REBELDE

Los hermosos años 30 II

Tony y Charles caminaron un poco hasta que volvieron al centro de Manhattan, eran alrededor de la una de la tarde,  ya había personas y comercios a su alrededor, eso hizo que las ansias de Charles se calmaran  un poco.

– oh mierda. – Charles volteó a ver a su amigo de una manera reprobatoria. Si, Anthony solía ser muy... Anthony, y  lo apoyaba muchas veces. Pero eso no significaba que aprobará sus expresiones.

– Tony por favor cuida tu lenguaje en mi presencia por lo menos. – como era de esperar, el mayor no reaccionó.
– Se me ha acabado los cigarrillos Charles, tendré que volver por donde vine.

– ¿Que? – Tony lo guío a un pequeño parque y lo sentó en una banca.

– Si, no te asustes. Estarás sentado aquí. Muy bonito y calladito ¿De acuerdo? –Charles asintió mirándolo directamente a los ojos, el otro doncel hizo una mueca. – Bueno tal vez no tan bonito, atraes mucho la atención.

– Oh, ¿Lo siento?

–No te disculpes por eso bonito. Volveré en unos minutos. Por favor no hables con nadie, y espera a James.

– ¿Que pasa si viene algún policía y me pregunta que hago fuera del instituto, y solo?

Tony miró hacia ambos lados.– Está zona  es conocida por no tener mucha guardia. Pero no los invoques. Trataré de no demorar. ¿De acuerdo?

Charles asintió dudosamente, sabía que Anthony prefería dejarlo allí a llevarlo a no saber que parte de Manhattan solo para comprar esas... Cosas devoradoras de pulmones. Pero, si llegase algún policía de la ciudad y lo veía, podría estar en graves problemas. Su institución era muy conocida y a estas horas, todavía estaban en clases. Su uniforme lo delataba terriblemente.

Se sentó a ver a las personas pasar, él era consciente que atraía miradas. Tal vez por su ropa que presentaba la única y más prestigiosa institución de la zona o como diría Anthony, su rostro. Aunque él no estaba muy convencido de eso.
Realmente no quería demorar más. Había aceptado venir porque la última vez se había negado. Pero se supone que tenia que volver antes de las dos. Si el chófer de su padre no lo llega a encontrar iba a estar en problemas, le diría a su padre que había salido nuevamente con Anthony, y no lo dejaría salir más; posiblemente no volvería a la escuela y terminaría en casa y no...

– Oye lindo ¿Estas bien?

Charles salto en su asiento, a su lado ahora se encontraba un apuesto joven el cual le sonreía, tenía un buen porte y perfil. Realmente era muy apuesto.

Se cacheteo internamente, esos pensamientos no era lo que un buen doncel debía tener... Aunque pensándolo bien, él era amigo de Anthony Stark y él no era el mejor ejemplo de un doncel.

– Si señor – bajo la mirada tal y como le habían enseñado.

– No, no hagas eso. – el extraño alzó su rostro. – tus ojos son bastante hermosos. – Charles sonrió un poco nervioso, no acostumbrado absolutamente nada de eso.

– ammm Gracias, señor. No quiero ser grosero pero ¿Podría soltarme?

– ¿Te molesta?

Charles no sabía que responder, ¿Le molestaba? Si, pero realmente no quería ser grosero con un Varón. Si lo hacía seria castigado.

– Yo... Si – dijo muy bajito, pero al instante el joven lo soltó.

– Lo siento tanto, simplemente te veías un poco angustiado.

– ¿De verdad?  – preguntó un poco consternado.

– Si, no te asustes lindo. Solo quería saber qué estabas bien. – el extraño le dio una bonita sonrisa y el no pudo evitar responderle con una igual.