Sangre de Guerrero ~ Clan del Fuego ~

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Estrella Erizada se hayaba sobre una piedra contemplando un claro de hierba y tierra que se extendía ante ella. La lluvia mojaba su espeso pelaje y las gotas mojaban su hocico. Sus ojos verdes resplandecían en la oscuridad del alba y varios gatos de su clan se escondían tras unos helechos.

Unos instantes después un gato marrón moteado de ojos ámbar se asomó por detrás de un seto y se situó debajo de la roca en la que la líder se encontraba.

- Nuestro líder ha pensado en lo que dijiste en cuanto a unirnos a tu clan para enfrentarnos al Clan de La Llama - dijo el gato - Mi nombre es Bigote de Carpa. Estaré dispuesto a cederos mi lealtad hasta que todo termine.

- ¿Alguien más te acompaña? - preguntó la líder mientras sacudía la cola para que Tinieblino se acercara a ella.

- Una de nuestras reinas ha venido también, quiere que sus hijos entrenen aquí para ayudaros con su clan y prestar ella también su ayuda - al volverse atrás, una gata dorada atigrada de ojos azules y patas color marrón claro se asomó por el mismo seto del que el guerrero había salido y se acercó tímidamente a la líder del Clan del Fuego.

- Hola Estrella Erizada. Mi nombre es Flor de Lirio y como te habrá dicho Bigote de Carpa vengo a prestar mi ayuda a tu clan. - la gata observó la curva que su vientre hacía debido a los cachorros que llevaba dentro - en realidad... Tengo que decirte algo.

- ¿Tu compañero ha tenido algún problema con que lo abandones por ayudar a mi clan? - preguntó la líder, seguramente adelantándose a la gata.

- N-no exactamente, verás... Estos hijos no son...

- Flor de Lirio - Corazón de Tigre salió de detrás de los helechos - ¿Estás segura de que nuestros cachorros no correrán ningún riesgo?

- ¡¿Vuestros cachorros?! - bufó Tinieblino - ¿Hay algo que no nos hayáis contado a Estrella Erizada y a mí?

- Os lo iba a decir ahora mismo - se disculpó la gata - siento que esto vaya tan rápido yo...

- Tinieblino - la interrumpió Estrella Erizada bajando de la roca para situarse al lado de los gatos - escoltemos a estos guerreros para que no se mojen más con la lluvia. Ya habrá tiempo de enfadarse cuando todos estén secos.

- Gracias Estrella Erizada - ronroneó la reina dorada siguiendo al lugarteniente del Clan del Fuego y llegando en poco tiempo al campamento.

Cuando llegaron. Estrella Erizada se aseguró de que Flor de Lirio se encontraba seca y caliente en la guarida de las reinas y después se quedó charlando con ella. No le molestaba en absoluto que fuera la pareja en secreto de un gato de su clan mientras que ella pertenecía al Clan de La Cascada. Sabía de sobra que esa gata había sufrido con la idea de que traicionaba a su clan con la idea que estaba enamorada de un gato del Clan del Fuego o que sus cachorros nunca conocerían a su padre.

Cuando dejó de llover los guerreros del Clan del Fuego y del Clan del Espino se acercaron a conocer a la reina y a Bigote de Carpa. Estrella Erizada pasó él resto del día en el campamento. Mirando a los cachorros de la maternidad manteniendo distancia.

Al día siguiente. Hoja de Roble se presentó en la guarida de la líder con los dos cachorros de Zarpada.

- Estrella Erizada - comenzó el guerrero empujando a los dos cachorros con su cabeza hacía la líder, con fuerza pero delicadamente para evitar hacerles daño - Me gustaría qué estos dos pequeños se llamarán Pequeño León y Pequeño Leopardo.

Estrella Erizada miró a los dos gatos con desigualdad y se volvió al guerrero.

- ¿Y por qué exactamente? - preguntó ella apartando su cabeza de uno de los cachorros qué la olfateaba curioso.