Prólogo

32 4 2
                                    

_ Donde estás?- las lágrimas estaban por brotar de sus ojos, sabía que no debía llorar, pero aunque quisiera contenerse con todas sus fuerzas, era imposible-.

_ Estoy aquí, tranquilo- sintió como acariciaba su cabello y colocaba su cabeza sobre sus piernas-.

La oscuridad siempre le había provocado cierto pánico, ya tenía 8 años, sabía que era mayor para admitir que tenía fobias tan infantiles, así que se esforzaba por ocultarlo. Más aún le dañaba su orgullo el hecho de ser consolado por una niña menor, y verse tan débil frente a ella. Debía protegerla, pero ahí estaba: llorando desconsolado bajo su pecho, y eso lo hacía todo más patético.

_ Tranquilo, no dejaré que te hagan daño Yoongi- podía ver su sonrisa aún en la oscuridad, era preciosa sin dudas- sólo quédate a mí lado y no te pasará nada-.

_ Tengo miedo Val- ¿pero qué estaba diciendo? Las palabras salían de su boca sin poder controlarlas-.

Sacudió su cabello, ya demasiado largo, con ternura. Ignorando el dolor que debía sentir por las cuerdas que los ataban desde hacía 2 días.

_ No llores tonto- se burló- ¿quién querrá ser novia de alguien feo y llorón?

_ No puedo verte, y eso me da mucho miedo - se levantó y la miró a los ojos, ella abrió los suyos como platos también -.

Él la miró fijamente por varios segundos, sus ojos llorosos decían tantas cosas como su corazón quería. Ella bajó la mirada tímida, y cubrió con sus manos las cuerdas y las marcas que estas le habían provocado en sus muñecas.

_Val!- sonrió de oreja a oreja decidido- sé mi novia! Así te podré ver todos los días, toda mi vida!- la tomó de las manos ignorando las dolorosas marcas de las cuerdas-.

Gracias a Dios estaban a oscuras y no se notaba lo rojas que se tornaron sus mejillas en ese momento.

_ ¿¡Pero que dices loco!?- volteó su vista al vacío apenada-.

_ Por favor - hizo un puchero, sabiendo cuál era su punto débil- no quiero que me dejes.

_ Bueno..- dijo pensativa- creo que... acepto..

Yoongi comenzó a brincar de felicidad por dentro y a aplaudir de felicidad, aunque a duras penas pudo hacerlo.

_ Pero sólo si me prometes algo

_ Lo que sea.. - dijo convencido-.

Sintieron el crujir de la puerta, provocando que se estremecieran de terror. Ese señor estaba de vuelta.. su peor pesadilla regresaba.

Valeria vio como la expresión de felicidad de yoongi había cambiado por una de pánico y desesperación. También tenía miedo, pero alguien debía ser fuerte en momentos como ese.

_ Prométemelo

_ ¿Eh? - estaba tan centrado en su miedo que no había escuchado las palabras de la niña-.

_ Prométeme que siempre sonreirás

La puerta se abrió por completo dejándoles ver la luz, y la silueta de aquel horrible monstruo junto a ella.

_ Prometido- tomó su mano con fuerza-.

Y sonrieron...

Under your skinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora