«O1»

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Desde que Taehyung tenía memoria el pensaba diferente acerca de su naturaleza, pero más específicamente acerca de los estereotipos

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Desde que Taehyung tenía memoria el pensaba diferente acerca de su naturaleza, pero más específicamente acerca de los estereotipos. Pues desde que se había presentado como un Omega a los 13 años todo su mundo se le puso en contra, ya que el no deseaba seguir aquella estúpida idea.

El no se creía un Omega, no pensaba como uno pues el ser sumiso y complaciente con Alfas idiotas no iba en sus planes. Quería mucho más, no estancarse en ser una incubadora y tener que ser bonito ante la sociedad, el iba más allá de eso.

Aunque su cuerpo tuviera esa característica de los Omegas; piel tersa, abdomen plano y blando, y cintura pequeña. Claro que el tenía todo eso sin embargo eso no hacia que su actitud cambiara.

Y cuando conoció a Jeongguk todo esto se intensificó.

Aquel sujeto quien era menor que el por dos años traía su mundo de cabeza, estaba completamente embobado por su presencia.

Su cabello color durazno cubriendo levemente aquellos ojos de Bambi color miel, lo hacía querer admirarlo todo el día, y si lo juntamos con su cuerpo ¡Diablos su cuerpo!.

Piernas largas con sus muslos lechosos y grueso, su cintura marcada junto con su abdomen bien formado y como olvidar su gran trasero bien levantado. Pero lo que más le encantaba eran aquellos pequeños tatuajes en su mano izquierda -producto de su etapa de rebeldía-, sin embargo amaba como se veía aquella tinta que decoraba su suave mano.

Taehyung había fantaseado tanto tiempo en tenerlo para el, verlo con su cuerpo sudado mientras lo penetraba tan profundo que le hiciera olvidar hasta como hablar. Pero siempre se quedaban en eso, fantasías.

El quería esperar hasta que el primer celo de su pequeño, sabía de sobra que este se presentaría como Omega y por una extraña razón esto lo excitaba a un más.

Sin embargo esto no evitaba que tuvieran encuentros.

—hyuggie, ¿Seguro que esto está bien? — le preguntaba un nervioso Jeongguk a su mayor cuando lo noto trabando la puerta de su cuarto.

—claro que sí Ggukie, o acaso ¿Dudas de mi?.

De inmediato el menor negó, siguió las indicaciones de Kim y se sentó en la cama sintiendo como este se colocaba enfrente con sus rostros demasiado cerca.

—solo son unos mimos bebé, debes aprender como ser un buen Omega — dijo con voz ronca Taehyung lamiendo sus labios ansioso.

Sin pensarlo más juntaron sus labios primero en un suave roce el cual comenzó a tomar más intensidad pasando los minutos, Taehyung besaba con fiereza los labios del menor como si quisiera fundirse en ellos mientras que este trataba de seguirle el paso.

Las manos traviesas del pelinegro no tardaron en aparecer tomando con brusquedad la cintura de Jeongguk para así acercarlo más.

Sus lenguas hicieron aparición en una batalla la cuál era obvio que ganaría Taehyung, chasquidos y pequeños jadeos era todo lo que se escuchaba en aquella habitación.

Cuando el menor tomo un poco más de confianza paso sus manos por el cuellos de su hyung para tomar su cabello y jalarlo un poco mientras seguían en su seción de mimos.

Taehyung sentía como su pene comenzaba a ponerse duro, quería aventar a su pequeño y hacerlo suyo tan duro y rico que cualquier Alfa nunca podría.

Joder, maldito Jeongguk.

-addy
Daré lo mejor por está historia.

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