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Jimin revoleó el control remoto con esfuerzo al quinto intento de prender el televisor

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Jimin revoleó el control remoto con esfuerzo al quinto intento de prender el televisor. Estaba aburrido y solo, no tenía ánimos para poner música y tampoco energías para hundirse en su dolor otra vez. Yoongi se había ido muy temprano por la mañana, dejándole el desayuno y el almuerzo preparados.

Ni siquiera quería comer, el sólo recordar lo ocurrido el día anterior lo avergonzaba y hundía en la tristeza aún más.

» Yoongi se recostó en la cama con Jimin sobre su pecho y dejó que este llorara todo lo que necesitaba, no lo interrumpió, simplemente acariciaba su espalda y cabecita cada vez que este temblaba o tosía.

Sólo lo consolaba, era lo único que podía hacer.

—Y-Yoonie —murmuró su pequeño, a punto de caer dormido por el agotamiento. Yoongi gruñó y se removió, tratando de mirarlo.

—¿Sí, bebé? —inquirió, preocupado por su bebé.

—Tu corazón late rápido —susurró Jimin, apoyando su oído contra el pecho de Yoongi. Sentir sus latidos y su calor lo estaban reconfortando muchísimo. Era todo lo que necesitaba.

Yoongi suspiró profundamente y asintió, cerrando los ojos.

—Jimin —susurró, a punto de caer dormido.

—¿Sí? —Jimin levantó su cabeza, para mirar su rostro, mas sólo podía ver la línea de su mandíbula.

—Prométeme que intentarás estar mejor —rogó, y Jimin no podía creer que la voz de Yoongi estuviese quebrada. ¿Iba a llorar por él?

—Lo prometo —aseguró, aferrándose a la camiseta de su mayor. «

Cerró los ojos dejándose caer entre los mullidos almohadones del sofá. Yoongi no le había dejado con muchas opciones para poder matar el tiempo, y para peor, había metido en una caja sobre una repisa todas las reglas. Bien, eso estaba justificado, ya que Jimin se la pasaba revisando su altura, pero seguía siendo una privación a sus libertades.

Quizás estaba exagerando un poquito.

El pequeño saltó como resorte al oír el sonido de unas llaves en la cerradura y corrió hasta la puerta, encontrándose a Yoongi totalmente cansado abriéndola.

—Hola bebé —susurró el mayor, dejando sus cosas al lado de esta y lo tomó entre sus manos, acercándolo a su rostro—. ¿Has estado bien?

Jimin asintió, mas la culpa por tener a Yoongi tan preocupado por él, cuando este apenas si podía con su vida luego de trabajar, lo hundió aún más de lo que ya estaba.

—Te he extrañado —respondió Jimin, sonriéndole. Yoongi suspiró profundamente antes se sonreírle de vuelta y darle un beso en la cabecita. Al menos así evitaba preocupar a su protector.

Cuidando a un Mini Jimin [Yoonmin] [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora