Me considero un fiel admirador
De la poesía y el ardor de las palabras
Quemando mi garganta,
Abandonando mis pulmones,
Cargadas de veneno y amargo escozor,
Y duele
Recordar que cada oración que formulo
Va dirigida a ti.
Leerte.
Tus líneas y signos de exclamación,
Tu incertidumbre escondida en interrogaciones,
El melifluo sonido de tu voz
Derramándose como miel entre punto y punto.
Disfruto, realmente disfruto
Memorizarte, porque no te extrañaré entonces
Cuando el mundo me deje ciego.
Leerte.