvía bastante fácil de provocar, el llanto fue quien seguía en la lista llegando a llorar por pequeñas cosas. Teniendo como victimas principales de tales cambios a Lan Wangji y a los dos jóvenes que siempre convivían bastante tiempo. lloraba o enojaba incluso llegando a confundir demasiadas veces a su esposo. La última vez fue cuando ambos se hallaban cenando juntos y de forma espontánea Wei Wuxian se levantó molesto dejando en la solead a Lan Wangji sin ninguna explicación. Tantos cambios drásticos y con la figura distorsionada de Wei Wuxian con eso los rumores no se hicieron esperar además de preocupaciones viniendo de la gente más cercana a él.

Su siguiente tema fue cuando noto un incremento de peso considerable en el último mes su estómago comenzaba a curvearse ligeramente. En cuanto comenzó a notar su subida de peso inmediatamente se alertó, podía ser un hombre, pero no significaba que no cuidara de su apariencia sobre todo estando casado, en un inicio imagino mil maneras de ocultarlo de Lan Wangji ante la vergüenza que sentía con tan solo imaginar lo que pensaría si este lo descubriera, pero sus planes terminaron siendo por completo innecesarios. Las cosas se volvieron cada vez peor que su "Todos los días" ya no significaba todos los días, se limitaban a dormir y abrazarse, pero a veces Wei Wuxian prefería de abrazar una almohada que a su propio esposo dejando noches incluso sin un abrazo mutuo.

Alarmado de inmediato comenzó a someterse a dietas rigurosas y ejercicio, pero por la misma razón que le costaba llevar a los jóvenes de casería le dificultaba llevar el ritmo de los ejercicios sin importar su sencillez.

Esa mañana en específico no quería ver la cara de nadie, sin decir nada salió del receso de las nubes hasta donde pudiera estar en completa soledad, no tenía fuerzas ni siquiera para maldecir, caminaba con dificultad sosteniéndose de árboles que encontraba en su camino para no caer, agradecía al menos estar en gran variedad.

Sí que quería algo diferente, un cambio de aire no obstante confirmaba con todos sus huesos que parecía una pésima broma el estar enfrente de un rio, comenzaba hasta fastidiarse cada vez que se acercaba al agua pasaba algo malo. La única razón por la cual no gritaba de su frustración era la misma por la cual no se alejaba de una vez se encontraba agotado justo en el momento menos indicado.

Planeaba descansar sobre unas rocas planas al menos hasta sentirse mejor o que pudiera por lo menos levantarse. La vida gustaba de jugarle en el momento menos indicado pues no mucho después de haberse sentado los pasos lentos pero firmes se acercaban a él, imaginando en un principio cuatro principales opciones entre ellas Lan Wangji, JingYi, SiZhui o Wen Ning pensando en la lógica del momento, igual lo recibiría con indiferencia.

— Wei Ying, Es extraño verte solo – La voz áspera y seria le hizo reconocer demasiado fácil a su nuevo acompañante no deseado incluso sin voltear, el viejo Lan QiRen llego en un momento para nada favorable, se cuestionaba porque alguien como Lan QiRen estaría en un lugar tan apartado, solo el estar tan lejos decía a gritos que deseaban estar en solitario

Nunca lo sabréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora