*Gritos se escuchan a lo lejos*
Golpes secos y la porra de una muchedumbre se oyeron por los pasillos.A lo lejos una gran multitud y en medio de esta una chica pequeña pero algo gorda y con un tono de piel claro sangraba mientras pedía ayuda, y detrás de ella se encontraba la peli azul con una gran sonrisa de sacdisfaccion en su rostro.
En ese momento una vos grito al unisono.
-Dejala en paz.
Lapis bolteo hacia donde provenía aquel grito de aparente valenti, por qué nadie en su sano juicio se atrevería a gritarle a la rebelde y menos sabiendo como es su carácter.-Quien eres, pequeñín?
Esboso ella con un sonrisa malisiosa.-Soy kay.
*Grito un pequeño chico de no más de 1.55.-Hacercate imbécil, viniste a hacerte el héroe salvando a está maldita camarera que no sabe servir un solo café.
El chico solo miro a seydi con lastima y devolvió su cara a lapis -nadie te tiene miedo maldita zorra.
exclamo.Solo para arremeter contra está.
Lapis solo se movió un poco y lo esquivo con facilidad.
-Es todo lo que tienes.
*después de exclamar esto le dió un fuerte golpe en el rostro al chico el cual callo hacia atras*.Continuó golpeando al chico asta cansarse con una satisfacción en el rostro.
De pronto alguien la tomo de un brazo.
Lapis se sorprendió de tal acto y solo volteo hacia el que se había atrevido.
Era un chico delgado y moreno.
Este la tomo con fuerza y la lanzo hacia un lado.*Lapis esboso un leve quejido* y después una maldición.
El chico no presto atención y recogio a su pequeño amigo y a la chica rubía, este los puso en su espalda y en su brazo respectivamente y se marchó.
Todos los mirones se impactaron aun más de ver esa escena, la ruda y fuerte lapis subestimada por un simple chico.
Lapis se quedó sorprendida tanto que no se podía mover.
-Eres una maldita enferma.
Exclamo el chico antes de irse.La chica solo se levantó y se fue hacia la parte delantera de la escuela, con la frase de ese tipo aún rondandole por la cabeza
- Quien te creas maldito?
Grito con desesperación y a todo pulmón hacia los cuatro vientos hasta desahogarse.Ya solo quedaba una hora para salir, pero ese dia ya no quería saber nada así que se fue hacia su típica parada.
Al llegar se quedó esperando más de media hora, ya cansada de estar ahí decidió caminar hacia su casa.
En el camino no se sacaba a aquel chico que la había umillado y le había quitado su imagen de ruda, ahora solo quería vengarse de ese idiota. Estaba tan sumida en su mente maquillando una forma de vengarse que no se dió cuenta que su camión casi se va sin ella.
Al entrar está se encontraba ofuscada así que ni el paisaje le parecía hermoso, solo pensaba en como vengarse, sin embargo una risita la saco de su mente.
Un pequeño niño que la veía desde la parte trasera, no se veía mayor de 12 años, tenía un pelo risado y una gran sonrisa.
El niño la continuó mirando y le esboso una tierna risa.
Lapis se sonrojo por ese gesto de cariño que Nadia le había dado en mucho tiempo, esto alegro mucho el día de la rebelde asta el punto de aver olvidado todo lo sucedido.
Llegó la hora y lapis bajo en su parada, al llegar a casa su madre le comenso a gritar como de costumbre pero ella estaba muy feliz para hacerle caso.
Ya en su avitacion.
- Que es esto, esa sonrisa tan cálida y esa cara.
La chica se sonrojo un poco.
-no no puede ser, solo lo hizo por amabilidad soy una idiota no puedo pensar así de un niño, además solo fue un maldito gesto amable.*Suspiró*.
-un gesto que necesitaba.Lapis solo se acostó a llorar, por primara vez la gran rebelde llorando por un simple gesto de un pequeño niño.
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La musa Eterna
FanficEsta historia se centra en la vida de una adolescente de diecisiete años llamada lapis, la cual es considerada "rebelde" entre todos pero tras conocer a un pequeño niño y a su hermano su vida cambia completamente