REBELDE

Lo bello de él.

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– No puedo creer que me sacarás de mi casa. – dijo cierto Castaño de ojos azules, mientras se arreglaba su camisa.–  puedes agraceder  que mis padres no estaban y Jennifer me cuidaba hoy.

– Oh vamos Charles, lo mejor es cuando todo llega de sorpresa. – Dijo Tony mirandolo atravez del retrovisor.

Tony había salido directamente a la casa de la familia Xavier, justamente cuando este se disponía ir a la cama. Le llamó a través de la ventana junto a su en inseparable guardaespaldas.

– ¿A donde iremos hoy? – preguntó Charles.

– Iremos al club, no nos hemos pasado mucho por allí y extraño ese lugar. ¿Tú que dices James?

El hombre le dio una mirada de reojo. –  Espero que no bebas mucho hoy, no quiero un regaño de Jarvis, de nuevo.

Luego de unos minutos, el extraño trío llegó a una zona un poco desabitada de la ciudad. Frente a la puerta había un gran hombre de mirada severa que al reconocerlos los dejo pasar como si nada.

Bajaron unas escaleras y ya podían escuchar, los saxofón, las trompetas y la algarabía llegar a ellos. El lugar estaba lleno de jóvenes bebiendo y divirtiéndose en parejas y grupos.

– Bien, es obvio que no beberé tanto, a si que hoy es tu turno de divertirte grandote. Pero no tomes mucho sabes que tienes que llevarnos. – Tony le dio unas palmadas en el hombro. James le quedó viendo por un largo rato hasta que soltó  una muy imperceptible sonrisa.

– Lo estaré vigilando joven Stark.

–Si, si lo que sea. –dijo restándole importancia. – Charles, vendrás conmigo, pero ya sabes las reglas.

– Si lo sé.

– ¡Bien vamos a beber! – Dijo jalando al doncel de un brazo.

...

Steve había llegado hace un buen rato con Bucky al extraño y elegante lugar repleto de personas. Y cumplió con su cometido. Le consiguió una linda chica con quién hablar mientras él se iba con otras tres.

La chica era muy linda, tanto que se puso nervioso y quiso dar lo mejor de sí para que le resultará interesante. Y parecía estar funcionando ya que la bella chica reía junto a él. Era algo de verdad increíble.

Después de un tiempo ella tuvo que ir a los sanitarios, pero luego de un buen rato que no volvia, se preocupó y fue a buscarla cerca de los baños. Y grande fue su sorpresa y decepción al verla reír alegremente junto a otro hombre, tomando una bebida.

Se sintió terrible, ella ni siquiera volvió para decirle algo, solo lo dejó esperando como un tonto. Quería encontrará a Bucky para irse pronto, aunque no quisiera dañarle la diversión a su amigo.

Derrotado y de vuelta a la barra, tenía que pasar por la pista de baile donde asombrosas parejas  seguian el ritmo de tan extravagante melodia. Era ciertamente agradable de ver a esas personas dando giros y saltos en pareja, mientas que sus pies seguían el ritmo de la música. Seguramente Bucky debería estar en algún lugar de esa amplia pista.

Su mirada se detuvo en un joven y hermoso castaño, el cual atraía la mayor atención de los presentes, sus movimientos eran fluidos y agraciados. Se movía como si hubiera nacido para eso. Portaba una sonrisa en el rostro dedicada a su pareja de baile.

Fue algo grandioso de observar.

Aunque el castaño se le hacía algo familiar. Pero sabía que nunca lo había visto, recordaría ver a un doncel tan bello como él.