El batman que rie

Capitulo I: Destruir o ser destruido

Es de tarde en la ciudad de nueva york, las autoridades investigan el caso de una nueva presunta "droga", esta droga es tan fuerte que puede cambiar el estado de ánimos de la persona quien la ingiere, pero las autoridades no piensan que se trate algo mas que un tipo de droga nueva, la ciudad permanece tranquila, solo unos pocos casos son los que se han presentado, es un día cualquiera para los newyorkinos de la ciudad. En un apartamento, para ser un poco mas preciso en la sala de dicho apartamento cuatro personas se encuentran charlando, uno que observa desde el exterior puede asegurar que es solo una reunión normal de estas, asuntos de trabajo, planes de fines de semana, debatir sobre los problemas familiares que transcurrieron en esta semana, ya saben cosas que cualquier persona normal haría o discutiría, pero ese es el problema, este no es el tipo de persona normal del que todos ven caminar al salir de su casa, no, este no es ese tipo de problemas normales al que todos  se ven enfrentados días tras día preocupados por la comida de hoy, seria absurdo si dijera que sus vidas son normales...

—Entonces, insinúas que alguien esta seleccionando a estas personas, para luego drogarlas y todo esto...para llamar la atención—dice Danny Rand, mejor conocido como el puño de hierro.

—No, te equivocas Danny, yo no insinuó nada, las victimas son seleccionadas por alguien, los afectados tienen un historial excepcional y algunos se dedican a la vida religiosa, es muy sospechoso que día a otro decidan drogarse—contesta algo malhumorada Jessica Jones.

—Bueno, pero en verdad tu no sabes Jess, la gente puede cambiar en un día...—menciona Luke Cage, mejor conocido como el hombre de piel irrompible.

—No lo se, quizás alguna decaída—contesta Jessica.

—Es probable, pero la mayoría de estas personas no, no de este tipo, incluso si les hubieran ofrecido la droga no hubiesen aceptado, he sido abogado en algunos casos, sus signos vitales son mas acelerados, pero estas personas ya no son normales o  al menos como lo eran antes—Opina Matt Murdock o el diablo de Hell's Kitchen.

—Pero eso no contesta el porque decidieron drogarse—contesta Danny.

—Eso no es todo—añade Matt—He hablado con algunos de los familiares de las victimas, aseguran que no tenían algún tipo de preocupación o motivo por el cual drogarse, todas ellas eran buenas personas.

—Y aun así Matt si hubiera alguien detrás nadie nos creería—repele Luke—la policía se empeña en no prestarle atención.

—Ellos no Luke, pero nosotros podemos hacer algo—dice Danny— ¿Es por eso la llamada no Jessica? ¿necesitas nuestro apoyo?

—Los llame para que estén al tanto, pero al parecer solo pierdo mi tiempo—contesta Jessica con los humos de fuera.

—No lo se Jess, —contesta Luke tratando de calmarla—quizá solo sea una droga nada mas...

—Los traficantes ganan haciendo adictos a los que la prueban, este sujeto... no gana nada.

—Es cierto, estos últimos días he estado escuchando voces en mi cabeza—cuenta Matt—cinco días exactamente, y todas esas voces me condujo a uno de ellos y este tipo... sabe quien soy.

—¿Que?¿Es en serio Matt? todo este tiempo callado, pudiste haber dicho eso desde un inicio y así sacarnos de dudas...

—¡Bien!—exclama Jessica—¿ahora me creen?

—Entonces...¿que?, ¿tenemos que trabajar juntos...?, ¿de nuevo?—pregunta Luke—Esta bien Jessica, haré lo que pueda por encontrar a este tipo, ¿pero por donde empezamos?