Herencia

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Cuando las batallas Celtas comenzaron a terminarse, ciertos grupos pequeños migraron a la nación de Arcano Gento, ubicada en América Latina y tuvieron descendientes a quienes criaron con pequeñas costumbres. Con el paso de los años estas pequeñas tribus fueron desapareciendo hasta que sólo quedo una familia con la sangre guerrera... Una chica de dieciocho años conocerá un poder increíble.

— ¡Mamá no me gusta lo que estás diciendo! —dijo una jóven llamada Rosie Nash, quien hablaba por teléfono en un pequeño terreno baldío.

—Lamento que te hayas enterado así... Nuestra gente perfeccionó el arte de la geokinesis y ahora eres nuestra última heredera —le contestó su madre, ella se encotraba al otro lado de la llamada, en una cama de hospital, su voz era débil y cansada.

Rosie es una chica algo tímida, su rostro de piel clara, ojos cafés y cabello castaño y ondulado. Ella tenía un plan a futuro, ir a la universidad y estudiar una carrera que aún no elegía. Hace un par de meses un ladrón irrumpió en su hogar, le disparó en la columna y por poco muere. Su madre la salvó de dicho destino, usando artes de geokinesis. Aquel mal nacido falleció tras ser aplastado por una pared de dos metros. Los policías dedujeron que el muro tenía desperfectos en los cimientos y por eso se cayó. Después de todo nadie sospecharía de una mujer de 40 años con aparentes problemas en la espalda.

La chica, algo asustada, extiende su brazo, abre la mano y mira como pequeñas partículas de tierra empiezan a flotar. Su propia extremidad comienza a hacerce de barro y se desprende poco a poco de ella. Escucha un ruido y se desconcentra, su cuerpo toma su color natural, parece que no le pasó nada.

—Señorita debe salir de aquí, este es un terreno privado —dijo un guardia detrás de la chica.

— ¡Sí! Claro, yo lo lamento, sólo vine a contestar una llamada —contestó ella mientras tapaba su celular para que su madre no escuchará eso. Se dirigió a su auto y arrancó.

— ¿Todo bien hija? —le preguntó su madre al ver que no contestaba.

—Todo está bien mamá —respondió con algo de estrés—. No debiste usar tus poderes para curarme, mira como te dejó eso. Yo hubiera preferido estar en tu lugar...

—No hija. Yo decidí salvarte la vida, eres una "Celgen", al igual que yo. Tú ADN tiene la alteración de nuestra gente. Por eso tus huesos pueden regenerarse con partículas de tierra y al usar mis habilidades contigo activé tus genes únicos —le contó su madre.

—Eso te puso así... Ni siquiera sé si quiero estos poderes —ella se ha sentido confundida desde aquel día.

—Escucha mi niña. Yo te di mis poderes, pero, tú no eresaquello para lo que te hicieron. Tu eres algo más grande, eres lo que decidas ser. No tienes que demostrarle nada a nadie, decidas lo que decidas,

GeoWomanWhere stories live. Discover now