Ella es...

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Han pasado algunas semanas desde que Rosie adquirió sus poderes, ella comienza a sentirse cómoda con dichos.

—Me da gusto que hayas decidido hacer ejercicio hija, tu cuerpo ya lo necesitaba, pero... ¿Hay alguna razón en particular? —preguntó la madre con incertidumbre. Sentada en su silla de ruedas, viendo a su hija hacer barras con un tubo de acero en el patio de su hogar.

— ¿A qué te refieres con que mi cuerpo lo necesita? Bueno es igual. Tú dijiste que estos poderes son mi herencia, así que pensé en utilizarlos para un bien mayor —dijo Rosie motivada—, mamá quiero ser una heroína.

La madre algo atónita se quedo callada por un par de segundos.

—Me da gusto que quieras hacer un bien al mundo —dijo la madre tratando de no romper sus ilusiones—, pero creo que quizá te estás precipitando un poco. Todavía no dominas tus poderes al completo y pelear contra criminales de verdad puede ser más peligroso de lo que crees.

— ¡Mamá! —dijo Rosie y paró con su ejercicio—. Ahí afuera hay guardianes de colores llamativos, hay vigilantes encapuchados y mujeres con el poder de las estrellas. Hacen una diferencia en el mundo con las habilidades que tienen, yo no quiero ser una excepción.

—Rosie... No sabía que tenías esas convicciones —la madre quedo sorprendida.

—Toda mi vida he querido ayudar al mundo, creí que podría hacerlo siendo alguien de provecho, pero esto que ocurrió, estos poderes, son algo más y estoy emocionada por descubrir de lo que soy capaz —dijo Rosie decidida.

—Muy bien... Tal vez ya estás lista —dijo la madre y con su silla se dirigió a su recamara. Ahí buscó una vieja maleta, deslizó el viejo cierre y antes de abrirlo—, Esto es algo que guardo desde hace muchos años, lo uso la madre de mi bisabuela y lo tengo por si alguna vez lo necesitaba. Yo nunca lo use, pero ahora entiendo que lo guardaba para dártelo algún día —dijo la mamá con cierta nostalgia—. Antes de pasarlo a tus manos, quiero que me prometas que lo cuidarás, nada de andarlo perdiendo, no quiero despertar un día y que me digas "¡¿Dónde está mi super traje?!" Fue un obsequio de mi madre y ahora es tuyo.

La pequeña Rosie miró algo increíble. Era un traje tiene unos pantalones hechos de malla color rojo magenta claro, con una cinta de artes marciales alrededor de su cintura color rojo vino. Tiene una pechera color violeta. Su máscara es parecida a la de los pasamontañas, de color fucsia rojizo, en la parte de los ojos tiene un antifaz color purpura. No tiene mangas, ni usa guantes, pero en las muñeca tiene un par de brazaletes color dorados con unos cristales negros incrustados del tamaño de una cápsula en posición vertical.

—Prometo cuidarlo mamá, pero le quiero hace un cambio. La geokinesis están importante para nuestra familia, que he decidido llevarlo en el nombre. Yo seré Geowoman, la última Celgen —dijo Rosie.

GeoWomanWhere stories live. Discover now