Hola, esta es otra cosilla que escribí en rp (para Dabi bb picioso).
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El reloj marcaba la una de la madrugada, Tomura estaba solo en su habitación. Las luces apagadas, sólo la luna alumbraba su desnudo cuerpo sobre la cama, aquella pálida piel brillaba en cada centímetro. Su cuerpo totalmente excitado, estaba demasiado caliente y Dabi no se encontraba cerca para saciar su hambre de sexo. A veces maldecía aquellas rondas que su pareja solía hacer por las noches.
Se recostó sobre la cama, desplegó sus piernas para mayor comodidad y lentamente comenzó a deslizar su mano derecha por su torso. Comenzó por su pecho, sus ojos cerrados imaginaban que los dedos que acariciaban la piel eran los de su amante, esa firme mano tibia que le hacía estremecer al más mínimo contacto. Bajó con calma por su abdomen, trazando suavemente cada paso que avanzaba por su piel. Llegó a su pelvis, se detuvo en la base de su erección, con parsimomia tomó aquel duro miembro, y aún con la imagen del azabache en mente, se dio la tarea de mover su mano por la extensión, de abajo a arriba, jugando con el glande y la uretra, mientras jadeos comenzaban a hacer presencia en sus labios.
Su otra mano, que estaba libre de momento, se aferraba a las sábanas bajo él, jalando aquellas con fuerzas, a la vez que su voz susurraba el nombre de quien le tenía fantaseando de aquella manera. "Dabi" jadeaba, una y otra vez. Soltó aquella tela para dirigir dos de sus falanges a su boca, chupándolas como si de la entrepierna del aludido se tratase. La saliva se deslizaba de su boca, cubriendo sus dedos y parte de su mano, movía su lengua alrededor se ambos dedos, humedeciendo cada pedazo de estos.
Quería sentir más, estaba abrumado por la temperatura en su cuerpo, por lo que retiró las falanges de su boca para llevar aquellas a su pecho. Sus pezones estaban duros debido a la excitación. Jadeó nuevamente el nombre ajeno mientras su dedo índice y pulgar torcían la rosada piel de sus botones, un quejido más fuerte salió de sus labios al jalar de aquellos, apretó sus ojos con fuerzas al llevar su mano a repetir el acto en su otro pezón. Su otra mano se mantenía firme en su erección, masajeando aquella en busca de placer. Pero el sólo pensar en la sensación que le causaba cuando el azabache estaba dentro de él, le hizo llevar su izquierda hacia sus glúteos. Levantó sus caderas ligeramente mientras se daba soporte en la cama con su espalda y pies, deslizó su mano bajo su trasero y una vez que localizó su recto, ingresó uno de sus dedos en él.
Su espalda arqueada ante la sensación, movía aquella falange de adentro a afuera, provocando un húmedo ruido mientras esta se deslizaba por sus paredes anales. Pero no le era suficiente, quería sentir más, y un segundo dedo ingresó a su cavidad, haciéndole gemir un poco más alto nuevamente el nombre del pelinegro. Su índice y medio se movían con rapidez dentro se él, al mismo ritmo que la mano que envolvía su erección.
Giró su sudado cuerpo en la cama de forma que quedara de lado sobre las sábanas, así se dispuso a mover sus caderas, haciendo la penetración de sus falanges más placenteras y la presión en su entrepierna más rapida. Los gemidos y jadeos no cesaban de sus labios. Adentró un poco más sus dedos en él y dio con aquel punto de placer en él, sus ojos se abrieron de golpe, encontrando la pared gris frente a él, no detuvo sus caderas, en ningún momento, menos ahora que la punta de sus dedos golpeaban contra su próstata de aquella forma tan placentera.
Impulsó su cuerpo de forma que su trasero quedara elevado en la cama, su cara contra las suaves telas debajo de él y su mejilla haciendo el mayor trabajo de soporte. Las atenciones en su entrepierna y su trasero no paraban, cada vez sus manos se movían más rápido y fuerte, y cada gemido salía con más fuerza, aunque aprovechaba la posición para ahogar algunos de aquellos en las telas, no quería que alguien le oyera.
Llegó un momento en el que sintió como todo su cuerpo comenzaba a temblar, estaba cerca del orgasmo y el cosquilleo en su entrepierna lo anunciaba. Enterró su cara en la cama, y aplicando más presión y fuerza en los movimientos de sus manos, sus dedos golpeando repetidamente aquel punto y su otra mano se movía sin parar por su erección. Y ya llegó a su límite. Un fuerte gemido anunciaba su clímax mientras que sus falanges se encorvaban dentro de él y su mano bombeaba su miembro, dejando aquel blanco y viscoso líquido chorrear sobre las sábanas. Ladeó su cabeza en busca de aire, su pecho se expandía y contraía con rapidez. Retiró su mano de su entrada y la otra de su entrepierna, con ambas se afirmó cuidadosamente sobre la cama mientras sus largos cabellos caían a cubrir su rojo y caliente rostro, el sudor pegaba las claras hebras a su frenre y costados. Se dejó caer de lado, acomodándose luego de espaldas y mirando al techo, tratando de recuperar el aliento luego de aquella sesión de auto-placer.
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Relatos.
FanfictionUna serie de escritos/relatos que publico en mi cuenta de RP. Donde mi personaje (Shigaraki Tomura) está en una relación con Dabi.