Willy estaba cabreado, ¿como se atrevía a decirle aquello? ¿Él un sumiso? ¡Jamás! Solo sabía que no obedecer sería malo.¡Mierda, esa era la definición exacta de sumiso! - pensó mordiéndose los labios con rabia.
Su cabeza maquinaba a mil por hora intentando planificar su siguiente movimiento. Sabía que estaba a unos pocos pasos de encontrar al lobo nocturno, de atraparlo y de llevarlo ante Merlon.
Tenía a Fargan prácticamente comiendo de la palma de su mano, solo faltaba un poco más y terminaría abriendo la boca.Pero a la vez tenía las palabras de Rubius clavadas en su cabeza.
- Maldito seas Rubén...- dijo entre dientes. - ¡Malditos sean tu y Merlon!
Su voz resonó en toda la habitación vacía a excepción de él.Caminaba hacia el bar meneado las caderas y silbado con felicidad. Anoche fue una gran noche, tuvo sexo con William o Guille, como le gustaba llamarlo en su cabeza.
Sonreía socarrón al saberse vencedor, tenía al muchacho de rodillas frente a él; en cualquier momento descubriría que buscada de Vegetta y el burdel.
Entró al bar y observó a algunos de los bailarines practicar sus movimientos para esta noche, contrataron el lugar para una despedida de soltero y debían tratar a sus anfitriones debidamente.
Alex también está allí, supervisando minuciosamente y corrigiendo los errores de aquellos muchachos y muchachas. Ese trabajo era generalmente de Fargan pero el chico lo cubría cuando este no estaba.
- Alex.- canturreó una vez estuvo a su lado.
- Fargan. - le respondió seco causando una risa del contrario.- Que seas el dueño del circo no quiere decir que no trabajes.
- Dueño del zoológico Alex, del zoológico.
Alex lo miro con confusión. - ¿zoológico?
- Si, porque en los circos no se pueden tener delfines, dah.
El menor le golpeó el brazo con fuerza y lo maldijo de mil formas, estaba cansado de que se burlaran de él por su risa. - Eres un gilipollas. Te quedas aquí con estos, yo me piro.
- Eh, eh, no. - Lo tomó del brazo. - necesito hablar con Vegetta, ¿donde está?
Alex se cruzó de brazos y lo miro con cansancio. - Fue con el chico ese, nos dijo el otro día.
Por más que se esforzará, Fargan no recordaba ese momento. Solía tener muy mala memoria. - Ah, bueno. - se encogió de hombros. - ¿cómo te va a ti con tu pichón?
Frunció las cejas. - ¿de qué hablas?
- Aw, ¡vamos! Del señor policía sexy.
Alex no era tonto, sabía de quién hablaba pero se negaba a contarle de él y también a admitir que la palabra "sexy" salir de la boca de Fargan le molestaba. - Ah, ese. No lo he visto desde que lo trajeron aquí.
Fargan se carcajeó. - ¿crees que soy tonto? - ignoro el "Si" de parte de Alex. - ¡Lo he visto! Ha vuelto unas diez veces desde entonces y se que no soy el único que se dio cuenta; a parte, me percaté que te paseas al rededor suya. - puso las manos sobre su cadera. - ¿verdad que soy muy observador? ¡Debería ser policía! ¿Podrías hablar con tu noviecito y darme una mano?
- ¡La única mano que te daré será en forma de puño!
- ¡Ajá! No negaste que es tu novio.
Alex estaba rojo de la furia y de vergüenza. - No somos novios, estupido.
- Entonces ¿por qué tan familiarizado con él?
Se quedó en silencio sopesando si contarle o no. Fargan era un idiota y mayormente se la vivían jodiendose entre ellos, pero al final del día era alguien confiable y que de vez en cuando daba buenos consejos. - Va a la misma cafetería que yo... me lo encuentro a veces.
- ¡Oh! Que románticos...- canturreó Fargan llevándose un nuevo golpe de parte del menor.- ¿y?
- Y nada, hablamos de vez en cuando. - otra pausa. - Es simpático.
A ver, que era mentira. Simpático era decir poco, a Alex le caía de maravilla, le hacía reír y su presencia no le molestaba como la mitad de las personas que conocía. Se sentía bien estar con él, era pacífico.
- ¿Te gusta, Alex?
- ¡No! - gritó con seguridad fingida. - Aparte solo nos conocemos desde hace unos meses y no es de confiar.
- ¿Y qué? Pregunté si te gustaba no si te querías casar con él. - se encogió de hombros. - Piensa en eso Alex y si la respuesta es si, diviértete hombre, vas a llegar a los cuarenta con los huevos azules.
Gruñendo maldiciones y amenazas de muerte, Alex se fue de allí con la risa de Fargan de fondo.Luzu volvió a su casa sintiendo un yunque en sus hombros. Estaba casando ya de la alcaldía, hoy tuvo reuniones con los principales inversores para la ciudad y con el director de medio ambiente que se quejó sobre la falta de árboles en la zona.
Estaba de acuerdo en eso, faltaba lo más esencial para la vida. Tenía que movilizarse en ese sentido pero los cultivos y las semillas debían ser miles y no contaba con el dinero necesario para pagarlo y se negaba a subir los impuestos.
Suspiro pesadamente mientras se echaba en el sillón.Pensó en Manolo, apodo que le dio a su hijo, quien se suponía debía volver de visitar a su madre en breves.
Ay, Lana...
Ella fue la mujer de su vida. Era todo lo que siempre quiso, paciente, amorosa, graciosa, una mejor amiga. Pero lo había arruinado todo por una ambición estupida.
Luego de que naciera Manolo, Luzu se enfocó completamente en la alcaldía. Vivía más en su oficina que en casa y en lo único que se ocupó aparte de sus deberes como político fue en Manolo y su infancia, dejando de lado su deber como esposo.
Lana lo soporto a él y sus actitudes por dos años, demasiado tiempo, pero luego le pidió el divorcio, tomó sus cosas y se fue.
La custodia la tenía Luzu a petición del menor pero Lana lo tenía Martes, jueves y fines de semana.
Al principio Luzu estaba destruido pero sobrellevó esto gracias a su trabajo y terminó convirtiéndose en alguien frío y apático.
Pero aquí estaba, tres años después sintiéndose un poco más a como era antes.
Y todo gracias a Auron, su psicólogo y amigo.Volvió a suspirar pensado en esa palabra.
Amigo
¿Realmente quería ser su amigo? La respuesta era un evidente si, pero ¿solo quería ser eso?
No, claro que no.Auron se había convertido en todo aquello que él quería en su vida, a su lado.
La vez que conoció a Manolo en aquella cafetería Luzu sintió un calor en su interior, ver cómo trataba a su hijo como si fuera suyo, con cariño y verlo sonreír como lo hizo. Fue muy feliz en ese momento.
Y Frederick...
¡Amaba a ese chiquillo!
Era una bola de cariño cuando tomaba confianza y él y Manolo terminaron siendo amigos.
No podía ser más feliz.El timbre sonó e hizo que saliera de sus pensamientos. Camino hacia la puerta y fue recibido por un abrazo de su pequeño.
- ¡Papi! - Manolo le saludo con una sonrisa.
- Hola, campeón.
Le sacudió el pelo e hizo que entrara dentro de casa. - Hola Luzu. - ahí estaba Lana, Tan radiante como siempre. - ¿como has estado?
Le sonrió. A pesar de todo lo que habían pasado y lo mal que se había portado, ellos seguían manteniendo una amistad. - Estupendo, ¿tu?
A la rubia le brillaron los ojos, hace tiempo que Luzu no se le veía tan bien. - Genial, trabajando y eso.
Charlaron un poco más y se despidieron con un abrazo.
- ¡Papi! - Manolo le gritó desde la sala de estar. - ¿cuando veremos a Frederick y al señor Auron?
- Pronto, mi Niño. - le respondió mientras se sentaba a su lado en el sofá y observaba las caricaturas.——————————-
Buenas
Antes que nada quería darles una disculpa porque tendría que haber actualizado este miércoles pero no lo hice por falta de tiempo, así que
¡lo siento!
Y a modo de compensación voy a preparar una maratón que bueno, les diré cuando será porque aún no la tengo preparada.
Esta semana y la anterior estuve súper estrés y ocupada, así que por eso ando sin creatividad y tal
Seguramente mañana o esta noche suba otro capítulo porque me sabe mal, pero no les prometo nada :(
Gracias por leer Gorrinos
Besos en el nudo de globo 🙆🏻♀️
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Ilegal {AU Karmaland} [Pausada]
FanfictionKarmaland era un lugar pacífico en todos sus sentidos. Era un pueblo poco conocido pero aún así a los habitantes no les molestaba. Eso hasta que encontraron la gran fuente de minerales bajo sus tierras y se convirtió en una ciudad. La ciudad de l...