Juguetes Y Castigos - Stony

Bolas chinas

Steve y Tony tenían ya un tiempo de casados, con respecto a su vida sexual no solía ser del todo monótona pues a ambos les gustaba probar de vez en cuando cosas nuevas, principalmente juguetes, tenían una considerable cantidad de estos y eran distintos entre sí.

Así que Stark como un pequeño obsequio a su marido sin ningún motivo en especial decidio comprar un nuevo juguete, que si bien el sería quien terminaría teniéndolo dentro sería para el disfrute de ambos pues al poco tiempo de pareja descubrió que su marido tenía una pequeña inclinación con el voyeurismo, cosa que no le molestaba en lo absoluto.

De vuelta al regalo en esta ocasión eran unas bolas chinas, eran relativamente básicas y no las habían probado sin embargo Tony tenían unas buenas referencias de ellas y moría de ganas de probar las con su amado esposo y lo haría esa noche, ya tenía todo planeado y solo faltaban dos cosas, esperar a que su marido regrese de SHIELD y estar lo suficientemente lubricado para cuando este regrese, le gustaban los Juegos previos pero en esta ocasión prefería saltarlos.

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Al cabo de un rato llegó a la torre y subió al piso que compartía con Steve dándole órdenes a su IA de no interrumpir, insonorizar el piso y solo dejar pasar a Steve bloqueando el acceso al resto.

Cuando supo que su marido no tardaría en llegar inicio su plan, se desnudo y saco una botella de lubricante de su cajón, ya por experiencia sabía cómo hacerlo, mojó tres de sus dedos con el líquido viscoso y los llevó a su entrada iniciando por estimular la para luego introducir el primer dedo y masturbándose a la vez para que él dolor disminuya más rápido y poder continuar, al paso de los minutos ya tenía los tres dedos anteriormente lubricados dentro de él, salían y entraban con facilidad, entonces decidió que era momento de cambiar. Al sacar sus dedos soltó un jadeo, se sentía vacío, para aminorar esa sensación lo más pronto posible se estiró en busca de su nuevo juguete, una vez lo obtuvó lo lubrico de igual manera y comenzó a introducirlo, las primeras eran bastante sencillas gracias a su preparación, a la sexta de empezaba a sentir lleno y no creía que aún quedarán 4 más, pero poco a poco y entre jadeos fue metiendo una por una.

Las séptima y octava entraron casi a la vez, al entrar la novena fue más difícil, tenía casi el mismo grueso que el miembro de Steve y eso era bastante, en ese momento el castaño ya se deshacía entre gemidos y jadeos al siquiera mover su cadera para introducir la décima, se sentía jodidamente bien y se sentía ansioso a que el Rubio llegará para empezar el juego, junto fuerza de voluntad e introdujo la décima, en ese momento se dejó caer sobre la cama intentando recuperar el aliento, de su entrada únicamente salía una argolla que servía para sacar el juguete, después no pudo hacer más que acomodarse en medio de la cama abriendo las piernas listo para recibir a su marido que si no se equivocaba era cuestión de minutos para que llegará, al terminar de acomodarse se acarició el vientre haciendo una presión leve algo sorprendido al no sentír las bolas, pues juraría que llegaron bastante dentro.

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Steve por su parte recién regresaba de una jornada relativamente larga, le había tocado entrenar al equipo con peor disciplina según Fury, por su puesto aprendieron la lección a pesar de que seguiría trabajando con ellos, por ahora lo que quería era acostarse con su marido y dormir después de una ducha relajante, le preguntó a la IA donde se encontraba este y cuando esta contestó que en la habitación sonrió complacido, sus planes iban bien, no tendría que sacar al genio de su taller al parecer; subió al elevador y al entrar a su habitación se topó con su castaño abierto de piernas para el y con lo que parecía ser un nuevo juguete sobresaliendo de su entrada. De manera rápida cerro la puerta y se acercó a el mientras se retiraba la parte de arriba de su traje y las botas del mismo.