who?

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Mis acuosos ojos brillan frente a la luz de la Luna, siendo ellos los únicos que logran iluminar aquél frío lugar, que falsamente llamo mi hogar.

La humeante taza de café entre mis pálidos y temblorosos dedos me compensa una mínima parte por la frialdad de tus caricias.

Tus cálidas manos han sido intercambiadas por unas distintas, que muy difícilmente se asemejan a las de un humano.

No sé qué pensar, siento que cada vez que te traigo a mis pensamientos ya no se siente más como si la vida me tomase entre sus dichosos brazos, ahora se siente como si mi estómago recreara el dolor que sintió cuando mi padre quiso componer mi persona y mis ideales que radicaban en que un ser tan extrañamente alucinante me mirara con un amor inspirador, como alguna vez lo hiciste tú.

Bebo otro trago más de mi café para borrar con el, el amargo sabor de nuestro último beso. Siento el ardiente líquido bajar por mi garganta. Quema demasiado, pero mi consciente e inconsciente se han unido, así como la Luna y el Sol en un irregular y hermoso eclipse, para llegar a la desesperada decisión de beber cafeína hasta obligar a tu amargo amor a salir de mi sistema.

Lamento que a pesar de tus tantos intentos por enamorarme no lo hayas conseguido.

Después de ver tus suaves labios rosados articular con una lástima desgarradora aquellas palabras, mi cerebro detuvo el sentido regular en mi interior, para así dejar al corazón desahogarse sólo con sus constantes latidos aferrados a ti, haciendo eco por mi alma rota. Siquiera pude parpadear cuando saliste del lugar donde se suponía era nuestro cuento de hadas personalizado, donde solamente teníamos acceso tú y yo. Un lugar donde los problemas no eran más que un par de granos de arena en nuestro mar de fantasías granate.

Levanto la cabeza de entre mis rodillas para dedicarle toda mi atención a la Luna, ¿siquiera volverá para agradecer las memorias que nos regaló nuestra tierra sagrada? Quisiera creer que lo hará, así podría detener este terrible deseo de inundar mi alma hueca con cafeína.

A duras penas me pongo en pie, entre espamos involuntarios, necesito preparar más café, siquiera repare en la decena de tazas minimalistas que se destruían a mis pies. Los ojitos tristes de mi pequeño peludo me hacen volver al mundo real, quien al parecer ya sabía lo de la inesperada huída de su persona favorita. Me golpeé mentalmente por ser tan egoísta al olvidarme de su sufrimiento por curar el mío.

Vamos, pequeño, olvidémonos de todo esto. Tomé su tazón favorito, ese qué compramos al salir al parque aquél nublado domingo, ¿lo recordará?; para invitarle un poco de mi antídoto al dolor, quizás eso le inyectaría de felicidad esos ojos tristes. Le acaricié la cabeza con la mano derecha, mientras que con la otra sostenía mis sueños rotos.

Ya no sentiremos más dolor, lo juro. Besé sus pequeñas orejitas.

Las últimas gotas que derramó mi taza, me revelaron la verdadera razón de su desprecio hacia mí. Las razones que me dieron eran tan oscuras como ellas, que siquiera yo en estos momentos sería capaz de saborear.

¿Quién eres tú?

Era algo que mi amor tantas veces me preguntó durante nuestro amorío, jamás le tomé la importancia que se merecía aquella pregunta que me confesaba el cómo se sentía respecto a mí. Ahora, desde mi última degustación, sé que es algo que desde que su ausencia me inundó, me pregunté cientos de veces, con impotencia y un dolor creciente en el pecho, culpando a esa ausente presencia quien fue tan valiente para rematar nuestro inminente y amargo último adiós.

No se merece este adiós que le estoy entregando, pero cual cobarde me estoy despidiendo de ésta manera tan egoísta. Sé que las lágrimas en tus ojos no cesarán durante una larga temporada, tienes un corazón tan sensible y bondadoso. Lamento ser un adicto a esto. Siempre me dijiste que el café no me llevaría a nada bueno, a lo que espero y te equivoques, porque yo ruego entre sollozos que me lleve a un oscuro lugar tranquilo, donde me toquen por una eternidad la melodía de tu voz.

Ahora me voy sabiendo que te amé; 15 tazas de café después de ti.

who? ;  taekook. †Donde viven las historias. Descúbrelo ahora