veintiocho.

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28.| DECIDIR POR ELLA MISMA.

      Azaelia sabía que sus hermanos no iban a tomar bien su decisión, pero ellos iban a tener que entenderlo. La gemela Gilbert observó su alrededor al sentarse en la habitación de Stefan, sosteniendo sus manos mientras Elena y Jeremy permanecían sentados frente a ella. Ninguno de ellos sabía qué le estaba pasando a su hermana, pero querían saberlo. Quería saber cómo ayudarla con lo que sea que estaba lidiando, sin importar lo que fuera. Pero ella sabía que en cuanto les dijera que se iría, ellos intentarían detenerla. Convencerla de que se quede en Mystic Falls con ellos y ser una familia. A pesar que eso fuera algo que Azaelia no podía hacer. No podía quedarse en un lugar en el que se sentía atrapada, y tenía la esperanza de que sus hermanos la comprendieran.

      Ella miró sus manos antes de volver a alzar su mirada a sus hermanos. Ellos intercambiaron una mirada, antes de que su atención volviera a ser posada sobre ella. Jeremy fue el primero al que Azaelia pudo contarle lo que pasaba, y a juzgar por su rostro, él la entendía. Él sabía por lo que estaba pasando, y sabía que necesitaba dejarla ir. Que debía aceptar todo lo que estaba a punto de hacer, y que ella estaría bien. Ella siempre había podido cuidarse a sí misma, y él no podía convencerla de hacer algo que ella no quería hacer. No era el tipo de hermano que era.

      No obstante, Elena iba a hacer lo posible para que su hermana se quedara. Que su hermana permanecera a su lado a pesar de todo lo que estaba pasando, porque no quería perderla. No quería perder a su gemela, incluso después de todo lo que había pasado. Elena y Azaelia tenían una relación complicada, y habían superado tantas cosas. Pero esas eran las cosas de las que Azaelia quería escapar. No quería tener que siempre estar mirando por sobre su hombro, no podía vivir así.

      — ¿Azzy?—, llamó Elena, alzando una ceja —. ¿Qué pasa?

      —Necesito hablarle a ambos sobre algo muy importante antes de hablarlo con alguien más—, Azaelia comenzó a explicar, antes de inhalar profundamente —. Los tres pasamos cosas increíblemente ridículas, pero llegó el momento en que creo que debo seguir mi propio camino. Necesito irme de Mystic Falls.

      — ¿Irte?—, repitió Jeremy con sus ojos bien abiertos, y su hermana asintió. Su mandíbula se tensó, antes de negar —. ¿A dónde vas a ir?

      Azaelia se encogió de hombros —. No lo sé. Stefan y yo no hemos pensando en ello aún, pero sé que ambos necesitamos irnos. Lo intentamos, y fue bueno estar lejos de Mystic Falls. La vida era mejor para ambos. Pero sabía que tenía que hablarle a ustedes dos antes de tomar una decisión.

      —No puedes irte—, habló Elena, y Azaelia negó.

      —No estoy buscando tu permiso—, aclaró Azaelia, dándole una pequeña sonrisa a su gemela al mirarla —. Necesito hacer esto por mí, no puedo seguir basando mis decisiones en los demás—, una carcajada baja escapó de sus labios, mirando a ambos —. Mi vida entera, he tomado decisiones que impactarían en todos y los beneficiaría, pero nunca por mí. Estaba más preocupada con ayudar a todos a mi alrededor, pero ahora necesito ayudarme a mí misma. Necesito hacer esto por mí.

      — ¿Vamos a verte?—, inquirió Jeremy, y Azaelia asintió.

      —Por supuesto que sí—, prometió Azaelia, posando una mano sobre su hombro y apretándolo ligeramente en confort —. Debo asegurarme que mi hermanito no se mate—, los dos rieron antes de que ella posara su atención sobre Elena. Las gemelas se miraron a los ojos, y Azaelia tomó su mano para darle un apretón —. Mystic Falls siempre ha sido tu hogar, Elena, mucho más que para mí. Creo que es hora de que lo aceptes. Visitaré, pero este ya no es mi hogar. No la sido por mucho tiempo.

      Los hermanos se miraron el uno al otro antes de que Jeremy y Elena abrazaron a Azaelia. La Gilbert mayor suspiró fuertemente, sosteniendo a sus hermanos y preguntándose qué estaba pasando por sus mentes. Se preguntó qué pasaba con todo lo que ella había dicho, y esperó que ellos no la odiaran. Que aceptaran lo que iba a hacer, y que estuvieran bien con ello.

      Porque ellos realmente no tenían la opción de no hacerlo. Era su decisión, y Azaelia iba a hacerlo, sin importar lo que los demás dijeran. Azaelia estaba tomando una gran decisión, y era para ella y nadie más.

      Y todos iban a tener que aceptarlo.

Survival Instinct: stefan salvatore.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora