La musa Eterna

amigos

- esa chica te golpeó muy feo, debiste evitarlo.

Lo mira mientras le pone las vendas.

-Que puedo decir, no me gusta golpear mujeres, además no es ella la chica que te gustaba.

El chico moreno de su lado solo lo observa molesto.

-vamos viejo no pongas esa cara, además fue por una buena causa, esa chica seydi es muy buena con nosotros cuando vamos a la gran rosquilla además no es diferente a lo que hacemos por las noches no lo cres.* Esboso una leve sonrisa hacia su amigo*.

-bien ya acabe solo eran golpes y heridas superficiales, y a lo que me refiero es que pudiste evitar que te golpeara sin lastimarla.

-Y revelar lo nuestro, prefiero vivir al margen.

Los dos chicas se levantaron de la cama donde estaban. Se encontraban en un cuarto de tamaño promedio y algo desordenado dónde la temática de alien abundaban.

-Vamos a comer algo, mi madre preparo pavo a la pimienta.

- Lo siento, tengo que ayudarle a mi hermano con su tarea y alistarme para el trabajo en la noche, por cierto no llegues tarde como la última vez el señor sonrisas empezó a notarlo.

- Si, ya se. *Lo dijo con tono desganado*, por cierto hoy hay una junta en el muelle a las 2 de la mañana, así que lleva tu traje.

-Si, no olvides el tuyo tampoco y sobre lo de esa chica lapi....
-te sigue gustando, lo sabía.
-No termine de hablar, creo que debería dejar esa tonta fantasía con ella, después de todo te golpeó no es cierto?.
- No te preocupes amigo. El pequeño chico dijo esto mientras le sonreía a su amigo y le daba unas palmadas en la espalda.

- Cuídate Kay iré con mi hermano.

-si, saluda a Steven de mi parte.

- Si.
El chico moreno salió de la habitación, pero este de encontraba con un gesto de fastidio.
Este solo pensaba en lo sucedido en su escuela como fue capas de gritarle a esa chica que tanto le gustaba y posiblemente lastimarla, aunque está se lo hubiera buscado.

Todo este asunto lo confundía tanto que no se dió cuenta que ya llevaba un buen rato frente a su casa, ya estaba por entrar pero una vos juguetona lo saludo.

Era su pequeño hermanastro Steven un niño de cabello chino gordito y muy alegre.

- Hola Steven, llegaste tarde hoy.

-Si, estuve afuera de la gran rosquilla esperando a que seydi entrara pero lars me dijo que ella tuvo un accidente y que no se presentaría.
Esto último lo dijo con un tono triste
Su hermano solo lo vió y apretó los puños y puso una sonrisa fingida.
-Hermano, ¿Seydi va en tu escuela no?.

-Si por qué la pregunta?
Esto lo dijo con tono tenso

- No sabes lo que le pasó?

-Lo siento Steven, no ví nada.

- Que lastima. Bueno vamos a comer que papá debe estar preocupado.
Esto último lo dijo muy animado, a lo que su hermano asintió moviendo la cabeza.
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Este día lapis se encontraba un poco apagada, esperando con ansias la hora de salida incluso sin ganas de insultar a nadie, todo se debía a las ganas de querer ver a ese pequeño de aquel día. Ya en la hora del almuerzo vio como molestaban a una pequeña chica, esta era peridoc.

-Dejame maldita no sabes quién soy.
La pequeña fue callada por un fuerte puño de una chica alta y fornida.
-Miren chicas, está maldita enana cree tener el poder de detenernos  no es esto graciosos.

Lapis solo se limito a verlas de mala manera.
La chica que sostenía a peridoc sintió la mirada de la rebelde y procedió a soltarla.

-Vamonos, de todos modos ella no vale la pena.
Dijo ágata con un poco de miedo en su vos

Peridoc se sorprendió mucho y miro a lapis la cual le extendió la mano.

-Estas bien?

-Lapis, tu por qué me alludaste?

-yo no hice nada solo las mire.

La pequeña chica con arrogancia y vanidad empezó a elojiar a lapis lo cual la molestaba mucho, aunque está se encontraba muy emocionada para ponerle atención.

Ya en la salida fue hacia su parada y espero al camion. Paso uno y otro y otro, en poco tiempo pasaron más de tres, pero ella no se subió por qué en ninguno vio los característicos risos del pequeño.

De pronto el un camión se hacerco y en una de sus ventanas divisio esos risos, ella subió de inmediato y se alegro de ver qué había un asiento libre alado del niño, esta procedió a ocuparlo y saludarlo, Steven se sorprendió por esto, pero la saludo con su amabilidad características.

- Te acuerdas de mí, soy la chica del otro día.

- Claro, la chica del hermoso cabello.

Este comentario sonrojó mucho a lapis.

- Y como te llamas?

- Mi nombre es Steven univers y tú?

- Yo soy lapis.

-Que hermoso nombre, y tu cabello también es muy hermoso, es natural?

-No, lo pinto de vez en cuando.

-Aun así se ve lindo.

-Tu cabello también es lindo Steve.

- Muchas gracias lapis.

- en qué grado vas Steven.

- Voy en 2 de secundaria y tú?.

- Yo ya voy en preparatoria.
Dijo con un tono algo apagado

- Yo tengo un hermano que asiste a la preparatoria también.

- Encerio?

- Si, es muy alto , fuerte y inteligente además es muy amable. De echo va en la preparatoria que acabamos de pasar.

Esto inquieto un poco a lapis, pero esa preocupación fue cortada por la dulce vos de Steven.

- Y tu, tienes hermanos?.

-No

- Que lastima.

-Eres muy agradable Steven, debes tener muchos amigos.

-Si, los tengo por montones.
Exclamo el pequeño.

La plática se prolongo demasiado, ya que la parada de lapis se había pasado pero no quiso terminar esa charla, ella deseo que está fuese eterna.
Pronto el pequeño pidió su parada y lapis bajo con el.

-Bajas aquí también lapis?

-Si
Dijo con tono nervioso.

-Esa de alla es mi casa por si algún día quieres visitarme.
Señaló una casa de dos pisos cerca de la playa.

- Ya te vas Steven?.
Esto último con un tono de mártir que steven no entendió.

-Si, adiós lapis tengo que llegar y ver si mi hermano arreglo su cuarto, trabaja hasta tarde y no le da tiempo de hacerlo a el mismo.

-Adios steven.
Pronunció la rebelde con un aire de tristeza por despedirse de su nuevo amigo, pero a la vez feliz por qué tenía uno por fin.