Juguetes Y Castigos - Stony

Lengüeta para azotes

Habían pasado días desde que recibió su último castigo, pero el deseo de ser azotado no abandonaba su cabeza y no lo haría jamás.

Como era bien conocido, un Stark nunca se quedaba con ganas de algo y esta no sería la excepción, por lo cual entro a una sex shop en línea y consiguió la lengüeta para azotes que tanto quería.

La parte material de su plan estaba cubierta, ahora solo tenia que ajustar los detalles y todo terminaría tal como deseaba.

Ahora lo que necesitaba era provocar a su rubio Capitán, para eso tenía pensadas un par de cosas. Quería hacerlo enojar realmente, que su fuerte esposo viera rojo de la furia que lo inundaría por la simple idea de pensarlo acostándose con alguien más, estaba emocionado, no lo iba a negar, pero a su vez tenía mucho miedo.

El plan consistía básicamente en esparcir ropa tanto suya como de su "amante" en el suelo del piso que comparten en la torre, además de fingir estar con alguien más y que esta persona le estuviera provocando tanto placer que sus gritos retumbasen por todo el lugar, para que cuando este se acercara a la habitación a encarar a su amante siguiendo el camino de ropa, lo encontrase utilizando solo uno de sus tantos juguetes, dejándolo totalmente desconcertado.

Ya tenía prácticamente todo listo, había vuelto temprano de la empresa, también había comprado ropa e incluso un perfume distinto para poder darle un aroma diferente a las prendas de su inexistente amante, tenia armada toda la escena, tanto la ropa como los pares de zapatos estaban esparcidos por el piso, al igual que había puesto la lengüeta en un lugar accesible. Steve no tardaría en llegar y el castaño estaba ansioso, además de ya lubricado y preparado hasta cierto punto, no empezaría a jugar consigo mismo si no hasta que su IA le avisase que el Capitán se encontraba mínimamente cerca de ahí, lo cual a juzgar por la hora y día no estaba tan lejos de suceder, no hizo más que agarrar una pose cómoda en la cama para esperar a su consorte.

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Al otro lado de la ciudad se encontraba el Capitán emprendiendo su camino de regreso a la torre después de juntas y entrenamientos en las instalaciones de SHIELD.
Estaba cansado y hasta cierto punto fastidiado, las horas pasaron lento y lo que prometía ser un buen día se vio arruinado por la indisciplina de los novatos de la agencia.
Soltó un suspiro intentando liberar un poco de estrés de su cuerpo y siguió conduciendo, el deseo de querer llegar a casa, darse un baño, quizá comer algo y luego acostarse con su esposo a ver una película o simplemente platicar de su día le daba la energía suficiente para seguir. Quería paz y tranquilidad.

Al cabo de un rato por fin llego a la torre, aparco y con prisa se dirigió al ascensor para subir al piso que compartía con su pareja, sin imaginar lo que encontraría al llegar.

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Al mismo tiempo pero pisos más arriba, la IA de la torre daba aviso a su creador de la llegada del rubio tan pronto este entró en el ascensor. El castaño por su parte comenzó a jugar con el vibrador de tamaño promedio que previamente había seleccionado, estaba consciente del poco tiempo que tenía antes de que su esposo llegara a su piso pero aun así lo introdujo en si mismo de manera lenta. Cuando estuvo completamente dentro soltó un suspiro de satisfacción y reprimió un gemido al encenderlo, empezó con movimientos suaves al principio para acostumbrarse, para después ir subiendo gradualmente el ritmo y la velocidad del juguete, imaginando que era el sexy rubio que tenía por esposo el que lo estaba penetrando.

A unos metros de la habitación Steve salió del ascensor llegando por fin a su piso, buscó con la mirada a su castaño esposo y al no encontrarlo comenzó a llamarlo en voz alta, puesto que no recibió respuesta supuso que esté todavía se encontraba en la empresa.