Capítulo 3

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—¿A donde fuiste?

Eso fue lo primero que escuchó al cerrar la puerta del departamento dispuesto a hablar con su novio y arreglar las cosas.

—Estuve... —suspiró y rogó en silencio que decir la verdad no le trajera otro problema—. Con Mark hyung.

Jeno chasqueó la lengua en señal de disconformidad y Donghyuck solamente deseaba que lo pasara por alto como él siempre hacía con todo.

—Te dije que no me gusta que te juntaras con ese chico —le dijo mirándolo con el ceño fruncido.

—No tenía donde quedarme —dijo tratando de no elevar la voz, quería arreglar las cosas, no empeorarlas.

—¿Y Renjun? —discutió mirándolo—. Ah no, con él no puedes revolcarte —habló sarcástico y apretando los puños.

—Y-Yo no me acosté con Mark —habló calmo pero con su voz temblando por la angustia.

—No me mientas, imbécil —Jeno se acercó rápido y suspiró, relajándose—. Donghyuck... Sólo intento cuidarte. No me gusta que andes solo por ese lugar a esas horas de la noche.

Y antes esas palabras, Donghyuck no pudo evitar explotar.

—¿¡Me lo dices en serio!? ¡Por tu culpa salí a esas horas de la noche! —gritó, furioso y señalando al mayor con su dedo índice—. ¡Por tí y tu estúpida borrachera, porque eres un idiota y...!

Un fuerte golpe en su mejilla lo hizo callar y por poco caía al piso ante la fuerza de este, sus ojos brillaron por la lágrimas que amenazaban con salir. Su mano cubrió la parte golpeada, quizá no debió gritar.

—¿¡Es mi culpa que seas una mierda de novio!? —gritó Jeno—. ¡Trato de dar lo mejor de mí para tí! —las lágrimas en los ojos de Jeno resbalaron por sus mejillas y Donghyuck se sintió culpable, lo miró y se acercó un poco hasta lograr tocar su mejilla húmeda.

Iba a cometer el mismo error una vez más, porque él no tenía idea de que esas lágrimas que Jeno dejaba salir, eran vacías y falsas.

—L-Lo siento... —susurró Donghyuck acariciando suavemente la mejilla de Jeno—. P-Prometo ser un buen novio, lo juro —habló con nuevas lágrimas en los ojos.

Un suspiro que disimulaba una sonrisa burlona salió de los labios de Jeno y luego miró a Donghyuck.

—Está bien, te perdono.

Donghyuck sonrió y abrazó a su novio con fuerza, feliz de arreglar las cosas, también dejó un beso en su mejilla.

—Pero, Donghyuck... —lo llamó con ese tono que al menor le desagradaba porque siempre significaba que le impondría una nueva cosa que hacer, ya lo había hecho con las clases de baile y con salir sin él—. No quiero que veas de nuevo a ese chico.

El menor mordió su labio, no quería alejarse de su hyung, la pasaba tan bien con él, no podía evitar sonreír cuando lo tenía cerca y no iba a alejarse solo porque Jeno se lo pedía... Jeno nunca piensa en lo mejor para él y está harto. Donghyuck se cansó de Jeno, aquel leve aceleramiento de corazón que Jeno le hacía sentir, no se comparaba en nada con lo que le hacía sentir Mark. Y por eso estaba seguro de lo que haría.

—¿Sabes qué, Jeno? —comenzó a hablar, con miedo de lo que podría pasar—. Me harté de esto.

—¿Qué mierda estás diciendo, Donghyuck? —preguntó dando un paso hacia adelante, buscando intimidar al menor como siempre había hecho... Lo sorprendente fue, que esta vez no lo logró.

—Estoy diciendo que estoy harto de tí. De tus golpes, de tus infidelidades y de tus impedimentos. Me tienes harto, Jeno —habló con firmeza.

Jeno lo miró con furia y levantó su puño, dispuesto a golpearlo, pero Donghyuck actuó rápido y tomó aquel puño usándolo para empujar al mayor y tumbarlo al suelo.

—Esto se acabó.

—Eres un maldito idiota —dijo el otro mirándolo desde el piso.

—Es Donghyuck, imbécil. DONGHYUCK.

Fue lo último que dijo antes de sonreír de lado y salir de ese departamento tan tóxico. Lo primero que hizo fue sonreír en grande y lo segundo... Comenzar a correr.

run | markhyuckDonde viven las historias. Descúbrelo ahora