El destino de Asen

Asen

Los limites de la ciudad vecina de Xalma no son otra cosa mas que un gran rio que desemboca en un lago cercano a la misma, este mismo rio es atravesado por un puente de acero que conecta con la entrada de la ciudad y es lo bastante grande para que pasen tres carruajes grades y todo un regimiento de caballeria pesada, entonces nos detuvimos a dos metros del puente debido a que frente a nosotros se encontraba unos necrofagos acorazados liderados por un elfo oscuro que se le notaba de forma clara que era un general del ejercito de la bestia demoniaca Fartur, asi que evitar una pelea no era una opcion por lo que bajamos del carruaje y Fausto de su caballo y desenfundamos nuestras armas, apuntamos y quitamos el seguro a las mismas para disparar en cuanto se viese accion enemiga, el elfo oscuro se retiro del lugar con sus soldados y silbo mientras lo hacia dejandonos desconcertados, fue entonces cuando un batallon de granaderos salio desde el flanco izquierdo y se comenzaron a acercar a nosotros a velocidad media rapida, yo y los demas nos cubrimos detras del carruaje y Fausto detras de una roca cercana mientras escuchamos como de pronto se detuvieron y nos apuntaban con sus mosquetes, los pude ver mas de cerca y todos ellos eran elfos oscuros desertores de Estanca y ahora soldados de la bestia asi que ordene a mis acompañantes disparar cuando los elfos bajaron la guardia al igual que su lider, se escucharon disparos en el ambiente y el lugar se cubrio de humo denso que bloqueaba la vista generado por los disparos continuos de ambos bandos, siendo el del cañon de Fausto el mas denso y con el ruido mas ensordecedor junto con los gritos y sonidos de dolor de los elfos y su lider, todo para que al final del combate y tras esfumarse el humo y los ruidos solo se dejaran ver los cuerpos ensagrentados y algunos mutilados de los elfos oscuros, incluido su lider, por lo que enfundamos las armas y subimos a nuestros transportes respectivos y partimos hacia Tauro atravesando el puente, no sin antes girarme para ver a lo lejos al general elfo mirandonos fijamente y con mucho odio para luego darse la vuelta y marcharse hacia la nada junto con sus soldados, por mi parte decidi continuar hacia la ciudad pero no pude evitar pensar que nuestras vidas corrian mas peligro que nunca y el momento del combate final estaba mas cerca que nunca, asi que tendriamos que formar la union profetizada y enfrentar a la bestia o todo acabaria mas rapido de lo que pense. Dentro de la ciudad pude corroborar porque era llamada la ciudad magica, sus cosntrucciones, decoraciones, habitantes, tradiciones, fauna, restos arqueologicos, etc, eran simplemente hermosos y fascinantes, dejando maravillado a cualquiera que la visitase y que decir viviese ahi, y a medida que recorriamos sus calles y avenidas nos asombrabamos mas de esta misma, aunque tambien vimos el lado oscuro de la misma con el centenar de esclavos nativos y extranjeros que eran azotados, vendidos, asesinados, entre otras cosas mas como algo cotidiano, el racismo y la misoginia abundaban tambien, asi como la discriminacion hacia los discapacitados, enfermos de enfermedades horribles, etc, que nos hizo recordar la vida en Balclavia una copia identica de aqui pero multiplicado por diez, y siendo algo que yo detesto hasta el dia de hoy y lucho por cambiar pero con pocos resultados, por lo que aproveche en ayudar a todo cuanto podia hacerlo sin perder de vista mi objetivo principal, siguiendo mi camino con la mente llena de sonrisas de agradecimiento de estos individuos y decidido mas que nunca a terminar mi mision. Luego de un largo dia de viaje, nos detuvimos a descansar en un parque cercano a una escuela y donde habia una enorme fuente dorada en el centro del mismo, bajamos de nuestros transportes y nos sentamos en una banca a analizar todo lo que sabiamos del aeroplano y sus tipos, aunque para mi fue dificil ya que Freya andaba muy cariñosa conmigo mientras que Liliana no dejaba de mirarme con un ligero sonrojo y con una mirada asesina a Freya, causandome una gran incomodidad y a Filbo una risa maniatica, en cuanto a Fausto solo se limito a mirarme con pena y con cara de "estas acabado" algo que no me ayudo para nada y solo me hizo enfadar, asi que aparte a Freja con cuidado y tranquilice a Liliana como pude para salir de ese problema, y con todo mundo calmado proseguimos a ver todo sobre el aeroplano y lo que se nos venia encima segun la profecia,  tardamos un buen tiempo y decidimos descansar un poco para ir a comer, tomamos nuestras cosas y partimos a una cafeteria cercana para relajarnos y con suerte nadie se enamoria tan rapido como la ultima vez, auqnue la suerte no estubo de mi lado otra vez.