GAARA

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El último Uchiha se encontraba observando el cielo mientras caminaba en dirección al restaurante favorito de su prometido, y era debido a que justamente hoy el cielo era especialmente bello, con un brillo particular que transmitía paz y alegría, algo que parecía no suceder en la Aldea desde hace más de quince años, y como si las nubes supieran del regreso de Naruto y quisieran hacerle un homenaje, el cielo se tiño de bellos tonos naranjas.

-Sasuke. – llamó su consejero.

-Shikamaru. -saludó, mientras colocaba una mano en los hombros de su amigo en forma de disculpa. -Lamento lo de esta tarde, no volverá a ocurrir. –

-Eso espero, hombre. – pronunció fastidiado. -Una hora después de que te fuiste, el kazakage actuó como un maldito demente, todo un fastidio. –

-¿Qué ocurrió? –

-No lo sé, comenzó a alterarse y a decir que sentía el chakra de Naruto, ¿Puedes creerlo? – explico, y aquellas palabras hicieron que el Hokage parará en seco. -No te pongas así, hombre, ¿Qué traen todos con Naruto estos días? Déjenlo en paz, seguro que desde donde este, se burla de sus obsesiones con él. – bromeo Shikamaru, atribuyendo la preocupación de su jefe a la idea de ver a Naruto.

-Hablas como si no lo extrañarás. –

-Claro que lo extraño, ese tonto era de mis mejores amigos. – aclaro rápidamente, intentando que su amigo no malinterpretara sus palabras. -Pero ya esta muerto, y seguro que esta mucho mejor ahí. –

El actual Hokage no respondió, pues sabía la realidad de las cosas y no podría decirle a su amigo, por lo que decidió regresar al tema anterior. - ¿Y qué sucedió con Gaara? –

-Pues tardamos cerca de tres horas en convencerlo de que no podría sentir el chakra de Naruto, que seguramente por el estrés y la falta de sueño sus habilidades estaban desgastadas. Aunque creo que no abandono la idea del todo... que fastidio. –

-Ya veo...-

-¿Él también estaba enamorado de Naruto, cierto?

-Mierda, sí. – gruñó Sasuke, teniendo sus celos a flor de piel por el regreso de su rubio.

-Naruto tenía una habilidad increíble para llegar al corazón de los kages. – bromeo Shika, mientras tocaba el hombro de su amigo, que le volvió a hacer un sonido mostrando sus celos. -Y de los ex psicópatas posesivos. – acompleto.

-Cierra la boca, no me compares con la zarigüeya. –

Sikamaru solamente se rio ante lo mucho que se parecían ambos Kages. -Bueno, ¿Y a dónde vas amigo? –

Sasuke dudó unos momentos en si decirle o no a su amigo el hecho de ir al restaurante favorito de su novio, pero finalmente le dijo. -Voy a Ichiraku, a Sakura y a mí se nos antojo un ramen de cerdo. – mintió.

-Hablando de obsesionados. – dijo fastidiado Shikamaru. -Pero supongo que es una forma no tan enferma de recordarlo. – concluyó. -Solo prométeme que no te terminarás emborrachando o algo así. –

-Lo prometo. –

Aquella promesa se debía principalmente a que Sasuke se emborrachaba cuando la falta de Naruto le afectaba a tal punto que no podía hacer otra actividad, llevándolo a ser sumamente agresivo y violento, incluso con sus amigos y siempre era Shikamaru el que con su posesión de sombras tenía que detenerlo.

Shikamaru suspiró, pensando en que por las fechas era usual ver a ambos kages de esta manera, después de todo ambos consideraron a Naruto como su primer y único amor. Sin ganas de lidiar con la problemática del ex triangulo amoroso, se despidió al llegar al restaurante.

NO VOLVERÉ A PERDERTE [ SASUNARU / YAOI ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora