Si bien vivir solo en una casa tan grande podría ser el sueño de cualquier niño, Nueva España no lo veía así. Recorrer los pasillos de la enorme casa le parecía aburrido, pues incluso estando solo tenía muchas reglas de comportamiento las cuales seguir.
"Camina derecho", "no corras", "no grites", "los niños bien portados se quedan en silencio y en su lugar", esas eran solo algunas cosas que su padre le había dicho durante mucho, mucho tiempo. El pequeño las seguía al pie de la letra, no queriendo defraudar a su papá, incluso cuando no estaba en casa, las seguía.
Pero en la soledad de su habitación, hacia una pequeña excepción, ahí podría romper un poquito las normas de comportamiento.
El pequeño se encerraba con llave en el interior de su habitación siempre que podía y siempre que su padre no estaba cerca, una vez solo, reunía a todos sus peluches y hablaba con ellos, no recibía respuesta, claro, pero en su imaginación esos peluches eran niños con los cuales podía jugar, platicar y reír.
Nunca les había dado un nombre o apariencia, pero ahora, mientras jugaba con uno de sus peluches se imagino que el niño desconocido llamado Trece Colonias está a ahí junto a él jugando.
Sonrió ante la idea, sintiendo sus mejillas teñirse de un rojo carmesí.
Siempre quiso tener un amigo. Imaginar que ese niño volvería a su casa le daba algo de esperanzas.
ㅡ¿Cómo será? ㅡpreguntó sonriéndole a su peluche ㅡ. Papá dijo que era feo, pero debe ser bonito... El señor Inglaterra es bonito, su hijo también debe serlo ¿No?
Miro a su peluche, ladeando su cabezita a un lado, volviendo a tomar al osito de felpa entre sus brazos, abrazándolo.
ㅡ¿Querrá ser mi amigo? ㅡindagó nervioso, sosteniendo con más fuerza entre sus pequeños brazos al ositoㅡ. Papá no me deja hablar con otros niños y casi no veo a mis hermanitos.
Miro triste al peluche, haciendo un puchero en sus labios.
ㅡPero somos vecinos, tal vez nos llevemos bien ¿Usted cree que sea así señor Oso?
Volvió a ver al peluche. Moviendo con sus pequeñas manos la cabezita del mismo, fingiendo que le decía que si.
ㅡ¡Lo sabía! ¡Al fin tendré un amigo!
Grito emocionado, volviendo a abrazar al osito entre sus brazos. "Tendré un amigo, tendré un amigo" pensó emocionado, dejándose caer en su cama, mirando al techo con una sonrisa. Se imaginaba cómo sería ese niño del que tanto su padre había hablado esos últimas días y sobre todo, se imagino las formas en las que podría hablar con él, le diría su nombre y después le daría un regalo ¡Le haría un pastel!, ¡Así sería su amigo para siempre!
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¡Súper!...¿Trece colonias? || UsaMex
Fanfic"¡Seré tu heroe para siempre!" •Intento de fluff