-Está bien, muévete- Le dije a Karma.
Sabía que si no se lo decía no lo haría y empezó a tocar mis paredes y entró muy poco a poco. Mi cuerpo reaccionaba de manera que no pudiese estar relajado pero yo lo intentaba y lo estaba consiguiendo.
Karma se dió cuenta de que aceptaba bien su dedo y decidió continuar con otro.
-Nagisa, esto es más complicado, ¿Soportarás dos a la vez?-
-Claro, tengo que relajarme sólo-
-¿Voy con otro entonces?-
-Por mí la puedes poner ya dentro-
-¡¿Qué?!-
-Llevas bastante lubricante y yo también, no creo que vaya a pasar nada. Y además... Sólo yo he sentido placer y tú todavía no has soltado nada...- dije eso y me acerqué a su oreja para susurrarle. -Déjame darte placer-
Al decirlo Karma se sonrojó y giró rápido su cabeza hacia mí para mirarme a los ojos y yo le sonreí, esa sonrisa era de 'no te preocupes, estaré bien'.
Y Karma agarró mis nalgas y me puso en una posición bastante cómoda, él estaba encima de mí esta vez y yo tenía mis piernas rodeándolo a él.
-Nagisa-
-¿Qué?-
-Cuando quieras que pare... Sólo dilo y lo haré-
-Estaré bien, no te preocupes, tómame de una vez- Eso último lo dije con una sonrisa burlona y besé sus labios.
Hizo lo que yo le dije y empezó a hacer que su miembro y mi entrada empezasen a rozarse y poco a poco cada vez la temperatura era mayor y Karma sin previo aviso lo introdujo dentro de mí.
Era grande, enorme podría decir y sentía como si su tamaño fuese creciendo más y más y Karma no se movió. El gemido casi gritando que solté era de dolor y placer a la vez, era algo tan difícil de explicar que si lo hiciese no me entenderían.
-¡¿Estás bien?! ¡¿Te duele mucho?!- Dijo Karma en tono preocupado.
-Estoy genial, continúa- Dije un poco dolorido pero no me importaba ese dolor.
Karma quería embestirme contra ese sofá hasta oír como gemía su nombre mientras que un orgasmo recorría nuestros cuerpos, pero si no lo hacía era porque no quería lastimarme más de lo necesario.
Estuvo quieto un instante, me sonrió y con su cabeza junto a mi cuello empezó a moverse de manera muy suave, indolora y placentera. Empezó a gemir en mi oreja y yo decidí hacer lo que él tanto quería pero que por la razón de no querer hacerme daño no dijo.
-Karma- dije en voz seductora en su oído- Eres muy blando, embísteme de una vez como de verdad sabes-
Mi mirada seductora sedienta de placer se cruzó con la de Karma de incredulidad. Al fin pude ver esa sonrisa burlona que tanto me molestaba y a la vez me ponía a mil.
-Como tu quieras chico duro- Dijo y ahora sí empezó a embestirme como él sabía y empezó a hacerme gemir como él sabía.
Nuestros gemidos hicieron que todo ese salón sonase de la manera más sensual posible y Karma tardó poco en llegar a tocar mi punto más débil y yo al sentir que estaba cerca gemí y le dije.
-¡¡Karma sigue!! ¡¡No te detengas por favor!!-
Esos gemidos eran casi gritos y a ellos Karma respondió.
-¡No lo haré Nagisa! ¡Estoy a punto de llegar!-
Y al fin llegó a ese orgasmo que los dos tanto esperábamos y se vació dentro de mí y yo me retorcí de placer. Karma se desplomó sobre mí y se quedó junto a mí y mordió mi oreja, después dijo.
-Nagisa-
-¿Qué?-
-Te amo-
-Karma-
-¿Qué?-
-Yo también te amo-
Le sonreí y besé su mejilla. Y así fue nuestra primera vez.
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+Y bueno, eso fue todo y espero que les haya gustado
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Enfermito [Karmagisa]
Fiksi PenggemarUn día en el que Karma estaba tumbado con fiebre... Nagisa no sabía lo que le esperaba en ese sofá en el que estaba tumbado (Las imágenes no son mías, las encontré por ahí :v) Esta historia no tiene nada que ver con su respectiva serie, al igual que...