O2 : 𝐋𝐚 𝐟𝐢𝐧𝐜𝐚 𝐌𝐚𝐫𝐢𝐩𝐨𝐬𝐚 [EDITADO]

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Yuichiro...

¿Sí madre?

Acercate un poco cariño...

¿Qué pasa madre?

Prometeme que cuidarás a tu hermano, Yui.

Como digas, madre.

Desorientado, Yuichiro despertó en algún momento aleatorio después de volverse a desmayar. Sus ojos estaban llenos de cálidas lagrimas y su frente rodeada de una delgada capa de sudor. ¿Fiebre, quizá? Se cuestionó sin la fuerza para despejar los líquidos, dejó que las lágrimas fluyeran por su rostro. ¿Fueron los recuerdos de su familia ahora muerta atormentandole los que le causaron esto?

No lo sabía con exactitud.

Pero las escenas de aquella pesadilla/sueño siguieron parpadeando en su mente como un bucle, quemando como ácido su psique. Apretó los ojos, causando que más lágrimas fluyeran libremente por sus mejillas.

Finalmente obtuvo la fuerza para levantar su único brazo, despejando el sudor de su frente y las lágrimas que empataron sus mejillas, dejando la manga de lo que sea que llevaba empapada.

Mejor debería volver a dormir, aún seguía oscuro. Deberían haber pasado unas cuantas horas desde que Aoi se fue y el se durmió por primera vez.

"Debería seguir durmiendo". Pensó.

Pronto cayó dormido.

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Tal y como lo prometió, Aoi volvió al día siguiente ya a la mañana para revisar a Muichiro y Yuichiro.

Al despertar, esta vez su hermano estaba despierto, pero antes de sí quiera poder llamarlo otra vez una cucharada de medicina blanca fue empujada a su boca. Seguidamente el vaso de cristal empujó agua para pasar el polvo, pero esta vez Yuichiro no se casi ahogó de golpe.

Después de estremecerse por el amargo sabor de la medicina, Aoi comenzó a cambiarle los vendajes. Esta, consciente de la necesidad que tenían sobre verse se apresuró en cambiar lo más rápido posible las vendas, y esta vez Yuichiro se aseguró de no mirar.

Después de que Aoi revisó levemente al otro gemelo, este se levantó de su cama con relativa facilidad, estirandose y luego tomando asiento en el borde derecho de la cama del mayor, puesto que este si tenía permitido levantarse y caminar. Yuichiro estaba algo amargado por eso, pero a la vez estaba contento de qué su hermano estuviera bien al punto de poder andar libremente.

De todas maneras, tampoco podría discutir en su posición de invalido.

Cuando los dos estaban en un silencio incómodo a punto de romper el hielo, tres niñas pequeñas se precipitaron trayendo unas bandejas, el desayuno para los dos. Yuichiro arqueo una ceja con incertidumbre ante esto en completa confusión, pero se limitó a guardar silencio por su mal estado. Intentó agarrar los palillos, pero en el segundo que alzó la mano notó como esta temblaba.

Al momento de intentar tomarlos, se dio cuenta de la desagradable verdad. Ignorando su estado debilitado, Yuichiro era zurdo. Había perdido su brazo dominante, por lo qué comer con la mano derecha era prácticamente imposible.

Apretó los dientes con frustración tratando de calmar los temblores de su mano derecha, entrecerrando los ojos. Obviamente a los pocos segundos Muichiro miró de reojo a su hermano mientras comía, notando su clara incapacidad por su pulso temblante. Con cuidado y lentitud, comenzó a cortar algunas cosas en el plato de Yuichiro y darle de comer con una pequeña sonrisa.

𝐘𝐮𝐢𝐜𝐡𝐢𝐫𝐨 𝐓𝐨𝐤𝐢𝐭𝐨 |  ᴱᴸ ᴾᴵᴸᴬᴿ ᴰᴱ ᴸᴬ ᴺᴼᶜᴴᴱ [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora