Capítulo 1.

12 1 2
                                    

Estaba en los brazos de mi madre, agarrada a sus blancas ropas mientras ella se abría paso entre seres inhumanos, unos metros después, uno de ellos la atacó, después de aquello, no recuerdo nada más.

***

Madrugué mucho. Salí de mi casa corriendo a mi nuevo instituto, estaba decidida a convertirme en una Hanra, costara lo que me costara.

Llegué y cogí aire antes de entrar. Me arreglé un poco el uniforme y pasé por la portada.

Recorrí con la mirada el instituto, estaba lleno de gente de mi edad, dieciséis-diecisiete años. La mayoría eran chicos, aunque también pude distinguir a algunas chicas. Todos iban bien vestidos con el uniforme.

Caminé hasta la puerta principal y me abrí paso por la multitud. Me acerqué al tablón de anuncios, donde tenía que estar mi clase. Pasé rozando con toda la gente y al llegar a primera fila di un vistazo rápido y pude reconocer mi nombre seguido de la clase 1-1. Si no me equivocaba, era la primera clase a la izquierda en la primera planta. Seguí mis propias indicaciones y al doblar la esquina ví un cartel encima de la puerta con un trozo de papel medio caído en el que ponía "1-1" . Toqué la puerta y al no recibir respuesta la abrí. Era la primera, estaba dudando entre si realmente llegaba temprano o era idiota y me había equivocado. Estaba dispuesta a irme, pero recapacité y decidí entrar y sentarme en la última fila. Esperé unos cinco minutos y la puerta se abrió de golpe. Un puñado de gente era empujada por un chico de unos veintipico años, supuse que el profesor. Todos se sentaron y el profesor se sentó en la mesa.

— Bien,bien,bien... Ahhh — Soltó un largo suspiro y se colocó. — Buenas.... Buenos días, como no sabéis, soy vuestro nuevo profesor, Drac, y yo os convertiré en Hanras. Bien, quiero que os presentéis tal como vais sentados. Sólo sois quince, así que será rápido. Empieza tú. — Señaló al primer chico a su derecha.

— Me llamo Eros — Seguidamente la chica a su lado se levantó.

— Soy Uxia. — Una chica detrás de la silla de Eros gritó a su espalda:

— Soy Zenda. — Continuaron presentándose.

— Nil.

— Me llamo Kilian.

— Laia.

— Eideeer — Eider arrastró su silla e hizo un saludo militar, nunca adiviné el porqué.

— Soy Orion.

— Valle.

— Me llamo Jade.

— Nathan.

— Soy Eri.

— Otto.

— Neon — Dijo con un tono vago.

El profesor me lanzó una mirada, indicándome que me presentara.

— Me llamo Aneu. — No quise levantarme así que me presenté sentada. Drac nos repasó una vez más y luego juntó sus manos.

— Ahora que ya os conocéis, quiero empezar con la teoría. Poco después bajaremos a hacer pruebas en equipos. — Se bajó de la mesa y empezó a explicar cosas sobre los poderes de los Hanra.

— Como ya sabéis, los Malai son seres humanos, infectados por un virus desconocido — Dibujó un bicho raro, que supuestamente era un Malai. — Ellos atacan humanos, y no hay ninguna cura para ellos, todavía, excepto asesinarlos, y para asesinarlos existís vosotros, niños con poderes, por otro motivo desconocido. Ahora suponen que es por alguna mutación del virus que sucedió, por lo tanto sólo los jóvenes como vosotros, los que asistís a esta escuela tenéis poderes y podéis derrotarlos. — Jade levantó la mano.

— ¿Cuando haremos prueba práctica? — Drac puso los ojos en blanco y luego le respondió.

— He dicho que primero la teoría, mañana haremos la práctica, Jade — Siguió explicándonos las varias teorías de los Malais y los Hanras. Y la función de los poderes. Después nos comentó que mañana explicaríamos nuestro poder, en la prueba, lo irónico es que no sé si Drac sabe que yo no tengo poderes.

La clase finalizó con el sonido de una campana. La clase se disolvió, pero antes de que alguien saliera la puerta se cerró de golpe.

— No sé si lo sabéis, pero nosotros, la clase 1-1 sólo tenemos permitido estar en el patio, cada clase tiene su zona, y esa es la nuestra — Drac nos informó y luego abrió la puerta. La gente salió, dirigiéndose al mismo lugar, el patio. Se encontraba en la parte trasera del instituto.

Por el camino me fijé en varias personas con apariencia mayor. Según sé, aquí sólo hay primero y segundo, y somos muy pocos.

La clase entera llegó y raramente no se dispersaron, todos se sentaron en círculo, excepto Nil y Nathan. No estaban exactamente lejos, pero no tenían intención de sentarse con nosotros.
— Bueno, ¿Nos presentamos mejor? — Comentó Eider.

— Si, por qué no — Le siguió Kilian.
Así hicimos, cada uno comentamos nuestros gustos, preferencias, poderes... Etc, aunque yo me obstuve a comentar algo de mi falta de poderes. Incluso algunos intercambiamos números. Aunque yo sólo me molesté en pedírselo a Jade. Era una chica increíblemente maja, aunque muy torpe y despistada. La media hora se pasó muy rápido. La campana sonó y nos dirigimos todos a clase.

— La prueba práctica comenzará desde mañana — Dijo el profesor Drac entrando. El resto de la clase nos siguió explicando cosas un tanto innecesarias, pero no faltantes de saber. Las clases terminaron y todos empezaron a recoger. Metí unos foleos no usados en la mochila, donde llevaba todo y me la llevé al hombro. Coloqué la silla y me dispuse a salir.

— Señorita Anne. — Drac me llamó.

— Es Aneu — Le repliqué.

— Aneu, si así usted place. Quería hablar contigo. — Lanzó una mirada asesina a las siete personas que quedaban en clase. — A solas — Dijo recalcando esta última palabra. La gente me recorrió con la mirada y pude distinguir algún que otro mensaje de "suerte". Jade me extendió la mano y se fué dirigiéndome una sonrisa y dejando la puerta cerrada.

— ¿Necesita algo, profesor?

— Puedes llamarme Drac, yo tampoco tenía pensado llamarte señorita, Anne.

— Aneu. — Le repetí mientras él se acomodaba en su mesa.

— ¿Y bien, Drac?.

— Quería hablar sobre tu... Falta de poderes — Agarró un lápiz de la mesa y empezó a pasearlo entre sus dedos. —¿Cómo has logrado entrar aquí? ¿Quiénes son tus padres? ¿Tienes hermanos? ¿Has tenido contactos con Malais?. — Dejó el lápiz y a medida que iba haciendo preguntas más se acercaba a mí.

— Eh... Vale, vale, cálmate, Drac, pregúntame poco a poco. — Le alejé discretamente.

— Sí... Mejor... ¿Cómo has conseguido entrar?.

— No lo sé, hablé con el director, me miró de arriba abajo y soltó un pensamiento en voz alta diciendo que le suena mi cara, entonces me dejó entrar. — Su cara era buenísima, estaba en shock, es cierto que es una razón un tanto estúpida para dejarme entrar en una comunidad importante, pero el director también me sonaba.

— Bueno, ¿Y tienes familia?.

— Que yo sepa no.

— ¿Has tenido contactos con Malais?.

— Creo que n- — Recordé ese sueño o recuerdo de mi yo pequeña en brazos de mi madre, siendo atacada por un Malai. No supe si contárselo a él, pero me irradiaba una confianza increíble, no sé porqué. — Sí... Creo que sí.

— ¿Me lo podrías contar? — Abrió los ojos y esperó por una respuesta positiva, aunque seguramente era lo único que aceptaría.

— Estaba en brazos de una chica, seguramente mi madre, ella estaba vestida raro, y se abría paso entre unos bichos raros, supongo que Malais, pero uno de ellos la atacó. No sé qué pasó después. — Miró hacia arriba y se frotó un mechón de cabello de su cara pensativo.

— Ya veo...

ApocalypseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora