Capítulo III:
Vacaciones
Era muy de mañana, Clark estaba terminando de calentar el motor de su auto mientras terminaba de empacar sus cosas para meterlas al maletero, su esposa Mary y su hijo Matt estaban en el sótano buscando cosas que podrían necesitar durante su viaje: un kit de supervivencia, linterna, lámpara de kerosene, una tienda de acampar, un kit de primeros auxilios, entre otros. Mientras buscaba todo lo que podría necesitar para pasar unas vacaciones en el campo, en eso se escuchó un estruendo muy fuerte detrás de ella y su hijo empezó a llorar muy fuerte, ella muy preocupada se dio la vuelta, estaba desesperada, pensó que su hijo tan pequeño y frágil pudo haber movido algunas cosas y haber hecho que una avalancha de objetos se le fuera encima, se imaginaba a su pobre hijo enterrado en un montón de objetos corto-punzantes, tijeras, herramientas, una podadora de césped, tantas cosas que le pudieron caer a su pequeño hijo y haberlo aplastado. Tal fue su alivio al ver que su hijo estaba bien, no le había pasado nada, estaba sentado en aquella vieja mecedora donde lo había dejado momentos antes, solo lloraba porque el estruendo; al igual que a su madre, lo asustó mucho y se puso a llorar del miedo, ella fue hacia él y lo abrazo y arrullo para que se calmara, para que supiera que su madre estaba ahí, que todo estaba bien.
Luego de calmar a su hijo, Mary buscó por todo el lugar para saber que había causado aquel estrepitoso ruido, buscó en el segundo piso, en la sala, en las habitaciones y nada, no podía hallar de donde pudo provenir ese ruido, solo le falta buscar en un lugar... el garaje, ahí era donde su esposo guardaba todas las herramientas y piezas concernientes a su automóvil, cuando entró vio todo el lugar dado vuelta; las herramientas se habían caído, piezas y engranajes por todas partes, todo se estaba fuera de su sitio, ella fue rápidamente hacia su esposo que ya tenía todo listo y estaba preparado para irse de viaje con su familia.
"¡Clark! ¡Clark! ¡Algo ha pasado en el garaje!"- gritó Mary preocupada.
"¡¿Qué ha pasado?! ¡¿Nuestro hijo?! ¡¿Matt está bien?!- preguntó él muy preocupado y ansioso.
"Si, nuestro hijo está bien, tranquilo pero; el garaje, todo se ha caído, escuché un estruendo horrible y busqué por todas partes y cuando entré al garaje todo estaba tumbado, tus cosas están en el suelo, no sé qué pudo haber pasado"- dijo ella contándole lo que había ocurrido.
"¿Cómo? ¿Se han caído las herramientas del garaje? Voy a revisar"- dijo Clark.
Y ya habiendo entrado en el garaje se dio cuenta de lo que había ocurrido; en efecto, estaban todas las cosas tiradas y Clark no podía encontrar una explicación a lo que había pasado, hasta que divisó por el rabillo del ojo, las herramientas que había usado por la mañana muy temprano para hacerle unos ajustes a su Chevy.
"Mira Mary esto fue lo que produjo que se callera todo lo demás. Es que en la mañana estaba haciendo unos ajustes al automóvil por una falla que tenían los frenos y al terminar de hacerles las reparaciones debí dejar las herramientas aquí y se cayeron produciendo aquel estruendoso ruidoso que escuchaste"- dijo Clark intentado explicar la situación.
"Menos mal amor, creí que la casa estaba embrujada o algo por el estilo"- bromeó Mary.
"Tranquila cariño, ve y busca a nuestro hijo, nos vamos de vacaciones, ya está todo en el maletero, nada nos va a arruinar este viaje"- dijo Clark lleno de entusiasmo.
Entonces, Mary fue a buscar a su hijo Matt y toda la familia junta se montó al auto y se dispusieron a viajar Chicago.
La familia se había embarcado en este fantástico viaje, se llevaron unos snacks por si les daba hambre de camino y unas cobijas por si tendrían que dormir en el auto pues el viaje iba a ser algo agotador pues era un viaje de más de 10 horas, pero a ellos no les importaba pues ellos iban a disfrutar sus vacaciones en esa hermosa casa de campo que les habían prometido.
Eran las 8:45 pm, hacía buen sol, recién el día anterior había llovido, así que se podía percibir el olor del césped mojado aún en el aire, las hojas se desprendían de los árboles, pues ya había empezado el verano, Clark conducía muy alegre mientras su esposa, Mary se maquillaba y se ponía unos lentes de sol muy particulares, pues tenían forma de corazón; así también su hijo Matt jugaba con su carrito de juguete en los asientos traseros, estaba muy feliz por la vida que le había tocado, tenía una bella esposa de cabellera pelirroja con unos hermosos ojos azules, un hermoso niño con un cabello color avellana bellísimo y unos ojos verdes llenos de inocencia que podían llegar a tocar tu alma, era muy parecido a su padre.
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La Casa en Baker Street 914
HorrorClark vive una vida feliz y tranquila junto a su bella esposa Mary y su pequeño hijo Matt, pero todo esto está por cambiar cuando a Clark le ofrecen unas vacaciones en una casa de campo antigua ubicada en Chicago, Illinois que; sin saberlo, vivirá s...