04. Blanco y rojo.

700 104 7
                                    

/Narrador/

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

/Narrador/

Lo primero que recordaba Jimin de aquella travesía fue la causa, se prometió que no volvería a dar alguna sugerencia por el resto del día. Recordaba vagamente el cómo llegaron hasta tal situación, pero ahora se encontraba tranquilo viendo el paisaje cambiar poco a poco, claro, con Jungkook a su lado y al lado de Yoongi.

La situación terminó siendo más de lo que podría soportar, incluyendo el hecho del que uno de los castaños se sentara junto a él, hubiera preferido que Namjoon le hubiera estado molestando con algún lapicero a que Jungkook estuviera a su lado, pero no mentiría, la incomodidad era solo mental.

Su melena desordenada y ojos cautivadores alertaban la mente tranquila de Park, que a su edad se debería preocupar por algún comic nuevo o una película del momento, pero lo que amenazaba con escapar era su descontento, realmente pediría un cambio de asiento a la próxima, todo eso sucedió por haber llegado tarde, pues el chico albino a último momento se enteró de que sería una noche ocupada, pues sugirieron acampar cuando él no estaba presente, sus padres aceptaron gustosos, pues así tendrían tiempo a solas por al menos un día, claro, alejados de la preocupación que impondría un albino hijo.

¿Qué tal si probaban suerte con otro más?

El maletero no parecía estar demasiado cargado, solo contaba con un par de mochilas y unas bolsas con objetos que sus padres empacaron, el sitio no quedaba lejos, por lo que los padres de Park podrían unirse al día siguiente, ahora, abriendo paso a la cabaña que tenían en el mismo lugar. Jimin dudó en si llevar algunas de las cosas que gustaba para distraerse, pero terminó cediendo ante un par de libretas y lápices, la carga que decidió llevar era filtro solar, esperaba no parecer una especie de cangrejo playero por culpa de no proteger su piel. Ahora estaba concentrado en escuchar sus recuerdos, podía oír las conversaciones dentro del auto como si fueran lejanas e intocables, pero algo lo agitó, fue un delicado y sutil golpe que le dio Jungkook con el codo, como si intentara llamar su atención.

Cosa que logró con poco esfuerzo, pero que no estaba prevista para un choque de miradas furtivo, al parecer el castaño se aseguraba de ver si Jimin le prestaba atención, Park lo hacía, no del todo, pero lo hacía.

- ¿Conoces mucho de por aquí? –Preguntó Jeon a Yoongi quien sin querer no paraba de mirarlo, algo normal a ojos de su hermano, pero no de su primo de pestañas claras que sabía la verdad detrás de su encantadora mirada carente de luz.

-Bueno, solíamos venir mucho por aquí con nuestras familias, mamá disfrutaba del agua más que nadie –Acotó, el ambiente dentro del auto terminó siendo una bruma pesada que solo recordaba la tragedia teñida de rojo, siendo salpicada sobre el blanco de la inocencia. Jimin se movió un poco en su lugar y se acomodó en su sitio, dándole la espalda a las personas junto a él y a la situación que lo apenó.

Jeon notó el gesto que le dio Namjoon a Jimin, al parecer el castaño prestaba más atención a Jimin en esos días, pues notaba el leve grado de culpa o pena que tenía por la criatura albina que estaba a su lado, el chico de doce años parecía un fantasma en un mar de adultos, no comprendía el porqué de su actuar, pero estaba seguro de que tenía un origen doloroso, quizá tortuoso.

《Santi》kookmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora