Algunas personas nace pudiendo tocar el Sol con la punta de sus dedos, pero otras, otras necesitan correr, retroceder unos pasos hacia el vacío y secarse el sudor de la frente para luego tomar impulso, y, quizás así, llegar a tocar alguna estrella.
Valeria soltó en unos segundos todo el aire que había estado conteniendo por años, todo el dolor, sacrificio y lágrimas se fueron en un suspiro, y en ese instante de liberación volvió a tomar fuerza para dar el próximo paso a ese salón aterrador frente a ella.
Uno, Dos, Tres- contó en su cabeza-.
Era el momento de entrar
Un pequeño hombre llamó su nombre en alta voz, indicando que era su turno. Bajó la mirada, se miró ambas manos sudadas y las secó rápidamente en su ropa antes de entrar. La habitación era completamente blanca, a excepción de la plataforma negra donde debería audicionar, y los 3 jueces en su mesa barnizada de un color claro también. Uno de ellos era una mujer, habría de tener unos 30 años, con una expresión amable y cariñosa; daba la impresión de estar viendo a su mamá. Otro era un chico muy guapo y joven, de hecho le parecía de su edad, tal vez algún día incluso lo habría visto en su secundaria. Pero quien más miedo le daba era aquel chico de pelo celeste, sus facciones tan serias eran atemorizantes, pero a la vez lo hacían lucir tan jodidamente sexy que casi podía sentir la saliva saliendo de su boca.
_ ¡Concéntrate Valeria!- se reprimió a sí misma-.
_ Número 302- gritó el mismo chico sobre el que había puesto los ojos- ¿vino a audiciones o a babearse mientras me mira? No tenemos tiempo para esto
_ Yy..o- miró apenada al de piel pálida mientras él acariciaba sus labios con su dedo pulgar provocativo ¿Por qué tenía q ser tan odioso, pero tan irresistible a la vez?
_Nombre- la interrumpió el chico de pelo rubio con una sonrisa deslumbrante-.
_ Vv..aleria señor, Valeria Park- tartamudeó a la vez que el rubor ascendía a sus mejillas, y notó como la señora le susurraba algo al oído al otro-.
_ Sin el señor, por favor- juntó sus labios en una pieza y pareció como si un ángel hubiera bajado del cielo.
_Okey- levantó la cabeza y colocó un mechón de su cabello tras la oreja.
_ Puedes empezar cariño- le sonrió la señora-.
Cerró los ojos y respiró profundo. Sólo tenía q hacerlo, era sólo abrir su boca y un par de movimientos para mostrarles de lo que era capaz. Oprimió sus puños con fuerza y vio el micrófono frente a ella. Estaba segura de sí misma, sabía q podía hacerlo. La música comenzó a sonar y se colocó en la posición desde la que siempre empezaba hacía mucho tiempo mientras practicaba en su habitación. Pero esta vez era diferente, tres personas la juzgarían, decidirían su futuro en unos minutos. ¿y si no bastaban todos sus años de entrenamiento? Tal vez su voz no era tan aguda o potente, o quizás, sólo quizás, ella no era suficiente para un sueño tan grande.
Volvió a mirar las caras de los jueces, unas serias, otras dibujando una sonrisa en señal de aliento, y en ese instante todo le pareció tan grande y ella tan minúscula, aterrorizada. Así que tomando valor. ¿O por cobardía? Salió corriendo a través de la misma puerta que antes la había dejado entrar, dejando atrás un sonido vacío mientras se cerraba.
~~~~~~
Y allí estaba, recorriendo las calles de Seúl de vuelta a su casa, el mismo camino de siempre. Sentía una inmensa presión en su pecho y unas ganas resquebrajadoras de llorar. Una pequeña gota de desilusión asomaba en sus ojos, hasta que un animado espectáculo la sacó de sus pensamientos de derrota. Un cartel dibujado con marcadores y pinturas baratas se impuso frente a ella. En letras bien grandes se resaltaba "Sitio del Arte"

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Under your skin
FanfictionMin Yoongi es el soltero más codiciado de Seúl, un exitoso empresario de 25 años que ha logrado el éxito sin ayuda. Conoce a Valeria, una chica extranjera que acaba de llegar a la ciudad para hacer las audiciones en su empresa. En su fiesta de bienv...