boyfriends? 丼 kookmin.

capítulo 11

❝ besos de despedida ❞

　　　　　　 　　　

—Jiminie, no...

—Hyung... debo irme...

Era sábado, y en ese momento Jimin estaba luchando contra Jungkook para poder salir por la puerta e ir al parque de diversiones con Chanyeol. Jungkook había llegado a su casa y lo ayudó a vestirse, maquillarse y demás cosas, pero cuando Chanyeol le dijo que ya estaba llegando el azabache no quería dejarlo ir.

—¡Hyung! —se quejó el menor, cruzándose de brazos y haciendo un adorable puchero—. ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Hyung! ¡Hyung! —llamaba desesperado a que lo dejase salir cerrando sus ojitos, moviéndose en círculos sobre su lugar y golpeando el piso con sus pies; estaba haciendo un berrinche justo como Jungkook también lo estaba haciendo.

—Pero-

—¡Jungkook! —ahora lo llamó por su nombre completo, sorprendiendo al mayor, haciendo que éste hiciese un puchero y se hiciera a un lado de la puerta para dejarlo salir. Jimin se dió cuenta de ello y abrió su boquita en sorpresa, arrepentido se acercó al mayor levantando la mirada a medida que se acercaba un poquito más, puesto que la diferencia de altura era bastante—. ¡Lo siento, Kookie! —exclamó envolviendo con sus bracitos el cuerpo del mayor—. ¡Pero en mi defensa —se separó del azabache, este lo miró con un puchero instalado en sus labios, como si estuviese siendo regañado—, te di un besito para que me dejaras! —exclamó, coloreando sus mejillas de un tierno carmesí.

—Lo sé... lo siento, Minnie —lamentó acercando el cuerpo contrario con un poco de vergüenza hacia sí, envolviendolo en un abrazo cuando este se dejó guiar—. Es que... estoy un poquito celoso —confesó, escondiendo su rostro en el cuello del menor.

—¿Por qué, Kookie? —preguntó abrazando con más fuerza el cuerpo esbelto de su mejor amigo.

—Jiminie —llamó—, ¿te gusta Chanyeol? —preguntó con un deje de tristeza.

Jimin inclinó su cabeza hacia atrás, aún sin separarse del abrazo, el mayor lo miró.

—No, Kookie —negó con la cabeza—. No te pongas celosito, ¿sí? Yo soy de Kookie —asintió de acuerdo con sus propias palabras.

—¿Sólo de Kookie, bebé? —preguntó aún con un puchero.

—Sólo de Kookie —afirmó.

Jungkook sonrió, dejando un besito en la frente de su mejor amigo, haciendo que éste por inercia cerrase los ojitos.

La puerta sonó, indicando que Chanyeol ya había llegado.

Ya que los dos se encontraban al lado de la puerta, Jimin se movió solo unos pasitos y abrió la puerta, encontrandose definitivamente con un castaño oscuro de sonrisa resplandeciente.

—Hola, Jimin, ¿ya estás lis...to? Oh, hola, Jungkook —saludó y sonrió cuando Jungkook apareció por atrás del castañito.

—Hola, uhm... sí, ya estoy listo —sonrió Jimin.

Jungkook simplemente sonrió un poco sin mostrar sus dientes y movió su mano en forma de saludo.

—Bien, entonces, ¿vamos? —preguntó.

Jimin iba a asentir pero la voz del azabache detrás suyo lo calló. Jungkook iba a quedarse en su casa hasta que Jimin llegara, la madre y el padre del castañito habían salido a una cita ellos dos solos, ya que Jimin iría con Chanyeol hoy, así que no perdieron el tiempo en poder salir juntos.

—Ah —rió nervioso—, esperen, Jimin —lo llamó, haciéndose a un lado de la puerta, causando que así Chanyeol ya no pudiese verlo, y entonces jaló del castañito hacia sí, Chanyeol frunció el ceño por ello, mas esperó allí hasta que Jimin saliera nuevamente.

—Adiós, bebé, que te vaya bien, diviértete mucho y quédate al lado de Chanyeol, no vayas a perderte como la otra vez ¿está bien? —preguntó, acariciando la mejilla del menor con cariño.

—Sí, Kookie —asintió con una hermosa sonrisa.

—Bien, te quiero mucho y nos vemos más tarde —despidió, dejando un casto beso en los labios de Jimin, haciendo a éste sonrojarse al instante.

Jungkook sonrió con ternura, Jimin era adorable incluso cuando no quería serlo. Sin poder evitarlo, abrazó con mucha fuerza al castañito, levantandolo al punto de que éste dejase de tocar el suelo con sus piecitos.

Ambos se separaron. Jimin se despidió con un movimiento de manos que el azabache copió, y salió de la casa luego de eso, con un Chanyeol preguntandole el por qué estaba tan rojito.

Mientras Jungkook sonreía como un bobo enamorado.

Se quedaría ahí hasta que Jimin regresara, esperaría por la personas que más ama en el mundo y luego le daría muchos abracitos y besitos por toda su cara.

Y pensar que aún son mejores amigos.