SAKURA

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Sabía que Sakura jamás me lastimaría, o eso creía, pero seguramente no tendría la misma cercanía y cuidado a un cuerpo reanimado...

-¿Sakura podría lastimarme? -le pregunté, con miedo palpable en mi voz.

Sakura tenía esa fuerza inmensa capaz de romper una montaña cuando se encontraba molesta, y si se molestaba con la idea de que reanimaran el cuerpo de su amigo, definitivamente debería tener cuidado.

-Tranquilo, seguramente a quien intenté matar sea a mí. –

-¿A ti, porqué? –

-Verás Naruto, durante una época, los primeros años principalmente... estuve investigando más acerca del Edo Tensei y otras técnicas de reanimación. -dijo, y eso se escuchaba terriblemente mal. -No quería traerte a la vida como a un muñeco, por lo que busque cientos de formas de reanimación, pero ninguna daba vida propia, ninguna te dejaría con un libre albedrío... hasta que encontré una, que podría darte vida y libre albedrio, a cambio de cien sacrificios, y estuve a punto de intentarla...-

-Sasuke... -

-Sakura, Shikamaru y ellos me detuvieron justo antes de llegar a herir a alguien, y me hicieron darme cuenta de que jamás sería feliz contigo, aunque estuvieras a mi lado, terminarías enterándote y me odiarías. -sus ojos pasaban entre muchos recuerdos y distintas emociones, cosa que era palpable. -Desde entonces, siempre han vigilado mis investigaciones, con miedo de que cometa otra tontería así. –

-Tienes razón, yo te habría odiado por completo si me revivías a cambio de otras vidas. – afirme, mientras pensaba en la desesperación que debió sentir para llegar a ese punto. -Pero... ya estoy aquí, y no volveré a irme. – prometí, mientras iba para sentarme con él.

Pero al dejarme caer sobre el sillón, sin querer toqué una de mis costillas, la que me había roto aquel estúpido guardia. -¡Ahg! – me quejé, tocándome aquella zona.

-¿Te pasa algo? –

-Cuando me atraparon en la oficina... unos ANBU me golpearon bastante y creo que tengo algunas costillas rotas. – admití, intentando sonar calmado, pero muriéndome del dolor.

-Los mataré. – me aseguró, mientras entre gruñidos maldecía a aquellos ANBU y lo peor es que sabía que esas palabras eran bastante literales. -Déjame ver. – dijo y se quitó el cabello que cubría su rinnegan, para comenzar a examinarme. Comenzó a verme, con mucho detenimiento, pero paro en la zona de mi vientre. -¿Q-Qué? – exclamó, y siguió viendo completamente sorprendido.

Lucía como si estuviera viendo a un fantasma, y su tono no me gustaba para nada.

-¿Qué ocurre? – cuestioné, harto de que me observará sin decir nada.

Él simplemente alzó la vista, y me miró de una forma sumamente extraña, que no supe descifrar, después se lanzó a mi abrazándome sumamente fuerte, y moviendo un poco más mi costilla rota. -¡SASUKE, NOS LASTIMAS! – le grité, para que dejará de agarrarme así de fuerte.

Y como si aquellas palabras vinieran con una amenaza de muerte, él se separo de mí en un segundo, haciendo que pudiera volver a respirar.

🦅

Al activar el mangekyo, combinado con el rinnegan me di cuenta de algo que no había notado hasta ahora: Naruto tenía una huella anormal de chakra, con el sharingan e incluso con el mangekyo por si solo no pude notarlo, pero en combinación logré verlo claramente, había una algo extraño en su chakra.

Observé detenidamente, viendo que aquella anormalidad comenzaba desde debajo de las costillas hasta la cadera, era su estomago por completo. Al acercarme un poco, noté lo que ocurría, había un chakra recubriendo a otro.

NO VOLVERÉ A PERDERTE [ SASUNARU / YAOI ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora