Capitulo 9

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Un sonido cerca de la puerta despertó a la joven que yacía durmiendo hace algún rato al lado de una pequeña especie de chimenea.

—¿Quién anda ahí? ¿quien rayos esta allí?

—Hola muchacha solo quería... —la chica quedo asombrada no era un hombre cualquiera sino un Youkai, pero no se veía peligroso —¿puedes darme refugio por esta noche? no me temas por favor solo descansare por algún rincón sin molestar ni hacer ruido.

—¿Acaso estas herido? —la joven lo atendió y ayudo a acomodarse además le sirvió algo caliente, luego le presto algo de abrigo, el demonio de hablo y dijo que le daría las gracias —no es necesario solo hago algo bueno.

—Pequeña acaso no sabes lo mal que se miran los humanos entre mi raza y viceversa - algunos recuerdos de una estola, cabellos plateados y mejillas marcadas que también podía ver en el rostro del hombre —¿chica estas bien? —cuando ella volvió en si se disculpó.

Ambos se acomodaron junto al fuego y se fueron a dormir, pero la chica volvió otra vez a sus pensamientos, se sintió incomoda pues su mente era un torbellino de emociones, de recuerdos y su corazón estaba muy afligido de a poco fue calmándose hasta dejarla dormida.

Cuando despertó por la mañana aquel demonio ya no estaba, pero luego la puerta se abrió y traía comida, ropa y una especie de armadura.

—Bueno pequeña quiero compensar tu amabilidad y quiero darte un entrenamiento que te permita seguir viva más de lo que podrías hacerlo hasta ahora.

—Pero no es necesario —miraba algo extrañada la situación en sí pero el Youkai realmente estaba bastante decidido y convencido de que esto resultaría más que bien.

—Claro que lo es, ponte esa armadura y comencemos —ya tomaba posición de gran maestro.

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Sin darse cuenta en corto tiempo ya había mejorado varias técnicas, pero no lograba el máximo impuesto que era rasgar esa armadura, para lograrlo se sentía aún muy lejos y debía hacerlo pronto, pues habían impuesto cierta cantidad de tiempo.

Desde el primer encuentro ya iban varios días, semanas, quizás más de un mes y esta vez ella debía lograrlo pues le tenía algo de recompensa prometido para ella.

Era otro día, pero ya bastante tarde para aquel demonio que era bastante puntual cosa que le extrañaba bastante por lo que decidió volver a la cabaña, pero en el camino apareció muy campante - ¿ya era hora no crees?

—Hoy deberás lucirte no nos queda tiempo —Dejo algunos paquetes a un lado —hoy es tu gran día.

Lejos de ahí dos híbridos caminaban sin rumbo fijo, pero era como un paso cualquiera que cuando el menor de ellos lograra cierta edad, recordaría los concejos y palabras que el mayor le dedicaba.

—Dime tío, como crees que serían las cosa si tuviera a mi madre aquí.

- Con algo de suerte tu padre sería algo menos gruñón, aunque no es muy seguro eso tampoco pues ya sabes que es bastante especial – decía con sonrisa nerviosa —pero de todo lo que pasaría estaría feliz en todo momento, aunque claro que no lo demostraría del todo

—Tu conociste a mi madre verdad tío, cuéntame un poco de ese entonces, sería muy lindo.

—Claro era una niña muy linda, era el único ser con el que tu padre se permitía estar, que no fuera demonio claro, ella después de varios acontecimientos decidido en conjunto con tu padre que sería mejor que creciera entre humanos para desarrollarse plenamente lo que le quedaba de niñez, hasta volverse una verdadera mujer y ya que de grande podría decidir de mejor forma que era lo que realmente quería, bueno de hecho es más con quien quería estar finalmente, y desde niña se llevaba muy bien con mi esposa, con Sango y los niños de esta, sin contar de que era muy querida en el pueblo, que después de la muerte de kaede, que era la anciana que estaba a cargo de ella, siguió con tu tía, hasta que llego el día en que tu padre volvió a la aldea pero esta vez para obtener la respuesta de ella.

—Y ella decidido ir con mi padre, de verdad se tenían que querer mucho, mucho, para que a pesar de todo este tiempo juntos aun el sentimiento fuera mutuo.

—Sobrino mío quiero que sepas que siempre puedes contar con mi persona para lo que sea, no habíamos tenido tiempo a solas y esto se dio por que lo estuve pensando y hasta de cierta forma planeando hacer hace mucho, pero de verdad quiero que sepas que me preocupa mucho lo que pase contigo pues sé que tu hermana será siempre mimada por tu abuela y que tu padre será muy estricto, sé que de ti te esperara mucho más, pero a pesar de eso no eres un demonio por lo que debes saber que harás de tu vida, no quiero decirte que dejes todo pero sí que tomes algo de responsabilidad en lo que harás más adelante, no dejes que las responsabilidades de otro entorpezcan lo que realmente quieres y sientes.

—Tío creo que no entiendo todo lo que dices, pero realmente lo tendré en cuenta, pues entre híbridos supongo que después de todo tengo más en común contigo y mis primos que con mi propia madre o padre.

Caminaron de vuela después de comentar más sobre varios temas pero por extrañas circunstancias Irazue los había reunidos a todos en el salón principal para ese entonces solo quedaban los niños híbridos, Sesshomaru, Inuyasha y quien los reunió, cuando de golpe se abrieron las puertas en una ventisca y ante ellos un Inutaisho malherido de armadura trizada; estaban bastantes sorprendidos de que un espíritu se viera en aquel estado, de pronto detrás de él una cabellera negra se agitaba, Sesshomaru se quiso acercar, ese olor, esa esencia, lo estaba volviendo loco realmente no lo podía creer, era por fin ella, era la que estaba en ese lugar y sin poder controlarse en ningún sentido se dirigió a ella pero con cada paso lo iban convirtiendo en su forma de bestia, hasta que llegando la tomo con su hocico y salió corriendo con ella sin rumbo claro, su mente no pensaba en nada y su cuerpo se manejaba solo.

Los herederos del oesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora