Tiempo después :
La loba roja había tenido 5 cachorros con un tuerto de su manada, ambos se habían separado de la manada para criar a sus cachorros y crear una nueva manada.
Todos de color rojizo como su mamá, menos uno que era gris como su padre tuerto.
El primer mes de vida los lobeznos lo pasaron entre sueños, mamando la leche materna y aprendiendo a caminar.
También aprendiendo lo que mamá loba les enseñaba, como cambiar su alimentación y aprender a comer la carne que papá lobo le traía y mamá les daba medio masticada por ella para ablandarla.El gris era el más inquieto y peleón de todos sus hermanos y era muy distinto a ellos.
Los otros mostraban el color rojizo que habían heredado de su madre, llamados Lee, Ao, Toto y Red; el gris llevaba el nombre de Yoongi, pertenecía al nombre de uno de sus antepasados.
Yoongi fue el primero en aprender a dar fuertes patadas para tirar a cualquiera de los otros que anduviera cerca y el que tenía más ganas de escaparse por el agujero por el que entraba la luz.
Yoongi era, entonces, un lobato salvaje, feroz porque pertenecía a una raza animal que se alimentaba de carne y cazaba para comer.
La leche que mamó cuando todavía su vida era una llama vacilante, era carne transformada directamente en alimento.Ahora, cumplido ya un mes,empezaba a comer también carne, que la loba digería a medias y regurgitaba para alimentar a sus cinco cachorros, que ya exigían demasiado de sus pechos.
Lo que más le interesaba a Yoongi era, como dijimos, el agujero donde llegaba la luz. Y justamente allí era donde mamá loba no lo dejaba acercarse, porque ella sí sabía que su hijo era todavía muy pequeño para salir afuera de la cueva adonde un animal grande podría hacerle daño.
Desde el comienzo, de la aurora de su vida consiste, Yoongi se arrastró hacia la entrada de la cueva.Sus hermanas y hermanos hacían lo mismo. Mientras aprendían a reconocer dónde estaban, ninguno de ellos se arrastró hacia las partes oscuras de la cueva. La luz los imantaba como si fueran plantas. Sus cuerpecillos de cachorros se arrastraban ciegamente impulsados por la energía química solar.
Siempre iban hacia la luz y siempre su madre los tenía que traer de vuelta.
Además, Yoongi era el más malo de toda la camada. Podía producir un ruido áspero, como si se raspara algo, más sonoro que el de los otros cuatro. Sus rabietas eran mucho más terribles que las de sus hermanos y hermanas, y era el que más trabajo daba a su madre por su afán de escaparse por el agujero que dejaba pasar la luz.
Día a día crecía la fascinación que la fuente de luz ejercía sobre el lobezno Yoongi. Continuamente emprendía largas exploraciones hacia la abertura de la cueva hasta llegar a la distancia de un metro, que era cuando mamá loba lo mandaba a su lugar. Él no sabía que esa era la entrada de la cueva. No sabía nada acerca de entradas o salidas, ni acerca del camino que se recorre cuando se va de una parte a otra. Para el la entrada de la cueva era un muro de luz. Pero nada sabía acerca de ello, ni siquiera que existía algo más allá.
Después de un tiempo Yoongi se dió cuenta de que su padre ya no atravesaba ese muro de luz. La loba sabía lo que pasaba, ella había visto los despojos de el padre de sus cachorros.
Yoongi dormía y al despertar se dió cuenta que sus hermanos habían desaparecido. Sólo quedaba él y la loba roja.
La loba se vió obligada a ocuparse de cazar y el gris, como les pasa a todos los habitantes del bosque, aprendió a vivir con el miedo, supo que había cosas que hacían daño y debían ser evitadas y otras cosas buenas que se podían disfrutar.
Cuando su madre andaba cazando, Yoongi se pasaba el día durmiendo, y al despertar se quedaba en silencio, como mamá le había enseñado para no hacer ruidos que atrajeran a otros animales grandes a los que se les podría interesar comerse a un lobato pequeño.
Pero además, Yoongi crecía. El instinto y la ley de la loba lo mandaba a obedecer y no ponerse en peligro, pero el crecimiento le mandaba a desobedecer y buscar aventuras. Lo que más le había prohibido la loba roja era que saliera fuera de la cueva cuando ella no estaba. Y eso fue justamente lo que Yoongi hizo para demostrarse a sí mismo que podía hacerlo: caminó hacia la luz que llegaba de fuera y salió de la cueva.
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Colmillo Blanco (Min Yoon Gi)
FanfictionLos hombres y los lobos son dueños de la tierra helada en la que se desarrolla esta novela, y aunque tratan de no pelear entre ellos, a veces les toca enfrentarse y comprobar cuál de los dos es el verdadero jefe. Algo raro ocurre cuando un lobo salv...