Después de lo que pasó con Japón las fuerzas militares tomaron medidas preventivas para mantener el control. Los demás países se enteraron de lo que Japón estaba pasando y estaban informando esto a sus países correspondientes. Japón ahora está bajo cuarentena máxima. Todos los supervivientes están siendo controlados a todas horas, y el que no seguía las órdenes podía ser arrestado. Habían cuerpos apilados uno arriba del otro, las calles estaban cubiertas de la superficie carnosa que eran las personas y no había una sola persona que no portará una mascarilla. Lucy se estaba dirigiendo al baño de las mujeres el cual también estaba siendo vigilado y controlado por las fuerzas militares. Lucy estaba por entrar al baño pero unos soldados la detuvieron. Soldado 1. Algo ahí niña el baño se encuentra lleno, tendrás que esperas hasta que se desocupe. Soldado 2. Si es muy urgente que uses el baño puedes ir atrás, ahí hay unos pocos para que puedas hacer tus necesidades. Se terminó dirigiendo atrás de los baños y allí se encontró con una pareja teniendo sexo. Era un señor de bastante edad y una chica joven de unos 16 años. Ellos no se habían percatado de su presencia y siguieron teniendo sexo. Chica. Ah sí, hazlo más fuerte, más profundo ah-ah. Señor. Si, solo, quédate quieta. Lucy se empezó a retorcer, su esqueleto se salía de su cuerpo y su boca se alargó de una forma repulsiva; se puso detrás del señor y con la mano le atravesó la espalda y a la chica el estómago, su mano empezó a subir hasta que agarro la cabeza de la chica y la metió dentro de ella misma. Después de eso Lucy empezó a vomitar sobre sus cuerpos un líquido ácido. Se macho por dónde vino y se topo de nuevo con los soldados. Soldado 2. ¿Ya terminaste? ¿Qué estabas haciendo? Tardaste demasiado Soldado 1. ¡Oye! ¡Eso no se pregunta! Lo siento señorita puede seguir. Mientras que ellos le hablaban, sus estaban cambiando de forma y color.
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Llegó a su tienda la cual compartía con otras personas; destacaba una familia de padre, madre y sus hijos: uno varón y la otra mujer. Ya era tarde y todos se fueron a dormir. Eran las 3:00 de la mañana y la niña se había levantado por los ruidos del hermano, el cual debería estar acostado al lado de ella, pero no se encontraba ahí. Al mirar al frente lo pudo ver junto a Lucy por la luz de la luna que venía de la puerta de la tienda. Mei. Ai vamos a dormir. Ai. Pero me estoy divirtiendo con mi nueva amiga. Mei. Es hora de dormir vamos. Ai. Pero me estoy divirtiendo con mi nueva amiga. Mei. Si no vienes ahora le diré a mamá. Ai. Pero me estoy divirtiendo con mi nueva amiga. Mei. .... ¿Ai? *Asustada* Ai. Pero me estoy divirtiendo con mi nueva amiga. Ai miro hacia atrás: se lo podía ver con la boca demasiado abierta, sangre en los ojos, sin cuencas en estos, pálido y seguí repitiendo la misma frase pero su boca no se movía. Lucy gira la cabeza hacia atrás sin mover su cuerpo. Ella repetía la frase del hermano hasta que en un momento se detuvo y solo se quedó mirando a la niña. Mei. Mamá. *susurra* Lucy se paró en cuatro patas y corrió tan rápido hacia la niña, que su grito de horror fue un grito seco, sin eco. 9:27 p.m La madre se levanta y ve a sus hijos acostados y bien tapados. Mamá. Ya es hora de levantarse vamos. No había respuesta alguna. La madre destapa a su hija un poco y la ve en el mismo estado en el que estaba su hermano en la noche. Los destapa por completo a ambos y los ve partidos a la mitad con las piernas intercambiadas. Mamá. .......... Estaba apunto de gritar hasta que ve a una figura humanoide y esquelética en la puerta. Se quedó paralizada del horror que sentía, no hizo nada más que tragar saliva. La figura mostró una gran sonrisa tétrica. Los hijos la tomaron de los brazos a la madre y apresar de estar pálidos, sin ojos o dientes, partidos a la mitad y sin mover un poco el rostro, le susurraron. Niños. Acompáñanos mami.... La figura de la puerta ya estaba en frente de ella: con las dos largar y huesudas manos la agarro de los labios y le dió vuelta toda la piel... Como si fuese una media.
