MONOGAMIA

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—No puedes entrar con eso aquí-Miley señaló mi bolsa de bendel's con desaprobación—.Más si trabajas con la madre de Lowell.

Estaba al frente de una esas casas típicas de esta localidad al norte del estado de Nueva York, sólidamente construida a finales del siglo XIX. Todas las casas de la calle son parecidas -de estilo italiano, restauradas, caras. En la casa que nunca pensé venir después de cierto caso, menos cuando se trataba de un día donde tenía serios inconvenientes con mi closet. En este caso había tomado más calmado todo, mi elección había sido estrictamente premeditada. Lo tenía organizado una semana antes, y con todas mis fuerzas no la había cambiado a lo largo de ella. Para que ahora Miley diera uno de sus comentarios solo por la marca. Aunque tengo que admitir que no era de mis preferidas, solo que con lo difícil y costoso que resultó conseguirlo a mi gusto si podía pelear por ello.

La miré tratando de no decirle nada por su expediente, Miley no era la persona idónea para decirme nada de mis elecciones más cuando era capaz de confundir Marc Jacobs con Tom ford y Alexander Wang con Alexander McQueen.

Además el hecho de que mencionara a Lowell, me puso más nerviosa que el de comenzar a esta hora a arreglarnos. Por cierto ya eran las cuatro de la tarde y Reese no aparecía por ningún lado. Después de dejar a Lowell en su edificio todo quedó en un silencio incómodo y solo una vez hizo un comentario con burla por lo que él había dicho, aunque ella no sabía nada del beso. Tampoco le iba a mencionar el detalle porque me lo recordaría más de lo que yo quería.

Si tenía bastante suerte él lo olvidaría y no lo mencionaría, eso haría más llevadero todo.

Aunque si tomamos en cuenta las intenciones de ambos sería más que un largo cuento de mentiras y arreglos de última hora.

—¿Sabes lo difícil que es conseguir un Bendel's en estos días?— la demanda que había tenido años antes y su pérdida de millones solo hacía más costoso ese vestido, aunque gracias a un amigo que trabaja en la firma de una de las casas más conocidas, lo consiguió en un precio relativamente barato. Él solía darme muestras y restos de stock, aunque su puesto no era muy bueno.

Con él tenía un proyecto fascinante que me hacía mucha ilusión.

—Botarás eso cuando te muestre esto—¿Me tomó del codo y me arrastró al interior de su casa que por cierto no era muy modesta. Aunque era de esperar por lo que su padre era muy conocido en la política, un cargo que por cierto lo tenía desconocido en ese momento pero que si lo había oído hablar. Lo que me llamó la atención de eso es que ella fuera tan amante a desmascarar ese tipo de cosas, el periodismo y todo lo que conlleva. Por lo poco que había escuchado su padre no tenía muy buena fama.

Me llevó a su habitación y he de decir que me esperaba algo muy diferente, no posters y fotos de gente conocida de New york, padres de estudiantes The Loorge. En el instituto habían más personas con influencias de lo que pensaba. Pensé en ese momento que en realidad nunca le ponía cuidado a la gente en general, sus vidas no me interesaban en lo absoluto. Solo las de mis amigos. No me gustaba ser muy participe en cadena de chismes, no me gustaba ni que Reese me hablara mucho de las porristas.

Eso me recordó que ella estaba el tanto de todo, ¿lo sabría Reese? No, Harry lo sabría, o si no se hubiera puesto como loco cuando Carla dijo todo eso. ¿Y por qué ellas no me habían dicho nada si yo ya era parte?. La única respuesta que encontré fue que ellas vieron la oportunidad perfecta de terminar mi relación con Jared. A Reese la tenían muy aparte del grupo de las porristas, tal vez por eso tampoco le contaron nada. Aunque después de que se enteraran de que era novia de Harry cambiaron un poco, eran muy hipócritas por eso nunca me metí en ese grupo.

Me dediqué a mirar más su habitación, tenía muchas cosas amarillas por lo que intuí que era su color favorito. Eso decía mucho de ella. Habían estantes con enciclopedias, con cachivaches que no tenía ni idea de lo que era. Su cama era doble y estaba perfectamente tendida

EL QUERER DE UNA ILUSIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora