《Santi》kookmin.
La vida le enseñó que todo era causa y efecto, que siempre existió la dualidad. La vida de Park Jimin se ve atropellada y manchada constantemente, dejándolo a la deriva en un mundo controlado por el mal.
Un mal de cabello castaño y d...
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/Narrador/
Las sorpresas invaden nuestra vida de una u otra manera, la capacidad para afrontarlas o tan siquiera adaptarnos un poco a ellas es algo agotador, Jimin experimentó muchas veces las mismas, pero esta primera y última le tomó un poco más de tiempo, pues hablaba de su familia junto al demonio. ¿Podía hacerle caso a su sangre antes que el caos que ardía en el cuarto de al lado? Una sorpresa de melena desorganizada y de linda sonrisa, el albino realmente discutió sobre lo aprendido en sus clases, que la maldad se podía esconder de muchas formas, lugares y personas. Que podían ser las más cercanas e inesperadas.
Pues el que sus ojos cubre, descubre lo imposible.
La mañana siguiente había comenzado con un Jimin completamente despierto muy temprano, mucho antes de que el sol saliera Park se encontraba observando el amanecer desde el pórtico de la entrada principal, aquella que daba a las bellas colinas antes de llegar a casa de los vecinos. El frío del aire no lo espantó, le dio una retorcida cálida bienvenida y eso le gustó.
No supo el momento exacto, pero se encontró siendo envuelto por una manta, de esas que había en la sala, alguien la había dejado con cuidado en su cuerpo, quizá con miedo de asustarle. Jimin alzó un poco su cabeza al notar como el rostro de Jungkook le sonreía desde lo alto, el chico cargaba una sonrisa juguetona o quizá cómplice al descubrirle a esas horas del día a solas y sufriendo de la intemperie.
-Buenos días –Saludó el castaño enseñando la calidez de su mirada al menor, que al contrario del mayor tenía un gélido tono que solo le daba la apariencia de padecer frío todo el tiempo.
-Hola –Saludó el menor envolviendo su cuerpo con mesura, el piyama que llevaba no era el más adecuado para ese tipo de clima.
Jungkook musitó un pequeño parafraseo que le dio a entender al otro que tenía frío - ¿Sueles despertar tan temprano? –Preguntó curioso mientras tomaba asiento junto al chico de tez pálida.
Jimin ladeó su cabeza un poco pensando en una respuesta absurda y burda que molestara al otro, pero se quedó vacío de pensamiento, al parecer su cerebro no funcionaba tan temprano por la mañana. Rodo su vista hacia el buzón que estaba a unos cuantos metros, al parecer el cartero pasaría más tarde ese lunes.
-Me gusta ver el día a mi manera –Respondió finalmente bajo la atenta mirada de Jeon, el calor de sus ojos era lejano al menor, pues no había tacto ni motivo alguno en que ellos conectaran o simplemente encajaran durante los días en los que estarían relativamente juntos. No hay motivo.
Jungkook en cambio respiró con cuidado de no enfriar sus pulmones y sonrió, reposó su cabeza en el marco de la puerta y estiró deliberadamente sus dedos frente a él, Jimin lo miró sin cuidado, era lo más interesante por unos segundos.
-Creo que es algo único, yo salgo a correr por las mañanas, pero el clima de aquí es más frío que el de mi ciudad –Aclaró al enseñarle su calzado que no parecía encajar con su piyama holgado.
