Calma...

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Unos días después de lo ocurrido con Stark, Peter no paró de pensar en como estará, si bien, si mal, si regular. Se sentía pésimo por ese suceso, como si fuera; lo cual obviamente no... Únicamente en eso pensaba. Tanto que varias veces tuvieron que llamarle la atención por sucumbir en forma de lamento y desesperación demasiado en sus pensamientos en plena clase de la Universidad.

Tanto que llegó a la conclusión de que debía invitarlo a su casa un día. Simplemente para conversar, así decirlo... El menor era muy considerado con todos y todo, pero cuando se trató o mejor dicho, trata de Stark, aquella característica se multiplicaba por mil. En sus pequeños tiempos libres, le llamaba por su celular. Una palabra bastaba para que Peter dedujera como se encontraba Tony a pesar de que este dijera un alegre o triste “Muy bien, gracias”.

Con aquella decisión bien pensada. Después de terminar un largo trabajo de la universidad, invitaría al mayor a su hogar. Sin importar qué. Parecía más una prioridad más que una simple preocupación. Terminó sus trabajos lo más pronto que pudo, pasó noches despierto hasta la madrugada para poder tener el fin de semana libre y así cumplir con su propia palabra... Por noche tomaba café como un desquiciado, en su habitación sólo se oía la punta de su lápiz y lapicero chocar en cada espacio hacía el papel y su música clásica de fondo a volumen bajo con tal de no molestar a sus vecinos... Tanto así que, en unos pocos casos en los que tenía que ayudar como “Spiderman” casi tropieza y arma un problema aún mayor por el cansancio...

Y aunque toda esa semana fue una especie de tortura medieval para sí mismo, el esfuerzo valió la pena... El viernes por la tarde, terminó lleno de orgullo con el último ejercicio de una de sus tantas tareas. Estuvo a punto de llorar de alegría en aquellos minutos después de escribir el último punto. Y sin poner mucho más drama, tomó su teléfono, emocionado y llamó a Tony... Para saber si podía venir.

—Hola, niño. ¿Cómo estás?— Preguntó el mayor, contestando inmediatamente la llamada de el más joven mientras revisaba una de sus máquinas.

—Mejor que nunca, Sr. Stark.— Dijo sinceramente el menor. —Me preguntaba... ¿Estará libre mañana?—

—Oh, vamos niño... Dime qué tienes planeado.— Dijo burlona pero cariñosamente Tony.

—¡De acuerdo! De acuerdo... ¿Le gustaría venir a mi apartamento? Hay algunos temas de los que me gustaría hablar.— Dijo, evitando lo más posible un tartamudeo triste e infantil.

—Claro. ¿Me guías?—

—¡Por supuesto!—

—Me parece bien... ¿Nos vemos?—

—Nos vemos.—

Peter al colgar, no tardó en mirar a su alrededor... Los libros y hojas caídas por algunos muebles que se encontraban en lugares erróneos, su escritorio todo lleno de plumas y papeles arrugados...

¡Que desastre! Tenía que arreglarlo de inmediato... Limpiar lo mejor posible y saber que preparar algo para la cena...

[...]

Después de un rato, sus cosas ya estaban como se las esperaba. El timbre de su departamento sonó con fuerza, llamando la total atención de Peter, quien se levantó rápidamente para abrir la puerta... Y...

—¡Sorpresa!— Dijo con alegría Stark, haciendo de su presencia lo más importante para el menor. Más aún cuando observó que el mayor en una mano le mostró una bolsa con un par de sus hamburguesas favoritas... Seguido de esto, el más bajo se apartó para poder dejar entrar a Tony.

—Es un apartamento pequeño, lo sé. Soy un chico sencillo. Igual espero que se sienta cómodo aquí, Sr.Stark.— Le "avisó" Peter al mayor con algo de timidez.

—Oh, no te preocupes. Me gusta.— Dijo mientras sacaba las hamburguesas y ponerlas sobre la pequeña mesa del comedor. Peter se dirigió de inmediato hacia la nevera para traer la gaseosa que compró para el momento.

Ambos se sentaron, uno delante del otro. Ahí estuvieron conversando un largo rato. Tony comentaba con humor algunos inconvenientes que tuvo durante los últimos días, lo molesto que le parecía a veces lidiar con los Avengers. Siempre tan ruidosos y cómicos aún cuando el momento es serio. Incluso llegó a decir...

Desearía que hubieras estado ahí presente en esos momentos. Es como si tú si me prestaras atención.— Dijo con especial cariño el mayor. Totalmente sincero.

—¿Eh?... No hay de qué, supongo.— Respondió nervioso Peter. Los halagos por parte de Tony eran razón para el menor de alterarse en el buen sentido.

Rato después, Peter decidió hablar de lo realmente necesario con Stark. Fueron a su habitación, con la excusa de que quería hablar de su traje, hacerle unas modificaciones...

Los dos se sentaron en la colcha, de nuevo, uno delante del otro... Peter cambió de actitud por completo, de repente. Agachó su cabeza con algo de "pena" y empezó a hablar...

—Sr.Stark... ¿Aún se siente mal por lo de su... Ex?— Dijo en un tono lastimoso.

—¿Hm? Al principio sí pero, empiezo a superarlo. No te preocupes.— Dijo el mayor intentando calmar con ello al más bajo.

—¿Cómo piensa que no me voy a preocupar?— Dijo Peter con mayor tristeza. Dejando un silencio entre ellos que Stark no encontraba forma de romper. —Me pareció algo... ¡Ilógico! ¿En qué pensaba ella al dañarte de esa manera? Yo solo... Quiero que esté bien Sr.Stark, porque... Eres mi inspiración. Y, no me gustaría que por alguien que no valió la pena, usted vaya a deprimirse, dejar de ser mi héroe a seguir, o... ¡Cualquier cosa por el estilo! La semana que pasé haciendo trabajos de la universidad hasta el cansancio, era para poder saber su opinión lo más pronto posible. Porque de verdad me importa...— Finalizó Peter... Había perdido la noción de la realidad por un momento, y por esto mismo... Al decir todas sus sinceras frases, terminó tan cerca del mayor que sentía como ambas respiraciones se juntaban de cuando en cuando... La suya era nerviosa y suave, la del contrario era todo lo contrario...

El más bajo tragó saliva nervioso... No por el hecho de un posible regaño, reproche, la cercanía o algo parecido... Sino porque... Un poco más, y la situación habría servido para un beso...

Y cierto era... Qué un "error" por parte de Tony fue mirar los berrinchudos labios de Peter, con ese rosado tan bonito que los caracterizaba... Al pensar ello y tener en cuenta las palabras del menor, no pudo evitar sonrojarse y revolver el cabello de Peter para que éste no note su sonrojo.

—Gracias... Voy a estar bien niño, tranquilo.— Dijo antes de agachar suavemente con sus manos la cabeza del contrario de darle un disimulado beso en la cabeza del contrario...














Ni tan disimulado... Porque después de que Stark partió para su hogar más tarde... Peter no dejó de sobar su propio cabello...

~Mi Niño...~ [Starker] {Spiderman x Ironman} (PAUSADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora