Capitulo 1 : Una noche para olvidar-parte 1

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Hola, soy Rain. Tengo 14 años y me gusta dormir. Tanto, que llevo seis meses en este colorido hospital infantil. Las enfermeras son muy amables, me sé el nombre de todas, y Giovanni mi pediatra , amigo y vecino de toda la vida , dice que soy su paciente favorita. Viene a  visitarme, incluso cuando no tiene turno  , dice que lo hace por autumn  una de mis mejores amigas ,pero creo que lo hace por  mamá. Puedo ver ese brillo especial en sus ojos cada vez que habla con ella. Mi abuela me trae postres deliciosos que no puedo probar, y mis hermanos me cuentan sobre su día a día, aunque no puedo responderles. ¿Cómo llegué a esta situación? Bueno...

5 meses atrás

Eran más de medianoche. Estaba en mi pequeño balcón, iluminada por la potente luz de mi lámpara de estrellas que me regaló papá la última vez que lo vi, hace un par de meses. Terminaba los informes de biología sobre el sistema inmune. Aunque amo la biología y soy una completa nerd de la ciencia, no me gusta trabajar tan duro en mi clase favorita solo para complacer a la pandilla de Sienna .

Deseaba que la escuela terminara. Sienna había logrado convertir mi santuario de paz, como llamaba a la escuela, en un auténtico santuario de terror. Finalmente, no tendría que soportarla por tres meses y, si tenía suerte, mis padres aceptarían cambiarme de escuela a donde asiste autumn aunque es privada se que puedo conseguir una beca, pero mis padres no me escuchan y creen que estoy exagerando.

Mientras escuchaba música sin auriculares en mi celular—me gusta así—sonaba "American Idiot" de Green Day. De repente, oí el sonido de unos tacones acercándose por la escalera hacia la puerta principal.

Era mamá, en medio del balcón, llegando ebria del trabajo otra vez. Odiaba su trabajo, si es que se podía llamar trabajo a lo que hacía en ese bar de mala muerte. Solo pensar en ello me revolvía el estómago. Pero la ignoré y seguí con mis informes, aunque ella tampoco me había visto hasta que se acercó un poco más.

—Rain, ¿eres tú? Enana del demonio, ¿qué haces despierta? —me iba a responder, pero ella continuó—. Sabes que no me importa.

—Sí, Rebecca, es muy tarde, pero creo que para ti es demasiado temprano —le respondí, molesta. Aunque solo era una niña, mi madre había estado así durante siete años y ahora era peor, debido a su problema con el alcohol. Nadie en la familia sabía qué hacer, así que lo ignoraban.

—Enana, hoy un cliente me canceló —dijo mamá, riéndose histéricamente. Comprendí por qué había llegado temprano.

—Como digas. Rebecca, puedes ir a bañarte, hueles demasiado a alcohol barato. No entiendo por qué no te diste una ducha —dije de manera tosca.

—¿Rebecca? Muchachita del demonio, soy tu madre, entendiste? —respondió, desparramándose a mi lado.

—Ok, Renata, ya vete. Tengo que terminar este trabajo —le dije mientras trataba de concentrarme en los detalles finales de mis informes.

—¡Qué informe tan bien hecho! Sabes, me recuerdas a mí, aunque yo estaba más flaca y ya me había desarrollado a tu edad. No sé cómo tuve una hija tan inteligente pero tan poco agraciada —no podía creer lo que había dicho, pero continuó con su discurso—. Recuerdo que era buena en la escuela hasta que me embaracé de tu padre y nació el malagradecido de Dawson

—Sí, mamá, ya nos has contado con lujo de detalles cómo nos arruinaste la vida, yo y todos mis hermanos —le dije exasperada. Solo quería terminar esos informes y dormir, soñando con Gael.

RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora