Skylar.
Mis ojos no podían creer lo que estaba viendo, Shawn Mendes estaba enfrente de mi, a lado de mi hermana. El silencio se inundó por completo.Mi mamá fue la que por fin habló.
— Chicas, creo qué hay que dejar a Skylar y a... Shawn — soltó un suspiro— solos.
Mis hermanas hicieron caso y salieron de la habitación, se fueron al patio donde estaba Noah... mi hijo, el hijo de Shawn... nuestro hijo.
Shawn y yo seguíamos en silencio, ninguno sabía que decir.
— Hola. — Dijo él con una risita nerviosa.
— Hola. — Le respondí con la misma risa mientras notaba que el iba acercándose poco a poco a mí.
Al estar tan cerca, ambos nos quedamos callados otra vez. Hasta que él me tomó de la nuca para acercarme a su persona y formar un abrazo.Shawn rodeó mi cintura con sus brazos y yo rodeé su cuello con los míos. Dios, este abrazo se sintió como nuestro último abrazo hace unos años. Ambos nos abrazamos con fuerza, me dediqué a esconder mi rostro en su cuello, olía igual, siempre ha usado la misma loción, y estoy segura de que el pensaba lo mismo de mi cabello, pues lo estaba oliendo y seguro pensaba que seguía usando el mismo shampoo de frutos rojos... y así era.
— Sigues usando el mismo shampoo de frutos rojos, Sky. — Susurró suavemente para luego reír.
— Y tú la misma loción, Shawn. — Reí igual que él.
Después de unos segundos más, nos separamos.— Lamento venir sin avisar, es que... — tomó una gran calada de aire y aclaró su garganta— Hoy fui a un restaurante y te ví.
Ahora todo tenía sentido, las chicas gritando afuera y el gran hombre de seguridad que no nos quería dejar pasar, era por Shawn y a mí ni se me cruzo por la cabeza.
— Y necesitaba verte porque, también te vi con.. — Iba a terminar su frase cuando Noah apareció corriendo a mis brazos.
— ¡MAMI! ¿Por qué no vas afuera con nosotros? — Se abrazó de una de mis piernas.
Mire inmediatamente a Shawn cuando Noah dijo la palabra "mami". Su rostro era una mezcla de confusión y afirmación.
— Uhm, en un momento voy, cariño. Sigue jugando. — Le dije a Noah mientras acomodaba sus rizos dorados. Él hizo un puchero mientras se iba nuevamente. Ni si quiera había notado la presencia de su padre... aunque ninguno de los dos sabía que había una relación familiar entre ambos.
— Te vi con tu... — Shawn quería terminar la frase pero las palabras no lograban salir de su boca.
— Hijo. — Terminé la frase.
— Sí, uhm. — rasco suavemente su cabellera mientras cerraba por unos segundos los ojos. — ¿hace cuánto eres mamá?
No podía decirle la verdad, no ahora.
— Hace 5 años. — Mordí ligeramente mi labio inferior.
— Wow. Ha pasado mucho tiempo. — Volvió a reír de forma nerviosa. — ¿Me lo presentas? — soltó de la nada.
Yo me quedé fría por unos segundos, pues esa pregunta me había tomado por sorpresa.
— Sí, claro. Espera aquí. — Le indiqué mientras iba hasta el patio para llamar a Noah. — Cielo, Noah. Ven acá por favor. — Le dije a mi bebé mientras lo esperaba en el marco de la puerta.
El hizo caso y fue corriendo conmigo. Toda mi familia me miro con intriga. Seguro pensaban que le diría la verdad a Shawn.
Cargue a Noah entre mis brazos para volver hasta donde estaba Shawn e hice que Noah se sentará en la barra de la cocina para que quedara a nuestra altura.
— Shawn, el es mi hijo Noah...— Tomé una gran calada de aire.— Noah, él es... Shawn, un viejo amigo. — Traté de sonar lo más sincera posible.
— Hola, pequeño. — Shawn le sonrió mientras estiraba su mano, para que chocaran los puños.
— Hola. — Respondió Noah con una sonrisa mientras correspondía al saludo de Shawn.
— Wow, eres muy fuerte. ¿Qué te dan de comer, eh? — Dijo Shawn sin quitar la sonrisa de su rostro, sentándose en una de las sillas de la barra.
— Mi mami siempre me da frutas y verduras.
– El pequeño Noah asintió con la cabeza.— Pues tú mami es muy inteligente. – Me miró rápidamente para dedicarme una sonrisa. Yo solo le devolví la sonrisa. — Oye, amigo. Por sí no lo sabías, yo canto y mañana tengo una presentación muy increíble en un programa, ¿te gustaría venir junto a tu mami?
— WOW. Eso sería genial. Mami, ¿podemos ir? — Noah me preguntó mientras hacía un puchero con sus labios, Shawn me volteo a ver. Ambos estaban esperando mi respuesta.
— Sí, claro. — Respondí no con tanta seguridad.
— Genial. — Sonrió Shawn mientras se levantaba de la silla. — Mañana vendrán por ustedes a las 9:00am y les darán sus pases VIP. ¿De acuerdo?
— De acuerdo. — Sonrió Noah.
— Está bien. Nos vemos ahí, pequeño. — chocaron puños otra vez— Te veo mañana, Sky. — se dirigió a mi mientras dejaba un suave beso en su mejilla y caminaba hasta la puerta para irse. Yo solo asentí con la cabeza y lo despedí.
¿Qué acaba de pasar?