† Capítulo 4 †

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|Cassian|

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|Cassian|

Rebeca hace acto de presencia en mi despacho, contoneando sus caderas y luciendo impecable como siempre. El vestido azul marino ajustado se le entalla al cuerpo como anillo al dedo.

Se acerca a mi puesto con una copa de vino blanco en una de sus manos, rodea el asiento de cuero antes de depositar un beso en mi cuello y sonreír. Yo sigo revisando los correos en la computadora sin ponerle importancia.

—No crees que al menos deberías hacer el intento de fingir que me soportas —dice cítrica antes de tomar asiento en el escritorio junto al aparato.

—No tengo porqué fingir o profesar algo que no siento —rueda los ojos cruzando sus brazos antes de mirarme con media sonrisa.

—Al menos hazlo más llevadero para mí, soy tu única salida para completar el tratado con mi padre —musita con una amenaza implícita.

Alzo mi ceja al mirarla.

—Agradécele al cielo que no le quité a tu padre su imperio a través de balas y sangre, estoy siendo benevolente al tratar de cumplir un pacto. No me tientes a volarte la cabeza junto con la de tu progenitor y apoderarme de todo como por arte de magia —su cuerpo se tensa al escuchar mi amenaza. —Sabes que tengo el poder de hacerlo, colabora con la buena causa porque no quieres vivir la mala.

Traga en seco antes de darle un trago a la copa y dejarla a un lado.

—Veo que no conoces el tacto ni te andas por las ramas —apunta con la voz rasposa.

Me rio sin gracia sin poder evitarlo.

—Te recuerdo, princesa americana, no estamos viviendo un cuento de hadas donde hay castillos y príncipes azules que irán a tu rescate —aclaro poniéndome de pie frente a ella, teniendo que levantar la cara para poder mirar la mía —. Esta no es la historia de amor donde yo me enamoro de ti y cambio por ello, tampoco es la historia donde mi pasado regresa y yo pongo mi vida para proteger la tuya. Esto es un simple negocio en el que tú, por infortunio estás involucrada.

—Pero... —trata de hablar pero la interrumpo nuevamente.

—Estamos en la mafia, princesa, no en el mundo mágico de barbie —finalizo girándome hacia el gran ventanal que me da una vista del panorama.

—Todos siempre dicen eso, que no tienen sentimientos ni corazón. Que la vida de un ser inocente no los conmueve y que no son capaces de amar —acusa en voz alta.

La miro sobre mi hombro con media sonrisa.

— ¿Por qué sigues pensando que soy igual a los demás? —se queda callada procesando mi pregunta —. Sé muy bien la historia de tu padre; salvó la vida de un drogadicto, se enamoró de tu madre, una desempleada sin futuro y se convirtió en el mejor padre del mundo. Su vida de mujeriego rompecorazones terminó con la llegada de tu madre, eso no significa que correrás con el mismo destino. Deja de reflejarme en él.

 Darkness +21 (1) |En edición|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora