Pv Alicia: Me encuentro frente a una enfermera y a un chico que al parecer no sabe diferenciar entre un y una Pokemon
— por cierto... donde estoy? - pregunté al aire para saber donde rayos me encontraba
— estás en el centro Pokemon de ciudad Rocavelo, lugar conocido así por sus caminos que fueron tallados en roca - dice la enfermera muy amablemente - soy la enfermera Joy, es un placer - dice inclinándose hacia enfrente
— y tú eres? - digo apuntando al chico
— mi nombre es Red, mucho gusto - dijo mientras besaba mi pata
Quite mi pata rápido y la escondí en la seguridad de mi brazo
— me podrían dar mi collar - dije recordando que no lo tenía puesto
La enfermera vio al tal Red Y lo movió un poco para que respondiera
— s-se rompió después de que caíste - dice algo inseguro - intente repararlo pero varias piezas se perdieron - dice entregándome lo que pudo componer del cristal
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(Es un intento)
— esta bien, creo que aún puede funcionar - dije tomándolo
— esos cristales... después de romperse si no tienen todas sus piezas... no funcionan y podrían atrapar al portador - dice la enfermera cabizbaja
Mire el cristal inspeccionándolo totalmente, le falta una pieza, demonios
— lo siento, no encontré todas las piezas y-y.. - tartamudeaba nervioso
Le puse mi pata en la boca para que guardara silencio
— no te preocupes, al menos... hiciste lo que pudiste - dije mirándolo a los ojos
Por un momento, en un solo segundo, sentí una conexión con el... con Red...
— entonces... debo buscar una manera de evitar que me atrapen los demás entrenadores - dije decidida
— pues... creo que solo hay un modo - dice la enfermera viendo a Red
— te tendría que atrapar hasta que encontremos otro cristal, pero... - intentó agregar algo más pero lo interrumpí
— entonces hazlo - dije poniéndome frente a él - atrápame! - lo mire directamente a los ojos
— esta bien - sacó una pokebola - lista? - pregunto mostrando la pokebola frente a mi
Asentí con la cabeza, toque la pokeball y de la nada sentí que mi cuerpo era más ligero y una luz azul me cubrió y de pronto estaba en una casa bastante elegante, con sala, comedor, un lindo cuarto decorado de azul celeste y morado; caminé un rato por la casa cuando escucho "RIOLU SAL!" Y de pronto aparecí de nuevo en la camilla de la enfermería
